Muchas veces, con esta primera información ya desisto. Por ejemplo, si aprecio una abultada deuda financiera que no baja, o que no crece su cifra de negocio, o que tiene un margen histórico bajo, etc...
También suelo bajarme información sobre las que Invertia me cataloga como competidoras. Veo sus primeros ratios y establezco comparaciones.
A partir de aquí, lo primero, es ver en su Balance si no tiene deuda financiera y si tiene tesorería excedentaria. Muchas veces, no merece la pena seguir a la luz de estos datos, si tu objetivo es no perder tu dinero, ante un renuncio o ajuste de sus bancos a la refinanciación de su deuda. También me fijo, en un primer golpe de vista, en lo abultado de su activo inmaterial, de su fondo de comercio, de su inmovilizado material y de sus deudores.
Ya después, inicio el cálculo numérico, el análisis de la cuenta de pérdidas y ganancias, sus flujos de caja, su balance,... que eso ya lo tengo estandarizado casi.
Muchas veces, te digo, que si no cumple mis expectativas en el cálculo de los ratios de explotación históricos, no sigo. Es una pérdida de tiempo. Lo que no se ha hecho en los últimos diez años, no se va a hacer en los diez siguientes, tendría que producirse un cambio brusco en su catálogo de productos, o un cambio de dirección estratégica, y ¿hay que apostar al futuro de las buenas palabras?
La valoración de la empresa, el valor de sus acciones, no ya el precio, no lo calculo hasta que no soy capaz de tener la percepción de su capacidad de crecimiento. Esto es difícil, pero hago cálculo de sensibilidades, y...
Ya sabes que tardé casi cinco meses, en ratos libres, para analizar el Grupo DIA, aunque lo mezclé también con otros post del blog. En aquella valoración, estuve casi tres semanas en China, una en Turquía, y otras pocas en Brasil, Argentina, Portugal y Francia, visitando páginas web que había que traducir con información del comercio local, los operadores relevantes, sus cuotas, el número de establecimientos, hechos de relevancia local que le afectasen,... Vaya, muy de investigación.
Entonces, cuando lo tuve claro empecé a escribir, y a la par que escribía, pensaba. Pues ya sabes, salió casi un libro, lleno de pequeñas y grandes cosas, de matices y de algún gazapillo que colaron en el spin-off.
Una vez que ya tienes todos los cálculos, ya pasaron cinco meses desde el inicio, es cuando calculo el margen de seguridad, la diferencia entre mi valoración objetivo y su cotización. Aquí hay que ser exigentes, 30%-40% de descuento, sino mejor búscate otra empresa donde invertir.
Pero los bancos de inversión te asesoran, te dan precio objetivo y algunos ponen su dinero. No te fíes, estos bancos no trabajan para ti, trabajan para el otro.
También te digo una cosa. Invierte en empresas grandes, que tengan marcas que conocía ya tu abuela, que la gente las use a diario y que no te quepa duda que la seguirán usando. No inviertas en empresas que acaban de nacer ayer, aunque te digan que van a revolucionar el mundo y pierdes una oportunidad si no entras. No te preocupes, el mercado siempre te dará alguna oportunidad más tarde o más temprano para entrar.
Mira, Paco, todo esto que me has contado me parece muy bien, pero para mi es más fácil hacer cuatro rayas y ver la tendencia, me han dicho, que yo sólo tengo que seguir la tendencia, que es donde va el mercado, donde van las manos fuertes.
¡Ten cuidado con las manos fuertes! Juegan para ellas.
Mira, para que sepas de lo que te hablo, mejor te lees estos dos informes y luego si quieres hablamos:
Juan, ahora tranquilo.