Amigo Corsario: Este es un caso rarísimo desde el principio. Aquí nadie sabe quien es quien, ni que intereses se mezclan... La Audiencia Nacional (ese extraño Tribunal, que lo mismo vale para un "roto" que para un "descosido,) al resolver de forma tan peculiar sus causas, está dejando a la Justicia española en pésimo lugar ante la opinión pública, Letrados, Catedráticos y altos investigadores del derecho. No es que, necesariamente, tenga que resolver a gusto y medida de litigantes y cuantos a ella acuden en busca de justicia... Es que decide y resuelve con bastante desacierto apoyándose en normativas legislativas, jurisprudencias o criterios, hechos, y pruebas maanejadas -tanto formales o documentales-, que ella interpreta con extraña y dudosa intención juzgadora.
Ante un trabajo tan detallado y minucioso como el que ahora conocemos por Adebita, es altamente sospechoso que puedan darse decisiones o resoluciones sentenciadoras tan fuera de lugar como la S. de 5 Feb. 2010, que se presta a toda clase de conjeturasde profanos y menos profanos... En fin, doctores tiene la Iglesia, aunque algunos merecían estar fuera de élla.
Saludos