Lo que acaba de ocurrir en Mercadona es terrible e ilustra muy bien el estado de las cosas

Estoy totalmente de acuerdo contigo.

Aunque cada uno está en su derecho de hacer con su dinero lo que crea conveniente, ante una situación de este tipo no esta de mas pegar cuatro voces para remover conciencias y que alguno se despierte, que muchas veces no somos conscientes de lo cerca que podemos estar de encontrarnos en esa situación.

Por cierto, cuando he leido lo sucedido me han entrado ganas de LLORAR.

No hago mas que pensar como se deben sentir las familias a las que Bankia les ha quitado su casa por no poder pagar la hipoteca y que ahora ven como le damos 4.400 millones de euros pagados entre todos (incluidas las familias a las que han quitado su casa). Cualquiera de nosotros mañana podemos ser uno de ellos. Lo que no podemos ser es miembros del consejo de administración de Bankia.

Saludos a todos.

Yo NUNCA le suelto un euro, ni medio siquiera, a nadie que me lo pida (activa o pasivamente) en la calle.

A mi no me da verguenza que en una cola me apunten con el dedo por no soltar un euro. Me da verguenza que alguien que sabe que no tiene dinero se meta en un super, llene el carrito, y luego tire de pena para pagar la cuenta.

Una cosa es llenar el carro de la compra con 30 litronas de cerveza y dos sacos de patatas fritas y otra muy distinta coger un litro de leche y un paquete de macarrones.

El día que tengas hijos y no tengas que darles de comer ya te diré yo donde te metes la vergüenza..

Porque...¿A que tu no sabes lo que es abrir la nevera y que no haya nada de nada?. Pero nada es nada..

Amigo; es que es fácil ver los toros desde la barrera. Ahora bien, si te encuentras con un morlaco frente a ti y tu armado con un trapito.....,¡pies para que os quiero!

Que conste que esa ley no la hice yo, eh, que soy mayor, pero no tanto, ;-)

Hace dos semanas me ocurrió una anécdota terrible. Me impactó tanto que luego en casa por la noche, no podía evitar llorar.

Fui al atardecer a echar la bolsa de basura, como casi todos los días y me encontré un matrimonio, como tú dices, aseaditos, de buen ver, rebuscando en el contenedor que estaba lleno a rebosar. Nunca entendí el concepto de "malas pintas" porque las apariencias a menudo engañan.

Cuando fui a arrojar mi bolsa, la mujer se dirigió a mí y me preguntó si tiraba algo de comer. Me quedé helada. Como colaboro con un comedor social desde hace tiempo, les indiqué a dónde podían dirigirse, pero no creas que me prestó mucha atención o por lo menos la disimuló muy bien.

Sinceramente no entiendo que alguien se avergüence de estar pasando hambre y de tener que solicitar ayuda social, comida, o lo que sea. Más bien tendrían que avergonzarse otros que teniendo de todo, envían dinero público a paraísos fiscales sin el menor pudor.

Espero y deseo que el tratamiento que haces en tu post dirigido a mí, sea un "tú" impersonal, porque si no, es que no habrías entendido mi anterior post. En caso afirmativo, te disculparía porque no me conoces de nada.

Un saludo cordial

Tienes toda la razón, si te queda algo de comida en la nevera te quedarás con hambre para dársela a tus hijos pero cuando está vacía, ah!!!, amigo esa es otra historia.

Si esto se generaliza, que al paso que vamos es lo que tiene pinta de ocurrir, sumamos los tratos de favor a las entidades bancarias, la amnistía a los defraudadores, las subidas de impuestos y la sensación de que a los gobernantes de este país les importa muy poco lo que le pase al ciudadano medio, estamos sembrando una semilla muy peligrosa.

Recordemos que la Revolución Francesa se produjo, básicamente, cuando los ciudadanos, hartos ya de tantos abusos no tenían con que alimentar a sus familias.

Creo que hay que saber valorar las distintas situaciones y obrar en consecuencia.

Te contare como mi padre me enseño a distinguir estas situaciones. Estaba curiosamente en Barcelona, tipico viaje con mis padres siendo yo un niño. Estabamos frente a la catedral y habia una señora ciega y mayor pidiendo. Al otro lado una gitana joven. Mi padre me dio 200 pesetas y me dijo dale esto a la señora. De la que iba pense en repartir el dinero entre la señora mayor y la gitana. Asi que fui y le di 100 pesetas a cada una.

Saltandome las palabras de mi padre se enfado conmigo y me monto una bronca monumental. En aquel momento yo solo llore, era un niño.

Despues de unos años, cuando ya no era niño, lo entendi todo.

Espero puedas tu solo extraer la moraleja.

La historia me resulta sorprendente,porque estas personas normalmente se acercan antes a caritas o a alguna asistencia social,mucho antes de humillarse en público en la cola de un supermercado.

A mi me ha pasado alguna vez estar en un bar o en la calle y que me pidan dinero para comer,normalmente lo que hago es decirle no te doy dinero pero si quieres comer yo te lo pago,unos aceptan,al que lo hace, después, le suelo indicar el comedor social de la zona y la dirección de caritas para que le echen una mano, otros se van echando pestes.

Por mi experiencia hay varios tipos de personas: el profesional que vive de la medicidad (que los hay y viven muy bien),el excluido por razón de adicción,delincuencia o enfermedad mental,que son dificilmente recuperables y después está la persona que le ha tratado mal la vida,esta no es la que pide por las calles por norma general,sino que se acoge a las diversas organizaciones sociales hasta que consigue remontar.

Para terminar,pienso que cuando la vida nos trata bien,debemos devolver algo de lo recibido....