Re: Me voy a Lisboa
Aviso importante, el contenido de esta serie de post puede herir la susceptibilidad de los lectores,
Si un día te miras al espejo y no responde a tu imagen, es que no existes. Se te ha ido el rostro por las cloacas de la vida para ser abono de girasoles. Espejo de amaneceres con ilusiones frescas, féretro ahora porque no queda tiempo para los sueños.
Un reportaje en televisión se ha clavado en el ambiente como un puñal. Mujer. Treinta y ocho años. Hermosa. Bata desabrochada con picardía suficiente para que se adivinen los pechos, los muslos, el vértice de la vida, su rosa azul. Farmacéutica. Dos hijos. Divorciada. Techo hipotecado, de los tiempos en que su licenciatura le valía para regalar sonrisas a sus hijos, su recibo bancario, unas cervezas con besos y un nuevo amor de domingos por la tarde.
Le ha cambiado el camino. La cola del INEM metamorfosea la existencia y ya no eres capaz de averiguar si lo que arrastras es tu vida o una sombra descolgada de un alma destruida. Ha escarbado las calles durante meses en busca de trabajo. Ya le llamaremos. Ya le llamaremos. Ya le llamaremos. Letanía repetida, ventolera capaz de llevarse las ilusiones hasta estamparlas contra un malecón rocoso.
Detesto a las víctimas que respetan a sus verdugos.