Las cosas buenas de la intervención a España
Siempre que oigo decir que una intervención a España sería lo peor del Mundo, me pregunto si es del todo cierto, me explico. Ahora mismo el problema que veo en este país, aparte de otros muchos, es que estamos gobernados por un bipartidismo que a lo único que se ha dedicado y se sigue dedicando, aunque nos quieran hacer creer que no, es a salvarse las espaldas. Véase el ejemplo de las cajas, gobernadas por políticos amigos de ambos partidos de bastante dudosa capacidad financiera que han llevado a estas entidades a la quiebra en muchos casos y ¿cual ha sido la solución?, inyectarles un montón de dinero que al final pagaremos todos. Así se podría seguir con muchas empresas públicas, obras faraonicas que no se paralizan por no fastidiar a la empresa del Ibex de turno, canales autonómicos (por ejemplo la deuda de Canal Nou era igual a la primera congelación de salarios de funcionarios de Zapatero, sino recuerdo mal).
Todo esto agravado por otros de los dos grandes fallos de la constitución, el estado autonómico. (el otro gran fallo lleva corona, pero ese es otro tema) Con la historia del café para todos esto se convirtió en una guerra de quien podía chupar más del estado aunque fuera en cosas innecesarias, y de esos polvos vienen estos lodos.
En resumen, si tiene que venir la Troika, Merkel o el Espíritu Santo y acabar con todo este conglomerado de aprovechados parasitoides (los parasitoides son aquellos parásitos que una vez se han alimentado de su huesped acaban con la vida de éste) pues que vengan, pero con medidas reales, no jugando con el pan de los que menos tienen ni recortando del chocolate del loro.