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Sin palabras, el enemigo en casa. El Día Internacional contra la Violencia de Género

220 respuestas
Sin palabras, el enemigo en casa. El Día Internacional contra la Violencia de Género
Sin palabras, el enemigo en casa. El Día Internacional contra la Violencia de Género
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#161

Re: Sin palabras, el enemigo en casa. El Día Internacional contra la Violencia de Género

Pues no veo normal que no te puedas plantear salir solo, que te controle el móvil o el correo...

Saludos

#162

Re: Sin palabras, el enemigo en casa. El Día Internacional contra la Violencia de Género

Lo que no me planteo es salir solo y no decir a donde voy.

#163

Re: Sin palabras, el enemigo en casa. El Día Internacional contra la Violencia de Género

A las mujeres les pasa todo lo que dices, pero los obreros pierden dedos, manos, antebrazos, brazos, piernas. Quedan paraplejicos, tetraplejicos, silicoticos, cancerosos, y todo tipo de accidentes y enfermedades causadas por el trabajo, que parece que tampoco tienen importancia frente a esos horrores caseros de los que hablas. Y todos esos accidentes son esperados, pues son consecuencia del riesgo del trabajo y, en algunos casos, de la falta de medidas adecuadas contra esos riesgos. No se si te suena eso de "solo era cuestión de tiempo que pasara".

#164

Re: Sin palabras, el enemigo en casa. El Día Internacional contra la Violencia de Género

¡Bravo!. No puedo añadir ni una sola palabra.

#165

Re: Sin palabras, el enemigo en casa. El Día Internacional contra la Violencia de Género

Siento si te ofendí, simplemente me encendí con lo que decías, por restar importancia a algo qu si la tiene.
Los accidentes laborales o de tráfico son muy lamentables, y aunque evitables, son accidentes,y hay que hacer lo posible por evitarlos, el maltrato va contra los derechos humanos y tambien hay que hacer lo posible por evitarlo, no hay que quitar protagonismo a una cosa en favor de la otra, es mas, que se hable en los programsas de corazón tan alegremente de lo que es o no es maltrato, y se hable tanto, tal vez no sea bueno, se camufla la realidad y en mi opinión, cada uno lo usa en su beneficio, se vanaliza. Y no entiendo porque dudas de que vivir con miedo sea un horror, te quita personalidad, y te anula como persona. Y a los animales tampoco hay que maltratarlos.
Ah, No me va el latin, me van los números.

#166

Re: Sin palabras, el enemigo en casa. El Día Internacional contra la Violencia de Género

Hola a todos. Un hilo muy interesante y muy ilustrativo; es un pequeño muestrario de opiniones e interpretaciones muy diversas. Quisiera aportar las mias:

Me gusta mucho elucubrar sobre esta cuestión, a solas o en compañia; al hacerlo intento una mirada neutra, carente de género; es decir, no como mujer, sino como ser-humano-en-sociedad. Entiendo que si mi posición fuera únicamente como mujer, aceptaría la oposición masculino-femenino y peor aún aceptaría el discurso oficial que nos empapa: soy mujer, luego soy potencial víctima de un hombre.
Y me resisto a ello.

Según una amiga antropóloga, agricultura y matrimonio nacen a la par. El varón atesora propiedades: tierras y sus cosechas; mujeres e hijos.

Este, al parecer, sentido de la propiedad que aporta el sedentarismo es el lastre, el núcleo que se debería atacar.

No voy a extenderme en las soluciones que se me ocurren, pero me parece imprescindible una de ellas: y ya la apunta Scora: es la revisión del lenguaje, del vocabulario. No percataríamos de que estamos impregnados, nosotras y nosotros, de multitud de expresiones que empañan nuestra convivencia. (evitando así la plácida y confortable complementariedad).

A pesar de haber nacido en la década de los sesenta (aluvión machista por doquier, infancia poblada de príncipes buenísimos y barbados malísimos,...), tuve la fortuna de haber sido educada en el ejemplo. El ejemplo de mis padres que depués de más de 60 años juntos jamás, jamás se gritaron. Y diría que nunca se enfadaron( o al menos tuvieron el decoro de hacerlo a solas. El privilegio del amor lo tuvieron ellos (algo tan íntimo) pero lo que estaba claro a los ojos de todos es que querían estar juntos y complacerse. Y lo hacían.

Por eso nunca acepto lo de "gritarse a veces es normal, como todas las parejas"
Gritar no es normal. Si no es para comunicarse con alguien que esta muy lejos es una agresión verbal. Todo puede ser expresado, planteado, protestado, negociado con un volumen de voz y un vocabulario que no agreda ni amedrente a quien lo escucha. No es así?. Por qué no hacerlo?

Gracias a todos por vuestas opiniones. En absoluto comparto las que invitan a retroceder: torturas y venganzas.

Todos somos un sólo ente, pero con distintas mentes. Es lo que dice un amigo.

Hasta pronto.

#167

Re: Sin palabras, el enemigo en casa. El Día Internacional contra la Violencia de Género

Puesto que los recursos son finitos, hacer politica es tomar decisiones respecto a su reparto. Cuando das demasiado a uno, quitas a los demas, incluso demasiado.

Si sabes como se utiliza Pareto para la resolución de problemas, me deberias entender bien.

Espacios de hausdorf, de hilbert, variedades diferenciales, transformadas integrales, campos escalares, campos vectoriales, geometrias no euclideas ¿hasta donde llegas?

ad hominem, o [ataque] al hombre, se usa cuando no se tienen argumentos para rebatir los del contrario, en lugar de atacar los argumentos se ataca a quien los da, es como cuando en politica uno dice a otro "usted, sr. X no tiene credibilidad".

Tan matematicas como el resto de matematicas es la lógica, esa vieja olvidada de la mayoria.

#168

Re: Sin palabras, el enemigo en casa. El Día Internacional contra la Violencia de Género

Son extremos, luego está toda la graduación intermedia, dese el que no pega a su mujer pero le falta el respeto, como la que le falta el respeto al marido. Y es que en todo hay grados, incluso en la violencia.

Recientemente en una reunión ya estabamos todos sentados y llegaron dos mujeres. Nadie se levanta, el jefe dice "¿que pasa?, ¿ya no hay caballeros?" a lo que alguien responde "no, es que no queremos ser machistas". Por eso hay que tener cuidado cuando se desea algo, no sea que se consiga.