Podemos ver lo que ocurrió en Francia en los años 30 después de la gran crisis financiera, por ejemplo:
Francia ha quedado seriamente afectada desde 1931 por la Gran depresión, nacida en 1929 en los Estados Unidos. La crisis económica y social afecta especialmente a las clases medias, que constituían el soporte tradicional de la República Francesa. El poder político se demuestra incapaz de aportar soluciones, lo que causa una altísima inestabilidad gubernamental (entre mayo de 1932 y enero de 1934 se suceden cinco Gobiernos distintos), y todo ello en su conjunto contribuye a alimentar el rechazo frente al parlamentarismo.
Este antiparlamentarismo fue también alimentado por una larga sucesión de escándalos de tipo político y financiero: Caso Hanau (Marthe Hanau había movilizado sus apoyos políticos para atraer, gracias a su diario La Gazette du franc, los ahorros de los pequeños inversionistas); caso Oustric (la quiebra fraudulenta del banquero Albert Oustric precipitó en 1930 la caída del Gobierno de André Tardieu, cuyo ministro de Justicia estaba mezclado en el asunto); y, finalmente, la causa inmediata de los hechos del 6 de febrero, el caso Stavisky.
El 23 de diciembre de 1933, el director del banco Crédit communal de Bayona, Gustave Tissier fue arrestado por fraude y por la puesta en circulación de billetes falsos por un importe total de 235 millones de francos franceses. Se descubrió rápidamente que Tissier no era sino el ejecutor del fundador del Crédit communal, Serge Alexandre Stavisky (alias El bello Sacha, un conocido estafador de origen ruso bien relacionado con círculos próximos a la clase política dirigente), que había organizado este fraude de común acuerdo con el diputado y alcalde de Bayona, Dominique-Joseph Garat.
La investigación permitió el descubrimiento de las numerosas relaciones sostenidas por el estafador en los medios policiales, periodísticos y judiciales: el diputado Bonnaure, el senador Renoult, el ministro de Colonias y antiguo ministro de Justicia Albert Dalimier, los directores de periódicos Dubarry y Aymard, todos ellos habían sacado provecho de las magnificencias a cambio de darle su apoyo; el procurador general Pressard, cuñado del presidente del Consejo de Ministros Camille Chautemps, había maniobrado para que el proceso que se le había instruido a Stavisky fuese indefinidamente postergado mediante nada más y nada menos que 19 aplazamientos de su juicio.
El caso hizo estallar un escándalo político cuando se conoció que Stavisky era ya anteriormente objeto de investigaciones policiales, investigaciones sofocadas de resultas de la intervención de ministros o parlamentarios corruptos. La consecuencia fue finalmente la caída del Gobierno de Camille Chautemps.
Un acceso de antiparlamentarismo sacudió al país, aún más violento que el ocasionado por el affaire Hanau o por el affaire Oustric. La situación acabó por desembocar en los tumultos y disturbios del 6 de febrero de 1934.
http://es.wikipedia.org/wiki/Disturbios_del_6_de_febrero_de_1934
http://es.wikipedia.org/wiki/Caso_Stavisky