Hablo en general y para cualquier empresa, lo cual entiendo que puede ser extrapolable a la banca en algunos casos, obviamente no en todos ni de lejos, bien …… yo no tengo tan claro que un banco intervenido suponga ventajas sobre los “no ayudados”, teóricamente sí que supone jugar con cartas marcadas uno, y a ciegas otros, pero insisto en mi opinión es teoría pura, ya que este tipo de ventajas competitivas, por una parte si ha supuesto el nombramiento de administradores o parte del equipo nombrado a dedo, porque a menudo se trata de gestores que deberán priorizar en “poner orden en casa” y el crecimiento empresarial queda en segundo término, un caso más o menos reciente fue Banesto en España, el equipo inicial capitaneado por D. Alfredo Sáenz (actual consejero delegado de Banco Santander) se dedico a “poner orden”, recuperar la presunta morosidad incipiente, la desinversión en activos no estratégicos, etc., a los efectos de recuperar la empresa, y toda “la casa” en sentido figurado se dedicaba a “barrer, fregar, recuperar y ordenar”, es que no hay otra, y una vez el “orden a velocidad de crucero” vas y te pones al impulso comercial / ventas, no es posible, o lo será solo en casos contados, hacer las dos cosas a la vez y con éxito.
Y luego está el “pulso del mercado”, una empresa con problemas, tiene a la vez dificultades considerables para que el mercado la considere su “primera opción”, mucho potenciales clientes preferimos trabajar con empresas que tienen una marcha regular que irnos a empresas que tienen ciertas dificultades, (esto vale para bancos, fabricantes de zapatillas o vendedores de cartuchos de dinamita), y aunque estas sean subsanables, y ya sé que hay todo tipo de clientes, que algunos esto no lo tienen en cuenta, pero no es menos cierto que una buena parte sí que sus prioridades son acudir antes a “mercado regular”, que a “mercado …. ay no sé …. o mercado vete a saber que se cuece…”