Vamos a ver, vamos a ver, no tergiversemos que tan mala no soy... Jamás en mi vida he tenido la fea costumbre de no regalar puros habanos al fumador que desee un puro habano como regalo. De hecho a mi padre siempre le han ido los Cohiba, los Montecristo y algun Romeo y Julieta, que eran muy románticos, ;-), y yo, como buena hija que soy, aún no gustándome que fume, le he comprado algun purito suelto. No toda la caja -no por escatimar, que tan potra no soy- sino pensando en su salud.
Mi falta o vicio no es, pues, que no regale puros. La virtud consiste en no permitirle a mi marido fumar, sean cigarrilos o puros. Ya me lo agradecerá el día de mañana. Y el día de hoy creo que le compensa, ;-)
Te puedo asegurar que más de una vez y más de dos acudo al diccionario, y no me avergüenza decirlo. Me parece que quien lee, aprende y en éso estamos cada día.
Un abrazo
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.