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En los anteriores artículos hemos visto tres de las características de nuestros cerebros que debemos vencer y que podemos utilizar en nuestras inversiones:

  1. Comportamiento de rebaño.
  2. Miedo al fin del mundo.
  3. Dificultad de entender los fenómenos aleatorios.

He insistido además en la idea de que lo principal que tenemos que lograr es que nuestras inversiones no nos hagan perder nuestro dinero. Luego ya hablaremos de ganar. 

Y ahora vamos a vencer al reptil de nuestro cerebro y a invertir como humanos, a pesar de lo dificil que resulta no comportarse como un boquerón o un saltamontes.

Venzamos a nuestro Gom Jabbar.

La caja del dolor usada en la prueba del Gom Jabbar, a partir de la cual se distingue entre animales y humanos. (fuente: Dune).
La caja del dolor usada en la prueba del Gom Jabbar, a partir de la cual se distingue entre animales y humanos. (fuente: Dune).


DIVERSIFICA.


Uno de los principios fundamentales que debemos aplicar en nuestras inversiones es la diversificación.

Básicamente se trata de aplicar lo que recomienda el refranero español:

No pongas todos los huevos en la misma cesta.

El principio es tan importante que incluso ha dado lugar a trabajos merecedores del premio Nobel, como el modelo de optimización de carteras presentado por Markowitz.

Talmud de Babilonia. El código que acumula la sabiduría y costumbres del pueblo judío, escrito entre los siglos 3 y 5 d.C.. En él ya aparece el principio de la diversificación en las inversiones.
Talmud de Babilonia. El código que acumula la sabiduría y costumbres del pueblo judío, escrito entre los siglos 3 y 5 d.C.. En él ya aparece el principio de la diversificación en las inversiones.


Obviamente el principio no es nuevo, y ya aparece en el Talmud de babilonia, donde se indica (interpretación libre) que hay que dividir el capital en 3 partes:

  • Mantén una tercera parte en efectivo, que debe usarse para aprovechar oportunidades de compra de bienes (cuando decimos en efectivo, recuerda que puede ser moneda local, pero que también puedes diversificar monedas, e incluso incluir oro y plata en esta parte de efectivo).
  • Una segunda tercera parte en tierras (bienes tangibles, pero principalmente terrenos, viviendas, garajes, locales comerciales...).
  • Y una última tercera parte invertida en negocios (Por supuesto, diversificando en sectores, regiones geográficas, etc. Aquí podemos pensar en inversiones en negocios propios o bien en participaciones en negocios de otros, por ejemplo usando acciones de la bolsa.).

No es mala filosofía de vida, y considerad que lleva funcionando 2000 años.

Y ¿donde queda la renta fija en ese esquema? Seguro que alguien no está de acuerdo (ya sabeis, a los comentarios), pero la renta fija es uno más de los negocios del tercer tercio. Prestar tu dinero a otros a cambio de un interés, que básicamente es lo que es la renta fija, ya sea prestando tu dinero a estados o a grandes empresas, es un negocio que la mayoría del tiempo puede ser bastante seguro y rentable, pero también pueden haber impagos, aunque sea un país a quien le prestes tu dinero (España por ejemplo ha dejado de pagar sus deudas 13 veces en 500 años, y lleva 10 años en la cuerda floja).

Impagos de deuda de algunos paises europeos desde 1800 (fuente:J. Rodríguez y Antonio Sanabria Martin en economiacritica.net)
Impagos de deuda de algunos paises europeos desde 1800 (fuente:J. Rodríguez y Antonio Sanabria Martin en economiacritica.net)

Sea como fuere, hay que diversificar las inversiones. Además no hay que invertir todo el dinero del tercio destinado a negocios en un solo negocio (y tampoco hay que invertir todo el capital que pienses destinar a un negocio de un golpe).

Para lograr una mayor diversificación de ese tercio destinado a negocios, cuando se alcancen precios interesantes para nosotros (luego hablamos de esto), podríamos invertir un tercio en renta fija (bonos, letras, deuda corporativa), otro tercio en renta variable de empresas que apenas cambian su valor y/o son monopolio (REE.MC o ENG.MC por ejemplo) y dejar un tercio para negocios que pueden hacernos ricos (NFLX, TSLA, SPCE) pero que también pueden desaparecer repentinamente, es decir, que suponen un riesgo importante.

Aquí encontramos la gran ventaja de invertir en bolsa en lugar de montarnos nuestros propios negocios: podemos invertir cantidades mucho más modestas y podemos diversificar muchísimo ese tercio de nuestro capital total. Además, si se invierte en valores muy líquidos, que podemos vender inmediatamente en caso necesario, es posible considerar esta inversión como parte del tercio "en efectivo".

Por eso es tan importante que, cuando pensemos en invertir nuestro dinero en bolsa (por ejemplo), lo hagamos pensando que es lo mismo que si invirtieramos en montar nuestro propio negocio. Cualquiera que quisiera montar su propio negocio pensaría en los gastos fijos, posibles ingresos, clientela, deuda que se asume y como va a pagarse, experiencia que se tiene en la gestión de ese tipo de negocio, etc. Pues eso mismo. Por eso hablo de "comprar mis propias empresas".

Pero claro, la pregunta que sigue a todo esto es:

¿Existe el número de inversiones ideal para diversificar?


Acuerdate de que cuando menciono inversiones lo hago de forma genérica, incluyendo acciones de empresas, deuda del estado, inversiones en start-ups, prestamos solidarios, u otras formas de inversión (también puedes pensar en fondos, dejando que alguien haga esta gestión para ti, pero a cambio ese alguien te cobrará un salario).

Nadie puede decirte cuál es el número óptimo de inversiones pero, dando respuesta a esta importante pregunta aparecen en las publicaciones números mágicos. Un número mágico muy utilizado es el 10 (y yo lo mencionaré varias veces a lo largo de este artículo). Verás muchas veces ese número de 10, como número óptimo de inversiones que diversificarán nuestro riesgo (en ocasiones se cita un número entre 5 y 20).

En la cábala el número 10 es el número divino o de la perfección. En el tarot representa oportunidades y buena suerte.
En la cábala el número 10 es el número divino o de la perfección. En el tarot representa oportunidades y buena suerte.

Porqué elegir el 10 no tiene ninguna respuesta lógica. Simplemente se menciona este número porque no es ni demasiado grande ni demasiado pequeño, pero es igual de arbitrario que el 7 o que el 5433.

En cualquier caso, no vamos aquí a desarrollar un método matemático para optimizar el número de inversiones. Sencillamente seguiremos la experiencia de otros que ha funcionado bien.

Así que, de momento, quedate con el número 10. Esto no significa que debamos invertir en 10 empresas nada más empezar en el camino de las inversiones. Es mejor andar despacio, comprando poco a poco, una cosa detrás de la anterior.

Consensuemos aquí que habremos obtenido un buen número de inversiones diversificadas si nos situamos en torno a 10.

EL VALOR DE LAS COSAS.


Una vez absorbido como parte esencial de nuestro ser el principio de la diversificación, lo segundo que debemos tener en cuenta al invertir es que sólo ganaremos dinero cuando compremos bienes baratos y los vendamos más caros (me da igual si son naranjas, apartamentos o acciones de empresas), o también si conseguimos que alguien nos pague una renta periódica por ellos.

Pero aquí nos topamos con un gran problema en las inversiones:

¿Cuál es el valor de las cosas?


Uno de los modos de inversión más extendidos, llamado inversión en valor (value para los que gustan de anglicismos), utiliza la hipótesis de que todas las cosas poseen un valor intrínseco, que puede ser calculado y que nos permite saber cuándo un bien determinado tiene un precio barato o caro con respecto a ese valor intrínseco (ya sean terrenos, casas, acciones de bolsa, o cualquier otra cosa que pueda comprarse y venderse).

Hay que interiorizar que esa valoración será siempre subjetiva.

Un Pollock por ejemplo puede parecerle a alguien que es un trapo sin valor donde alguien limpió sus pinceles mientras que otra persona, sin embargo, puede pensar que vale millones de euros.

No 5, 1948 de Jackson Pollock. Se vendió por 140 M$ en 2006. ¿Cuál es el valor de esta propiedad?
No 5, 1948 de Jackson Pollock. Se vendió por 140 M$ en 2006. ¿Cuál es el valor de esta propiedad?

Además esa valoración depende fuertemente del momento. En enero de 2022 un litro de aceite de girasol costaba en el super menos de 1 Euro, y en agosto de 2022 vale más de 3 Euros el litro. ¿Cuánto vale un litro de aceite?.

A algunos les parecerá justo el precio de este aceite de oliva. El AOVE "Verde Esmeralda" edicion luxury cuesta unos 360 Euros el litro.
A algunos les parecerá justo el precio de este aceite de oliva. El AOVE "Verde Esmeralda" edicion luxury cuesta unos 360 Euros el litro.

Algunos dirían que es imposible conseguir una valoración real para las empresas grandes y complejas. Y, sin embargo, hay muchos expertos en valorar bienes y empresas (a presente y sobre todo a futuro).

Saber cuál es el valor de las cosas, es lo realmente dificil en las inversiones

La cuestión es que, para saber si compramos barato o caro, necesitamos tener algún tipo de valoración del bien.

Algunos métodos de valoración


Hay muchas formas de valorar un activo, y podeis encontrar muchísimos artículos y muchos libros excelentes dedicados a la temática. Os recomiendo encarecidamente revisar Rankia, ya que hay artículos muy buenos sobre valoraciones de empresas (os dejo este y este como ejemplos, pero hay muchos más). También podeis encontrar cursos universitarios y cursos gratuitos online (estos por ejemplo), empresas dedicadas específicamente a realizar estas valoraciones (como esta) y libros de texto (aquí, aquí, aquí o este de Rankia, por ejemplo).

Algunos métodos de valoración de empresas (fuente: IESE Business School-Universidad de Navarra)
Algunos métodos de valoración de empresas (fuente: IESE Business School-Universidad de Navarra)

Siempre podeis usar valoraciones realizadas por expertos, pero también podeis valorar vosotros mismos el bien en cuestión.

Aunque más tarde useis valoraciones de otros, yo os recomiendo que aprendais cómo se realizan estas valoraciones para entender bien lo que hacen esos otros. Recordad que la formación propia siempre resulta una de las mejores inversiones a largo plazo (y puede ser muy barata).

No voy aquí a competir con todas esas fuentes que enseñan a valorar activos mucho mejor de lo que yo lo haría, pero sí quería hablar de algunas de ellas.

Series históricas

Para valorar un bien (una empresa, un terreno, una tonelada de maiz o un barril de petroleo), podemos usar, por ejemplo, las series históricas de su precio y elucubrar sobre su precio futuro.

Por ejemplo, podemos pensar que si un bien tuvo un precio mínimo X en los últimos 50 años, será dificil que ese bien cueste menos de ese precio X (incluso corregido por inflación), con lo que si el random-walk o la locura colectiva llevan a ese bien en cuestión a un precio similar o inferior, podríamos considerar que es un buen precio.

Serie histórica del 2000 al 2013 de los precios de Telefonica (fuente: yahoo). Comprar en torno a 8 Euros (mínimos de 2003) podía parecer buena inversión. Sin embargo las acciones llegaron a 3.4 Euros por acción en la locura de 2020.
Serie histórica del 2000 al 2013 de los precios de Telefonica (fuente: yahoo). Comprar en torno a 8 Euros (mínimos de 2003) podía parecer buena inversión. Sin embargo las acciones llegaron a 3.4 Euros por acción en la locura de 2020.

También podemos pensar que, si los precios están en subida constante o en bajada constante, los precios mantendrán esa tendencia indefinidamente y compraríamos o venderíamos en función de si se mantiene en esa tendencia o no (básicamente usando el retorno a la media movil de los precios históricos). Si muchas personas siguen estos métodos nos podemos encontrar con situaciones en las que el rebaño haga cumplirse las predicciones, a veces durante mucho tiempo.

Pero ya veis que estos métodos tienen el gran problema de que no tienen en cuenta la evolución del mercado, del entorno, ni del bien en cuestión.

Valor en libros (o contable)

El valor en libros de una empresa puede utilizarse también para valorar una empresa, pero no tiene en cuenta intangibles, como la marca, presencia, imagen, propiedades intelectuales y otros que, al igual que ocurre con el AOVE o con el Pollock de arriba, pueden hacer que su precio sea mucho mayor que el de la materia prima con el que se fabrica.

Este valor contable es útil por ejemplo cuando una empresa entra en concurso de acreedores.

Insiders

Un método muy utilizado para valorar una empresa por los "inversores de a pie" (esos somos los que no tenemos información privilegiada) es usar el precio al que los propios directivos de una compañía  compran acciones (o cuando los políticos compran terrenos en un municipio), ya que ellos sí tienen información privilegiada.

Pero muchas veces vereis en los periódicos y noticiarios publicaciones sobre compras o ventas de acciones por los directivos de una compañía que, en realidad, están destinadas al gran público, para que el rebaño compre (o venda) en función de los intereses de esos directivos, que no siempre coinciden con los de la empresa y practicamente nunca coinciden con los nuestros.

Hay que admitir que, cuando son cantidades importantes, y si no lo anuncian a bombo y platillo, es un buen indicador.


PER (Relación entre precio y beneficios)

Hay otro método de valoración para empresas, también relativamente sencillo, que podemos usar en nuestras inversiones en bolsa que es usar el PER (relación entre el precio de la acción y los beneficios anuales obtenidos por la empresa - en inglés "price to earning ratio"). Donde el "precio" es el que se marca en la bolsa para comprar o vender en un momento determinado, y el "earning" se puede obtener de la presentación de resultados de la empresa (que es pública), dividiendolo por el número de acciones de la empresa en circulación (que también es público).

Hoy en día hay muchas webs donde encontrar el PER real y el PER estimado a futuro para cualquier empresa que cotiza en bolsa. Una vez obtenido el beneficio por acción (BPA en español o EPS en inglés) sencillamente obtendremos el PER dividiendo el precio, en el instante que queramos comprar, por el BPA (real o estimado a futuro).

Algunos piensan que un PER de 10 es el ideal (de nuevo aparece nuestro número mágico) y otros dirán que, si la calidad de la empresa es alta y los beneficios siempre crecen, sería mejor utilizar un PER de 20. Eso sí, aun no he conocido a ningún inversor al que le parezca razonable un PER de 95.

De este modo tenemos una valoración que es sencilla de obtener y que nos permite saber rápidamente si compramos barata o cara una acción.

BPA trimestral de una empresa (en este caso Repsol) presentada y actualizada por Yahoo finance. Los circulos azules representan el consenso de previsión de las ganancias y los verdes los beneficios realmente publicados por la empresa (rojos cuando las estimaciones fallan).
BPA trimestral de una empresa (en este caso Repsol) presentada y actualizada por Yahoo finance. Los circulos azules representan el consenso de previsión de las ganancias y los verdes los beneficios realmente publicados por la empresa (rojos cuando las estimaciones fallan).

El ejemplo del gráfico corresponde a Repsol (REP.MC). Para esta empresa el beneficio por acción en 2021 fue de 1.64 Euros, mientras que el BPA estimado para 2022 es de 2.58 Euros. Podemos calcular el PER usando el precio actual de la acción, que a finales de agosto de 2022 fue de alrededor de 13 Euros y, usando los beneficios de 2021, obtendríamos un PER=8.3 mientras que con los beneficios estimados para 2022 tendríamos un  PER=5.3. O sea, según nuestro criterio del 10, la empresa estaría barata a cualquier precio inferior a 25.80 Euros (o de 16.40 Euros si fuéramos conservadores y usáramos las ganancias del año 2021).

Usar la valoración por PER tiene la ventaja añadida y poderosa de que usamos una de las anomalías conocidas en contra del mercado eficiente, por lo que os interesa mucho saber lo que es el PER y cómo utilizarlo en vuestras inversiones.

Pero claro, no podemos usar el PER como único criterio. Saber cuál es la evolución de la deuda de la compañía, quienes dirigen la empresa (y si tienen un buen historial como gestores o no), y algunos otros indicadores, es fundamental para saber si debemos invertir o no en la empresa.

Luego hablaré un poco sobre esos otros criterios, pero aquí nos vamos a quedar en que encontrar el PER de una empresa es relativamente sencillo y que un PER en torno a 10 es un valor muy bueno para invertir en una empresa.

¡Pero cuidado!

Como decía, hay muchos más métodos para valorar empresas, y muchas veces se presentan valoraciones usando varios de esos métodos (pongo algunos otros artículos en Rankia al respecto: este, este o este).

Lo normal, si no sois profesionales, es que no tengais tiempo para hacer vuestras propias valoraciones de las decenas de miles de empresas que cotizan en las bolsas mundiales, y ya no digamos si incluimos materias primas, activos inmobiliarios, deuda de estados o empresas o cualquier otra cosa que podamos usar como inversión. Ahí es cuando usaremos valoraciones hechas por otros, pero con cuidado.

Podría enseñaros múltiples ejemplos de valoraciones erradas o directamente realizadas maliciosamente para engañar a otros. Repite conmigo una vez más: los asesores de los bancos no son nuestros amigos y a menudo sus valoraciones públicas están trucadas para hacer ver que una propiedad/acción está barata o cara en función de si les interesa que la muchedumbre compre o venda (para que ellos o sus clientes VIP - no, tú no lo eres - puedan hacer lo contrario).

No me cansaré de decirlo: Tened muchísimo cuidado con las valoraciones hechas por otros.  

Rentabilidad suficiente.


Una vez que tengamos una valoración del bien en cuestión (pisos, acciones de una empresa, relojes...lo que sea), compraremos cuando el precio esté muy por debajo de esa valoración y venderemos cuando esté muy por encima... o bien retendremos el activo mientras nos consiga una rentabilidad suficiente.

Para definir lo que es una "rentabilidad suficiente" también podemos usar números mágicos.

Otra vez vereis frecuentemente un 10% anual como número mágico. Un 5% es el número empleado por las grandes corporaciones en sus inversiones, asumiendo como suficiente un retorno de la inversión de 20 años. Un 10% es un número MUY bueno para nosotros (recuperar en 10 años lo invertido vía rentas es mucho), y un 20% es una auténtica barbaridad. Como ya dije, si alguien os ofrece un 20% anual pensad que os están intentando timar. Y ¡ojo! puede ocurrir, no digo que no. Alguien puede conseguir un 20% de rentabilidad, de forma sostenida, en sus inversiones. Pero pensad que si podeis citar con nombres y apellidos los inversores a nivel mundial que han conseguido esa rentabilidad anual, es porque son muy pocos y ni ellos mismos piensan que puedan repetirlo año tras año.

Así que, otra vez, nos quedaremos con el 10 como nuestro número mágico para saber cuándo una inversión nos daría una rentabilidad suficiente vía rentas (dividendos, alquileres, cupones, etc.).

Y este es un segundo principio fuerte que usaremos para nuestras inversiones:

Un negocio que nos de unas rentas anuales de un 10% es MUY BUEN negocio.

COMPRAR BARATO.


Pues no hay mucho más misterio.

Empezaremos dividiendo todo nuestro capital total en 3 partes.

Digamos que tenemos 300.000 Euros en total. Una tercera parte (100.000) la usamos para comprar bienes inmuebles, y aquí podemos incluir nuestra vivienda habitual, que también podríamos considerarla como una inversión. Dejaremos 100.000 en efectivo (esta cantidad puede bajar hasta cero en aquellos momentos en los que encontremos alguna inversión EXCELENTE) e invertiremos 100.000 en "empresas", a poder ser en inversiones que nos den una rentabilidad anual suficiente.

(Nota:  Los porcentajes no están escritos a fuego, y de hecho pueden ir variando con el tiempo. En un momento determinado puede que nos resulte infinitamente más rentable invertir en bienes inmuebles y en otro momento puede que necesitemos quedarnos sin efectivo porque encontremos un momento de locura colectiva. Pero mantener en la mente la necesidad de tener algo de efectivo para cuando se presenten más oportunidades, no tener demasiado invertido en bienes inmuebles, y tener una parte en empresas productivas, a la larga nos conseguirá una buena disciplina financiera.)

Esos 100.000 para empresas, en realidad serán hasta 200.000 cuando se presenten oportunidades (como pasó en el BREXIT, el COVID u otros fines del mundo), y los iremos invirtiendo poco a poco, no de golpe.

Buscaremos posibles buenas inversiones: acciones en bolsa, empresas pequeñas que buscan financiación, deuda de los estados, pero también (aunque sean de otro tercio) garajes, locales comerciales, apartamentos...

En esta búsqueda muchos usan criterios no financieros, por ejemplo criterios éticos, filosofía de vida, etc. Pero en definitiva, buscaremos mucho, mucho, y siempre tendremos la oreja atenta a posibles buenas inversiones. Cuando encontremos algo interesante lo valoraremos o bien buscaremos a alguien que nos lo valore. Lo ideal sería que cada inversión que hagamos nos reporte una rentabilidad anual suficiente (ver más arriba).

Una vez valorado, y decidido por tanto cual es el precio al que nos parece que ese bien en cuestión estaría BARATO, esperaremos a que el random-walk y/o la locura de la muchedumbre nos lleve a un precio inferior y en ese momento compraremos MUY BARATO (ese "muy" algunos lo llaman el margen de seguridad de Graham).

Y compraremos invirtiendo una fracción del tercio total. Usando nuestro número mágico 10, diremos que de los 100.000 Euros destinaríamos 10.000 Euros a esta inversión. Y repito, esos 10.000 Euros podrían ser más (digamos 20.000) si un evento posterior, aleatorio o de locura colectiva, hace que el precio esté aún por debajo de nuestra primera inversión y si el bien en cuestión sigue pareciendonos una MUY BUENA inversión.

Pero además no invertiremos los 10.000 Euros de un solo golpe, sino por tramos. Debemos pensar que la valoración que usemos, ya sea propia o de otros, puede estar equivocada. Usar la diversificación nos protege de este problema, pero podemos conseguir mayor seguridad usando métodos como las compras por tramos o promediadas (este por ejemplo. El sistema GAD no está mal, pero yo os recomiendo usarlo como recomendación a consultar periodicamente).

Cada tramo, además, debe ser lo suficientemente alto como para que las comisiones de nuestro broker sean despreciables. Por ejemplo, si tu broker te cobra 10 Euros por operación, en una compra/venta de 2000 euros esa comisión significará el 0.5% del total, y un 0.5% es muy facil de recuperar en un sólo día debido al propio random-walk, que puede hacer que en el precio suba o baje facilmente un 1%, es decir, la comisión será en ese caso despreciable.

Estas comisiones, y los impuestos, son los que hacen que no nos interese hacer muchas operaciones.

Así que compraremos el bien que nos interesa en varias veces. Siguiendo el ejemplo, comprando en 5 meses distintos 2000 Euros de cada vez, cuando el precio esté MUY BARATO. Así totalizaremos 10.000 Euros para esta inversión.

Y, como digo, puede que más adelante el precio caiga mucho más aún. En ese momento consultaremos los precios históricos, o el GAD (bien configurado), comprobaremos nuestra valoración con nuevos datos de la empresa si los hubiera, comprobaremos que la empresa sigue pareciendonos una buena empresa (bien gestionada, con poca deuda, con buen nivel de dividendos...) y, si todo cuadra (buena empresa, los precios que ha alcanzado son históricos, por ejemplo, el precio en mínimos alcanzados en el anterior fin del mundo, o el GAD nos recomienda aumentar la inversión), sin miedo invertiremos otros 2000 Euros (estos provenientes del tercio de efectivo para oportunidades), y así consecutívamente hasta alcanzar el límite absoluto que nos fijemos para una sola inversión (por ejemplo 20.000 Euros) que no superaremos en ningún caso porque siempre puede haber cuestiones que no hayamos ponderado: depredadores financieros jugando con la empresa, administraciones experimentando con nosotros....mil cosas.

También podría pasar que un bien determinado nunca estuviera por debajo de esa valoración. Por eso es tan importante tener muchas opciones. Y llegará un momento en que, aunque encontremos cosas a precios excelentes, ya no podremos invertir en él, sencillamente porque carezcamos de liquidez porque estamos 100% invertidos. 

Pongamos un ejemplo (inmuebles):

Usando los números que pusimos arriba, un garaje que pudieramos alquilar por 1000 euros netos al año será una GRAN inversión si consiguieramos comprarlo por 10.000 Euros. Hoy en día es muy sencillo saber el precio del alquiler mensual de un garaje de unas características determinadas, con lo que es relativamente fácil valorar un inmueble siguiendo estos criterios.

Garajes disponibles para alquiler cerca de la Plaza de Castilla en Madrid (fuente: idealista)
Garajes disponibles para alquiler cerca de la Plaza de Castilla en Madrid (fuente: idealista)

Por hacer más real el ejemplo, una zona donde posiblemente se alquile bien un garaje  en Madrid sería cerca de los juzgados de plaza Castilla. Una búsqueda en Idealista.com nos muestra que esos garajes se están alquilando por unos 90 Euros al mes, es decir, 1080 Euros al año, menos impuestos (digamos un 10%), con lo que nos quedarían unos 950-980 euros de beneficio anuales. Usando nuestro número mágico de 10 diríamos que para nosotros un garaje estaría barato para comprar en esa zona si alcanzara un precio de alrededor de 9500 Euros (vamos a estimar entre 10.000 y 20.000 Euros para obtener un beneficio de entre un 5 y un 10% anual).

Simplemente cambiando de "modo alquilar" a "modo comprar" veremos que en esa zona no hay muchos garajes que estén por debajo de nuestra valoración, pero aún hay alguno que está en el entorno de esos precios.

Precios de venta de garajes cerca de la Plaza de Castilla en Madrid (fuente: idealista)
Precios de venta de garajes cerca de la Plaza de Castilla en Madrid (fuente: idealista)

Claro, además hay que valorar la facilidad que tendremos en alquilar esa plaza de garaje, que la zona este cercana a los juzgados y no sea una mala zona, habría que visitar la zona, tendremos que ver si tiene cargas, valorar de forma precisa los impuestos y otros gastos que supone la inversión... Pero, si finalmente pensamos que es una buena inversión, compraremos, con lo que ya tendríamos una parte de nuestro capital bien invertida. Alquilando el garaje obtendremos una buena rentabilidad anual, y en cualquier caso, siempre tendremos el garaje que, en el futuro, podríamos vender por un precio aproximado al de compra (salvo hecatombe).

Si en el futuro los precios cayeran todavía más, pero los alquileres se mantuvieran, si antes ya pensábamos que la inversión era buena al comprar este primer garaje, podríamos pensar en comprar un segundo garaje y sería una aún mejor inversión.

Y no quiero pasar por alto mencionar la posibilidad de usar las subastas judiciales para conseguir precios todavía más bajos. En Rankia hay profesionales subasteros (por ejemplo @tristan-el-subastero) que os pueden ayudar a conseguir precios que estén aún por debajo de los que podais conseguir en el mercado, o sea, aún más bajos que vuestra valoración. No es un mundo sencillo, y yo os recomiendo que consulteis con un profesional antes de lanzaros a la aventura.

Pongamos un segundo ejemplo (acciones):

A pesar de los detractores del petróleo, cuando ves que el 99% de los coches, barcos y aviones  que circulan siguen consumiendo petroleo, puedes pensar que el petroleo sigue siendo negocio.

En el 2016 Repsol (REP.MC) alcanzó un precio de 8 euros, habiendo dado dividendos de hasta 1.5 Euros en años anteriores, en un negocio que sigue dando buenas rentabilidades. A 8 Euros esa empresa era un MUY BUEN negocio, y cuando alcanzó los 5.8 Euros en 2020 era un TODAVÍA MEJOR negocio, a pesar de la locura colectiva. Invirtiendo 5000 euros en REPSOL en 2016  y aumentado en otros 5000 Euros la inversión en 2020, habríamos incluido un MUY BUEN negocio a nuestros bienes que está dando una renta anual de en torno al 10% (y superior, dependiendo de cuando se comprara) y que probablemente lo siga dando durante muchos más años aún. Y esas acciones seguiremos teniéndolas y probablemente podamos venderlas por 10 Euros en el futuro.

Evolución de Repsol desde los máximos de 2008.
Evolución de Repsol desde los máximos de 2008.


Pero ¡un momento!

Repsol en 2016 estaba en pérdidas debido a un cúmulo de factores, como un precio del barril del petroleo en 26$ que nadie esperaba, la compra anterior de Talisman para mejorar el negocio upstream, etc. Eran años de plomo para Repsol. Usando solo el criterio de valoración de empresa del PER, veríamos un PER en negativo. Y sin embargo esta situación de Repsol era evidente que era coyuntural, no dependía de la empresa en cuestión y que, al recuperar los precios el petroleo, la empresa subiría mucho.

Hoy en día Repsol tiene una deuda decreciente (a día de hoy es de menos del 50% de los beneficios que obtendrá en el año 2022), es una empresa que reparte 0.63 euros brutos por acción como dividendo (con la promesa que parece bastante factible de elevarlo a 1 Euro por acción) y encima tiene un buen equipo gestor. Si unimos esto a un PER de 5 - 8, a una rentabilidad por dividendo de cerca del 10%, parece una buena empresa donde destinar una porción de nuestro tercio dedicado a empresas. ¿Verdad?. Lograr comprar acciones de Repsol por debajo de 10 Euros sería una EXCELENTE inversión, pero obviamente podemos conformarnos con una rentabilidad anual del 5% y comprar a 20 Euros y aún sería una inversión ACEPTABLE.

Así que, ya veis que no podemos usar el PER como nuestro único criterio de valoración. Saber cuál es la evolución de la deuda de la compañía, quienes son los gestores que dirigen la empresa y si tienen o no un buen historial, así como algunos otros indicadores, y sobre todo el sentido común, es fundamental para saber si debemos invertir o no en una empresa.

Esto son solo ejemplos, pero creo que se ve mejor así el mecanismo. Y esto lo repetiremos para 10 inversiones diferentes, según vayan apareciendo oportunidades de compra.

Una vez invertido nuestro tercio para negocios en 10 inversiones bien diversificadas y compradas MUY BARATAS, nos sentaremos a esperar a que el random walk o la locura colectiva actúen. Y esto puede implicar años. Sencillamente esperaremos, tomándonos un mojito, recibiendo las rentas de nuestras inversiones periódicamente y mirando, escuchando atentamente. Siempre pueden llegar nuevas EXCELENTE inversiones  y estaremos atentos por si tenemos que destinar una parte de nuestro capital "en efectivo". Esa parte puede llegar a cero (muchos nos quedamos sin efectivo durante los confinamientos), pero yo no os recomiendo pedir dinero prestado para aumentar vuestra inversión (apalancamiento caca, no se toca).

VENDER CARO.


La locura colectiva o el random-walk no solo nos servirán para comprar a buenos precios. También actúan en sentido contrario, claro, y nos pueden llevar a una zona en la que consideremos que el precio ya está caro. Eso sí, como dije arriba, las valoraciones de los bienes que hayamos comprado pueden variar con el tiempo, sin ir más lejos por la inflación (en el caso de las empresas porque ya no se consuman sus productos - pensemos en Nokia -, haya cambiado el equipo directivo, hayan vendido su negocio, importen la materia prima de Ucrania o mil razones más). Y tened en cuenta que lo ideal es que podamos mantener durante muchos años nuestras inversiones (preguntad al Sr. Warren por Coca-Cola).

Por eso seguiremos valorando continuamente los bienes en los que hemos invertido (sin obsesionarse, digamos una vez al año).

Aquí también puede ayudarnos el sistema de venta por tramos o promediada (el GAD por ejemplo). Aunque el precio haya subido mucho, nadie puede asegurar si aún subirá más, así que venderemos sólo una porción de lo que tenemos invertido en ese bien (¿acciones de repsol?). Si después  el precio sigue subiendo venderemos otra porción de lo que nos quede. Pero, como los mercados son aleatorios, o puede volver un evento de locura, poniendo los precios MUY BARATOS, en ese momento, volveremos a recomprar lo que vendimos caro. Y como los mercados son aleatorios, y nos comportamos en manada, puede que los precios suban de nuevo por encima de nuestra valoración, con lo que venderemos otra porción... Y así continuamente.

Es muy importante no enamorarnos de nuestras inversiones. 

Es fundamental asumir que podemos deshacernos de parte de nuestras inversiones en el momento en el que los mercados nos indiquen que debemos vender.

Dicho esto, hay algunas cuestiones más que debemos considerar. Ya he hablado de algunas, pero voy a detallarlo un poco más.  Abajo.

COMPRA PROPIEDADES DE CALIDAD.

 
Vive como un pobre y compra como un rico.

Acumula todo el efectivo que puedas, no tengas demasiados gastos superfluos (aunque no está mal de vez en cuando darse un capricho). Ese efectivo es el que te permitirá continuar incrementando tus inversiones con el tiempo.

Si has de comprar una alfombra, comprala de buena calidad y cuidala como si fuera a durar para siempre. Ese mismo principio aplícalo a todas y cada una de tus inversiones. Compra pocas veces, pero lo que compres que sea de buena calidad. ¡Y cuidado! comprar de calidad NO significa comprar modas (yo, personalmente, te recomiendo huir de las modas).

En el caso de las empresas en bolsa, como dije en el ejemplo de Repsol, estudia antes su deuda y la calidad y plazos de la misma, estudia a los gestores y su propio interés en que el negocio vaya bien ("skin in the game"); mira que la empresa tenga ingresos crecientes o al menos estables; si se endeuda piensa que lo hacen con tu dinero, no con el suyo; estudia si esa deuda es para ampliar el negocio en una inversión que dará rendimientos futuros; si dan dividendos mira que no sea un porcentaje desmedido de los beneficios (salvo que sea monopolio como lo era Bolsas y Mercados Españoles - BME.MC - o como lo es Enagás). Todo esto junto es lo que podemos llamar una buena empresa.

Ya que no tenemos información privilegiada, pero asumimos que hay poderosos que sí la tendrán, podemos usar un sencillo indicador para saber si una empresa es o no es de calidad. Este indicador es el nivel de posiciones cortas (en España podeis encontrar las posiciones cortas en la CNMV).

Notificaciones de posiciones cortas en la CNMV.
Notificaciones de posiciones cortas en la CNMV.

En esta web podeis consultar el nivel de posiciones cortas en una empresa en la que querais invertir, o que ya tengais en cartera. Si el nivel es bajo (¿ un 1% ?), significará que no hay grandes inversores que piensen que el precio va a bajar en un futuro próximo. Si descargais el histórico y ese nivel es creciente y cada vez son más los fondos poniéndose cortos, seguramente hay información que vosotros desconoceis pero que se va filtrando entre los depredadores, y esa información les hace pensar que el precio en un futuro próximo va a caer.

Este indicador, que es sencillo de consultar, nos indicará si merece la pena comprar una empresa o esperar. Pero también, si la empresa es una de nuestras inversiones, si es el momento de vender las acciones.

NO TENGAS PRISA.


La inversión debe ser pausada, meditada.

No pienses que vas a perder una oportunidad de compra o de venta, piensa que vas a dejar pasar de largo una oportunidad de perder tu dinero.

Antes de meter un solo duro en una inversión revisa todo lo anteriormente dicho, a modo de check-list:

  • Es una empresa de calidad (baja deuda, buenos gestores, buen nivel de dividendos...).
  • El nivel de cortos es aceptable y no crece.
  • Tengo una valoración, propia o de otros.
  • El precio alcanzado es mucho menor que mi valoración. 
  • Tengo suficiente efectivo para la inversión (una porción y en tramos, recuerda).

Si ya tienes claro que es una empresa de calidad, tienes una valoración actual que no ha cambiado en las últimas horas (puede haber motivos que desconoces que hayan hecho caer la cotización) y, por cualquier motivo, ese bien se pone a tiro, entonces ¡compra! sin perder un instante, sin dudar, sin mirar las noticias ni preguntar al cuñado. ¡COMPRA!.

Si el mes siguiente los precios han seguido bajando por distintas razones ajenas a la calidad de la empresa, vence a tu miedo, confía en tus números previos, hechos con tranquilidad, y ¡COMPRA MÁS!. Eso sí, no superes el límite absoluto ni te apalanques. La paciencia y la tranquilidad es nuestra amiga. Las emociones fuertes son para otras cosas, no para las inversiones.

Y viceversa, si el random-walk o las modas llevan a ese bien a estar exagerádamente caras según tus valoraciones (compruebalas 3 veces), no te encariñes y vendelas. Otra vez, despacio, meditádamente y por tramos. Pero ¡VENDE!.

Y siempre piensa que puedes haberte equivocado en tus valoraciones, de ahí lo de comprar y vender por tramos.

CONCLUSIONES.


No inviertas una cantidad exagerada de tu capital en una sola inversión. La evolución de los precios es aleatoria y puedes equivocarte al valorar los bienes en los que vas a invertir.  Por eso, mantén un límite absoluto de inversión en cada bien y no te apalanques, por más emocionante que te parezca.

No inviertas toda la cantidad prevista de una sola vez. Además de comprar muy por debajo de las valoraciones y de diversificar, compra por tramos. De ese modo, podrás comprar aún más barato el bien que valoraste y que según tus criterios es un negocio de calidad.

No pongas una cantidad exagerada de tu capital en una inversión determinada
(sí, sí, me repito). Aunque hayas comprado barato, según la valoración que usaste, es posible que te hayas equivocado. O incluso que te hayan engañado y algo que pensabas que era de calidad no lo sea o que sencillamente te lo roben (incluso los gobiernos, vease el ejemplo del POP.MC). No dedicar una cantidad exagerada a ninguna de nuestras inversiones evitará que estos sucesos, imprevisibles, nos hagan un roto irreparable en nuestras finanzas.

No tengas prisa. Si algo cae un día un 10% y al día siguiente otro 20%, no compres los dos días, compra la primera vez, sientate a esperar y dentro de un mes (o de un año, los plazos los fijas tú) averigua si hubo algo en tu valoración de la empresa que se te había escapado o sencillamente se trata de parte del comportamiento aleatorio. Si es lo segundo, entonces sí, invierte más si aun te queda liquidez y no has aumentado exageradamente tu inversión. Si detectas algo extraño lo mejor es admitir que te equivocaste y salir de esa inversión lo antes que puedas. Tampoco debe dolerte en prendas. Perder un 50% es siempre mejor que perder el 100%.

No sigas a ciegas los consejos de nadie. No hay amigos, todos los demás inversores te engañan porque a fin de cuentas la ganancia de unos significará la pérdida de otros. Y muchas veces, aunque no te intenten engañar, sencillamente pueden estar equivocados.

No compres ni vendas muy frecuentemente. Compra barato y vende caro... Y compra y vende muy pocas veces. Lo contrario hará que pierdas tu dinero pagando comisiones e impuestos. Quien gana cuando operas frecuentemente son tu broker y el estado, no tú.

En lo posible, No pidas dinero prestado para tus inversiones. Por más segura que sea la inversión, por más convencido que estés de que esta será la buena, es imposible saber a ciencia cierta que funcionará, que no saldrá mal. Podrías acabar no solo con menos patrimonio sino con deudas. No serías el primero.

No inviertas usando derivados ni herramientas complejas que no entiendes. Si de verdad tu dinero te quema en las manos y tienes muchas ganas de perderlo, te aconsejo gastarlo en algo que te satisfaga a corto plazo (si eres ludópata, lo mejor para ello es la ruleta). Los bancos que ofrecen herramientas de este tipo se ven ahora obligados a indicar de forma clara que un porcentaje elevado de las personas que las usan (a veces más del 90%) pierden su dinero. Esto significa que lo más probable es que tú también pierdas tu dinero usándolos. Así que, no los uses.

Ninguna estrategia de compra-venta que utilice métodos de trading (más o menos científicos) para prever la evolución de precios, te hará ganar dinero a largo plazo. Todos esos métodos están al mismo nivel que la lectura de las entrañas de animales sacrificados o del vuelo de los pájaros. 

De momento poco más que añadir. Si eres capaz de imbuirte de dos o tres de los principios que he enumerado en este artículo será dificil que llegues a perder todo o parte de tu patrimonio. Si haces lo contrario te aseguro que es facilísimo que pierdas tu dinero e incluso puede que acabes con deudas.

Paciencia. El dinero al final es como Julieta Venegas:

Si quieres un poco de mi, me deberías esperar y caminar a paso lento, muy lento
Y poco a poco olvidar el tiempo y su velocidad
Frenar el ritmo, ir muy lento, más lento
Ser delicado y esperar. Dame tiempo para darte todo lo que tengo.



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