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Jubilación a los 65 años

6 respuestas
Jubilación a los 65 años
Jubilación a los 65 años
#1

Jubilación a los 65 años

Buenas, mi suegra está a punto de jubilarse con 65 años. Tiene contrato fijo, no indefinido, ya que hace más de 30 años que trabaja en el mismo sitio y en aquella época se hacían contratos fijos. Quisiera saber, si al jubilarse, tiene que pagarle algo la empresa por indemnización y cuanto le quedaría de pensión de jubilación. Estamos un poco pez en este tema, si nos me pudierais ayudar, gracias

#2

Re: Jubilación a los 65 años

Lo mejor es que acudais a un centro de atencion de la seguridad social de.vuestra provincia

#3

Re: Jubilación a los 65 años

Gracias por tu respuesta, así haremos, un saludo !

#4

Re: Jubilación a los 65 años

En cuanto a pagarle algo la empresa, en general no. Pero tendríais que mirar el Convenio porque hay empresas que sí pagan algo en concepto de premio o similar.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#5

Re: Jubilación a los 65 años

Buenas,información de invertia:
Funcas: Las pensiones serán un 35% más bajas tras las últimas reformas
La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) ha advertido de que las pensiones serán un 35% más bajas tras los cambios introducidos en 2011 y 2013, que han garantizado los ingresos del sistema, pero han ignorado los derechos morales de los pensionistas y les han hecho cargar con todo el coste del envejecimiento de la sociedad.
En un análisis sobre la situación actual del sistema y las posibles alternativas escrito por Ignacio Zubiri (Universidad del País Vasco) y recogido por Europa Press, Funcas repasa las dos reformas que, a su parecer, "son poco más que una rebaja generalizada de las pensiones que afectan a todos sus elementos".

Así, bajan la pensión inicial por el aumento del número de años para calcular la pensión, la reducción del peso en la pensión de cada año cotizado y el aumento en el número de años para obtener una pensión completa. Además, hay que tener en cuenta el aumento de la esperanza de vida en España.

Los cambios introducidos también hacen que la pensión se cobre durante dos años menos por el retraso de la edad de jubilación y reducen el valor de las pensiones tras la jubilación porque el índice de revalorización hará que las prestaciones crezcan por debajo de la inflación durante muchos años.

En concreto, Funcas cree que la reforma del 2011 supondrá una rebaja media en la pensión vitalicia en torno al 20%, mientras la reforma del 2013 añadirá una pérdida adicional del 15% por la reducción de la pensión media nominal tras la jubilación. En este segundo caso, al principio se perderá poco, pero las pérdidas se irán acumulando.

En este contexto, Funcas lamenta que las reformas se hayan hecho sólo reduciendo las pensiones y sin aportar ningún recurso extra al sistema, lo que hace que los pensionistas futuros tengan que asumir el coste del envejecimiento de la sociedad cobrando prestaciones más bajas. Esto, a su parecer, equivale a decir que estos pensionistas no tienen derecho a ningún nivel de pensiones y que el Estado no tiene ninguna responsabilidad, a pesar de haberles obligado a participar en un sistema así --contribuir a la Seguridad Social es obligatorio en España--.

Además, considera "sorprendente" que las reformas hayan salido adelante sin mucha contestación sindical, y cree que se debe a que la baja inflación ha ocultado las verdaderas implicaciones de estos cambios normativos que, además, se vendieron como "necesarios" para salir de la crisis, a pesar de que sus efectos tardarán años en apreciarse.

UN ENFOQUE "INACEPTABLE"

Según Funcas, el enfoque de las reformas es "inaceptable" porque los trabajadores sí tienen derecho a cierto nivel de pensiones y porque quien ha obligado a los trabajadores a formar parte de este sistema ha sido el propio Estado. "Si el sistema ha salido mal, no parece aceptable que el Estado se lave las manos y les haga soportar el coste", advierte, tras considerar incluso, que cuestiona la propia existencia del sistema.

Por eso, apuesta por una nueva reforma que deshaga parte de las medidas adoptadas y que dote al sistema de recursos adicionales y garantice a los pensionistas una tasa mínima. De hecho, asegura que España podría gastar un 30% más de lo que gasta tras la última reforma, e incluso ir un poco más allá.

En concreto, apuesta por pasar de un modelo actuarial --en el que los ingresos del sistema determinan los gastos del mismo-- a uno social, que funciona al revés y el gasto es el que determina los ingresos que se requieren. Esto se basa en que el objetivo de la Seguridad Social no debe ser actuar como una empresa privada e igualar ingresos y gastos, sino garantizar determinados niveles de bienestar en la jubilación.

MÁS INGRESOS PARA CAMBIAR EL SISTEMA

Para hacer el cambio, se necesitan ingresos adicionales que, según Funcas, pueden llegar por varias vías: impuestos, aumentos en tipos de cotización y otros ingresos. En concreto, Funcas cree que hay un "amplio margen" para recaudar más por impuestos en España y, aunque hay menos recorrido, también se pueden elevar las cotizaciones a cargo de los trabajadores. Igualmente, se podría potenciar el Fondo de Reserva emitiendo deuda en el futuro.

En concreto, Funcas propone extender la jubilación a los 67 años a toda la población, eliminar las jubilaciones anticipadas y establecer una pensión contributiva para cualquiera que haya cotizado, aunque sea menos de quince años. Además, se inclina por eliminar el factor de sostenibilidad y el índice de revalorización para sustituirlo de nuevo por el IPC, y establecer una cota mínima a la tasa de sustitución definida en términos netos.

CONTRIBUCIÓN A LA SOLIDARIDAD

Por el lado de los ingresos, la fundación pide aumentar las cotizaciones a cargo del trabajador en tres puntos y del empresario en un punto, así como eliminar el tope de las cotizaciones (sin aumento de las prestaciones). Además, apuesta por crear una "contribución a la solidaridad" que gravaría los patrimonios personales y las ventas de grandes empresas. Estos ingresos se destinarían a financiar las pensiones y a dotar el Fondo de Reserva.

El fondo, según Funcas, puede utilizarse de formar coyuntural, aunque cualquier disposición antes de 2030 debe ser repuesta para poder llegar ese año al 20% del PIB. Podría dotarse tanto con ingresos ordinarios como extraordinarios, como venta de activos y cobro de préstamos, entre otras cosas.

FINANCIAR LOS DÉFICIT VÍA IMPUESTOS

Asimismo, sugiere que se asuma el compromiso de financiar con impuestos generales cualquier déficit del sistema que surja ahora o en el futuro, y que cualquier reducción de cotizaciones sea compensada con una aportación permanente al sistema. Además, resalta la necesidad de reducir el fraude en las cotizaciones y pasar parte de las cotizaciones que ahora se destinan al desempleo a las pensiones cuando el paro baje del 10%.

Finalmente y siempre que sea viable según los acuerdos de estabilidad vigentes con la Unión Europea a partir del año 2030, Funcas propone que parte de las pensiones se financien emitiendo deuda y no con impuestos, lo que permitiría trasladar parte del coste de las pensiones de los años de más envejecimiento a los de menos envejecimiento.
Saludos

#6

Re: Jubilación a los 65 años

Buenas,publicado en cinco días:
España tiene 1,5 cotizantes por cada pasivo con prestación pública
Un funcionario por cada cuatro asalariados privados
JOSÉ ANTONIO VEGA MADRID 22-02-2016 07:53

España tiene ahora un nivel de cobertura socioeconómica desconocidamente bajo, con solo 1,5 personas cotizando por su trabajo por cada persona con una prestación pública, ya sea una pensión de la Seguridad Social o una prestación o subsidio por desempleo. Con esa proporción, y atendiendo solamente a los mecanismos estatales de protección contra la vejez, la enfermedad y el desempleo, de cada cinco personas, tres pagan y dos cobran; de cada diez, seis contribuyen y cuatro reciben prestación pública; esto es: un 60% soportan con sus cotizaciones las prestaciones del 40% restante.
Las cotizaciones de los activos se destian básicamente a dos contingencias: la pensión de jubilación (además de la de invalidez y bajas por enfermedad) y la prestación por desempleo en su modalidad de seguro y subsidio. En el caso de la Seguridad Social, tiene únicamente 1,82 cotizantes por cada pensión que abona, una tasa de cobertura en absoluto suficiente para financiar el sistema de pensiones, que registra un déficit de unos 12.000 millones de euros. Pero la tasa de cobertura económica es aún más preocupante cuando la balanza se inclina hacia el plato de los pasivos con los desempleados con prestación: desciende hasta 1,48 contribuyentes por perceptor.
El último día de enero pasado la Seguridad Social disponía de algo más de 19 millones de afiliados, aunque únicamente tenían empleo 17,104 millones. El resto son desempleados que mantienen su cotización mientras perciban el seguro de paro, que corre a cargo de las arcas del Estado, y que por su naturaleza temporal decaen pasados unos meses. Con la cotización de los citados 17,1 millones de ocupados deben financiarse en un reparto generacional continuo los 9,36 millones de pensiones (con una cuanía media de 893 euros por catorce pagas) que perciben los 8,5 millones de pensionistas que hay en España.
Y de esos mismos 17,1 millones de cotizantes (la aportación para sustentar el seguro de paro figura separadamente de la cotización general, pero la ingresa y gestiona también el Estado a través de la Seguridad Social) salen los recursos para abonar la prestación por desempleo de los 2,13 millones (2.134.099) de perceptores que la cobran. La suma de ambos colectivos de pasivos con prestaciones públicas es de 11.494898. Tal colectivo supone el 40% del total de cotizantes más perceptores.
La pérdida de fortaleza de la tasa de cobertura económica y social es imputable a la caída del empleo (en la crisis se perdieron 3,8 millones de puestos de trabajo, de los que solo se ha recuperado 1,3 millones), mientras que el número de pensionistas ha proseguido su parsimonioso pero imparable avance, y los desempleados con seguro aumentaron mucho en 2009 y 2010, pero descendieron una vez agotados los 24 meses de prestación acumulada con la cotización del ciclo alcista. Las tasas de cobertura o dependencia actuales no son sostenibles durante mucho tiempo, puesto que los recursos que aportan los cotizantes no son suficientes para mantener pensiones y seguro de paro. Solo un avance sostenido del empleo puede equilibrar las tasas, y con ellas, la salud financiera de la Seguridad Social. Con los números actuales, el sistema de pensiones registra un déficit abultado (no menos de 12.000 millones de euros), pese a haber estirado todo lo posible las bases de cotización en los últimos años y haber nacionalizado los beneficios de las mutuas de accidentes de trabajo.
2,5 cotizantes/pensión, punto crítico
La Seguridad Social disponía de superávit solo cuando tenía al menso 2,5 cotizantes por pension, tal como ocurría cuando estalló la crisis, en 2007, pero teniendo en cuenta que entonces, hace tan solo una decena de años, las bases de cotización eran más elevadas porque no se había producido la devaluación salarial que ha devuelto la competitividad exterior al país, y las prestaciones más bajas, puesto que cada vez se incorpora como pensionista gente con carreras más largas y aportaciones más generosas. Gráficamente, puede decirse que por cada pensionista que sale del sistema por defunción y que cobraba una media de 800 euros mensuales, entra uno nuevo recien jubilado que percibirá 1.350 euros por catorce pagas. Un diferencial solo asumible con un incremento en el número de cotizantes muy superior al de los pensionistas, y con aportaciones muy superiores.
Cataluña y País Vasco, peor que la media en Seguridad Social

Tanto Cataluña como País Vasco tendrían problemas para financiar las pensiones de sus moradores si como han planteado en varias ocasiones, la última por parte del País Vasco muy reciente, se regionalizase la caja de la Seguridad Social. Si solo utilizasen cada una de las regiones los recursos que aportan los cotizantes allí radicados, los sistemas de pensiones estarían en un abultado déficit a juzgar por el número de cotizantes y el colectivo de pensionistas, amén de qué cuantías tienen tanto las aportaciones como las pensiones. En el caso de Cataluña la relación de dependencia o cobertura del sistema está en 1,81 cotizantes por pensión, ligeramente inferior a la media (1,82), y donde solo Barcelona supera la media. En el País Vasco la relación es de 1,68, y solo Álava supera el 2 (2,04).
Un vistazo a las tasas de cobertura por regiones o por provincias permite detectar que solo cuatro comunidades (Madrid, Canarias, Baleares y Murcia) tienen dos cotizantes al menos por cada pensionista, y serían las únicas en las que las aportaciones de los activos permitirían asegurar las pensiones en sus territorios si la Seguridad Social estuviese regionalizada; afortunadamente, el sistema de pensiones tiene caja única, pues la solidaridad intergeneracional se extiende también a la interterritorial.
Por encima de la media de cobertura (1,82 cotizantes por pensión) están las comunidades de Navarra, Murcia, Madrid, Canarias, Baleares y Andalucía. La mayor holgura se produce en Madrid, con 2,59 cotizantes por cada pensión, mientras que los problemas más serios se presentan en Galicia y en Asturias. En ambos casos hay prácticamente un contribuyente por cada pasivo con prestación de jubilación o invalidez: en Asturias cotiza 1,14 personas por cada una que cobra, mientras que en Galicia aportan 1,23 personas por cada una que recibe prestación pública de Seguridad Social. Pero incluso en un par de provincias gallegas la relación es negativa, pues hay más perceptores de pensión pública que cotizantes. Es el caso de Lugo, con 0,97 contribuyentes por cada pensión, (tiene 115.000 cotizantes con empleo y 118.900 pensiones) u Orense, con 0,89 cotizantes por pensión (97.970 que pagan y 109.345 que cobran).
En una situación muy parecida están dos provincias de Castilla. Zamora tiene únicamente 54.837 cotizantes y 50.239 pensiones (1,09 contribuyentes por cada pensión pública), y en León solo cotizan 149.032 personas para financiar 142.518 pensiones públicas (1,04 cotizantes por prestación de Seguridad Social).
En la parte más holgada de las finanzas de la Seguridad Social se encuentran Almería, con 270.018 contribuyentes y solo 99.679 pensiones, y una tasa de solvencia de 2,7; la citada Madrid, con tasa de 2,59; Las Palmas, con 2,42 cotizantes por pensión; Tenerife, con 2,36; Guadalajara, con 2,09; o Málaga, con 2,08.
El desempleo deteriora la tasa de cobertura

Las dos comunidades en las que más se deteriora la tasa de cobertura socioeconómica con la incorporación de los pasivos con prestación por desempleo son Andalucía y Extremadura, ya que ambas tienen las tasas de paro más elevadas del país. Así, mientras que la relación cotizantes sobre pertceptores pasa del 1,82 al 1,48 con la incorporación de los parados con seguro y con subsidio, en Andalucía pasa de 1,87 (superior a la media nacional) al 1,35, mientras que en Extremadura desciende desde 1,66 a 1,19 cotizantes por cada pasivo con prestación.
En el caso de Andalucía, tiene ahora 566.122 parados con asistencia económica, más del 25% de todo el país, como consecuencia tanto del elevado desempleo como de la existencia del sistema de protección exclusivo junto con Extremadura para eventuales agrarios, que proporciona prestaciones a más de cien mil personas. De hecho, en Andalucía una cuarta parte de los pasivos con prestación pública son parados, no pensionistas. Las provincias con uso más intensivo del subsidio agrario para eventuales son Sevilla, Córdoba y Jaen. En el caso de Sevilla hay ahora prácticamente tanta gente cobrando subsidio agrario (28.197 personas) como seguro contributivo de paro (30.881). En Córdoba y en Jaen, sin embargo, el subsidio duplica y triplica, respecticamente, la cobertura contributiva de desempleo. El descenso de la tasa de cobertura con la contabilización del seguro de desempleo es también acusado en Canarias, también con desempleo elevado, ya que desciende la relación de dependencia de 2,39 a 1,71. Las tasas de dependencia o cobertura económica más estrechas con la incorporación de los parados se producen en Asturias, con un perceptor por cada cotizante (1,01) y Galicia (1,07).
Saludos

#7

Re: Jubilación a los 65 años

Aún preocupándome no me atormenta este problema y antes de que me fustiguéis con el latigo me explico.

Mi barba ya peina canas, como buen mapache que se precie, y mi padre que las gasta mas bonitas si cabe, las canas, tiene la costumbre de guardar revistas de hace muchos años.

Es un ejercicio bárbaro para desdramatizar la actualidad leerte una revista de hace 20 años, porque resulta que la lees y según eso y atendiendo a lo que se habla aquí HOY POR HOY esto es el reino de Mad Max, aquí ya nadie cobra un duro del Estado, ni pensiones ni paros ni gaitas.
Era el caos lo que se avecinaba...y después resultó que vino la bonanza, el mamoneo inmobiliario en el que tantos y tantos se han hecho millonarios sin saber leer apenas, etc, etc, etc.....y la consiguiente crisis que viene tras ardua borrachera de billetes sin control.

Por eso me atrevo a decir que ni tanto ni tan calvo, seguiremos cobrando pensiones, unas serán más baratas, otras iguales, intentarán ahora que bajen, luego vendrán otros que las subiran y dependiendo del momento en que nos toque pues tendremos más o menos suerte y nos jubilaremos antes o después

Y vaticino esto aún siendo mas tonto que una albarda, dudo que el porcentaje de españoles que se jubilen a los 67 llegue alguna vez NI AL 25%....al tiempo

Y ojo, lo veo muy bien que 65 ya vá bien para casi todos los trabajos.