Re: Sólo los primos acuden a una OPV
El plan maestro / ¿Una pequeña BROMITA?/ 100% o 99.99%/ ¿regalar dinero? ¡menuda afición!.
Dice usted que es un aprovechado, pues aproveche mientras dure, a mi no me molesta.
Le voy a revelar un secreto, mi plan maestro es hacer de flautista de hamelin.
Cuando alcance los 3 millones de seguidores y me acusen de manipular los mercados, a todos aquellos que quieran acceder a mis análisis de analisto, les cobraré una tarifa mensual.
Esto es una pequeña ¿Bromita?.
Si lleva un tiempo leyéndome sabe que de vez en cuando hago alguna que otra bromita sobre esto o aquello.
También realizo algún que otro truco de magia y algún espectáculo de fuegos artificiales.
Se dice que en bolsa no hay nada GRATIS.
También se dice que la gente no regala dinero a desconocidos normales y corrientes(excepto necesitados y demás).
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Deberíamos de decir que en bolsa nada es gratis el 99.9999999% de las ocasiones.
También deberíamos de decir que en el 99.999999999% de las ocasiones no vamos a encontrarnos dinero en el buzón, o debajo de la puerta o fajos de billetes en el jardín de tal o cual ciudad esparcidos por aquí y por allá, o dinero que cae volando desde ¿el cielo?, no, desde un monumento histórico, a una altura aproximada de 9 metros, en el que un personaje con un gorro, unas gafas de sol y un pañuelo vaquero cubriéndole el rostro, algo que le hace parecer un bandolero, tira, desde lo alto fajos y fajos de billetes de 10, 20 y 50 euros que extrae de una bolsa de cuero negra.
Este acto no es ilegal.
Además el personaje se ha asegurado de que la gente que reciba el dinero esté en una zona peatonal, no en una zona en la que pasan vehículos (en cuyo caso podrían darse accidentes).
Al principio la gente no se cree lo que está pasando, dado que es algo INESPERADO, es sorprendente, pero durante 30 o 40 segundos nadie reacciona, entonces unos pocos hacen lo que deben de hacer y el resto les siguen sin pensar en nada.
Un montón de gente está viviendo algo que en teoría era imposible, en ese momento el factor sorpresa juega a favor del personaje que es el que maneja los hilos de esta historia y es el único que conoce el inicio y el final de este acto de ¿diversión?.
La gente de abajo está tan pendiente de recoger los billetes que lógicamente a ninguno se le ocurre perder el tiempo grabando la escena.
En menos de tres minutos el dinero deja de llover, todos levantan la vista, el personaje ha desaparecido.
Nadie lo ha grabado, no hay pruebas excepto los fajos de billetes (pequeños o grandes en función de la suerte) que atesoran los agraciados.
Nadie les va a creer cuando lo cuenten en casa o cuando se lo cuenten a sus amigos.
Un rumor se extiende por la ciudad, mucha gente piensa que es una leyenda urbana local, teóricamente es algo imposible, seguramente los que lo cuentan han estado bebiendo más de la cuenta.
Hay gente con aficiones raras, algunos se divierten robando, otros trileando, otros regalando dinero a desconocidos, y otros robando por un lado y regalando por el otro, ¡manda truco!, ya sabemos que para gustos pintan colores y también sabemos que hay de todo en la viña del señor.
