Cambioyev
09/09/13 18:27
Ha comentado en el artículo La precarización del empleo
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Lo primero que advierte Víctor Ruz es que asume que el fracaso «fue mío y solo mío». «No echo balones fuera ni le echo la culpa a otros de haber tenido que cerrar mi empresa, pero creo que hay que contar la verdad y no pintarle a la gente el mundo de color de rosa, como me lo pintaron a mí», argumenta este ex emprendedor malagueño.
Su empresa, Indiestudio, dedicada al diseño industrial, nació en 2008 ungida para el éxito: ganó el premio Spin Off de la Universidad, recibió un préstamo participativo de 100.000 euros de la Junta y estuvo alojada en la incubadora de empresas del CADE en el PTA.
Hace dos años, Ruz y su socio decidieron tirar la toalla. ¿Qué falló? «Nos sobrevaloramos y subestimamos lo que suponía gestionar una empresa. Nos falló la venta y la gestión de cobros; el negocio no se sostenía. Para que una empresa funcione necesita cinco o seis personas muy buenas en lo suyo: ventas, administración, finanzas, personal... No lo puede hacer todo el emprendedor. Pero nos creímos un mensaje falso», explica.
Ruz asegura que su vocación sigue siendo emprender, pero que no lo volverá a intentar en España «mientras no cambie esta cultura de la chapuza».
Aún arrastra deudas de su etapa de emprendedor, de la que «me ha costado dos años recuperarme», asegura. Ahora se prepara para mudarse a California a finales de año con la idea de «buscar trabajo o conseguir financiación para montar algo allí». Asegura que no quiere lanzar un mensaje negativo, sólo «insistir en que es una gran irresponsabilidad animar a la gente a que emprenda sin estar preparada, porque montar una empresa puede ser lo más bonito del mundo pero también puede ser un infierno».
Del artículo «Recuperarme de mi etapa de emprendedor me ha costado dos años y aún tengo deudas»
http://www.diariosur.es/20130909/local/malaga/recuperarme-etapa-emprendedor-costado-201309091013.html