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Ratio Omega

El Ratio Omega, desarrollado por Cascon, Keating and Shadwick del “The Finance Development Centre” de Londres, es una métrica que prioriza el crecimiento de las inversiones e impide riesgos extremos. Para ello, este indicador relaciona las ganancias generadas durante periodos de subida por cada euro arriesgado en las bajadas. 
 
Este cociente está especialmente indicado para los inversores que buscan un crecimiento rápido en la curva de beneficios sin incurrir en riesgos extremos al considerar los retornos por debajo y por encima de un umbral específico de pérdidas. 
 
Además, “el Ratio Omega provee un indicador de la probabilidad total ponderada de pérdidas y ganancias que describe las propiedades riesgo-recompensa de la distribución de los retornos” (1).
 
La utilización de este tipo de ratios o indicadores, como también lo son el ratio Sharpe o el Downside risk, responde a que los inversores se enfrentan a diario a un entorno cambiante que influye a la hora de seleccionar los instrumentos financieros. 
 
Así, para minimizar los riesgos de inversión y tomar las mejores decisiones, existen diferentes fórmulas que ayudan a prever de antemano las rentabilidades o pérdidas según unas premisas establecidas.
 
(1). Favre-Bulle & Pache, 2003.

 

Fórmula del ratio Omega


La fórmula del ratio Omega es la siguiente:


En la ecuación, θ es el umbral que establecemos como referencia por debajo del cual se considera que se ha generado una pérdida (puede ser un 1% o 2%, por ejemplo). Asimismo, F(x) es la función de distribución acumulativa de x, que es la rentabilidad obtenida en cada transacción o periodo.
 
En este punto, vale recordar que una función de distribución acumulativa determina la probabilidad de que una variable aleatoria (en este caso, la rentabilidad del activo estudiado) arroje un resultado menor o igual a un valor dado.

En ese sentido, F(x) es la distribución acumulativa de retornos por debajo de un umbral θ.    

Para entender en simple la fórmula, lo que estamos haciendo es dividiendo la probabilidad de recibir ganancias entre la probabilidad de obtener pérdidas.
 
Cuanto mayor sea el ratio Omega, significa que el valor financiero ofrece mayores ganancias en relación con las pérdidas. Esto, para el umbral establecido por el inversor.
 
A diferencia del ratio Sharpe, este indicador prioriza que la rentabilidad supere una meta. Además, no coloca en el denominador el riesgo o volatilidad.
 

Ventajas y desventajas del ratio Omega


Entre las ventajas del ratio Omega podemos destacar:
  • Permite establecer de manera discrecional un umbral por encima del cual el inversor desea obtener ganancias.
  • Puede ser útil, particularmente, para aquellos inversores adversos al riesgo, que desean obtener, al menos, un mínimo de rentabilidad.
  • No es tan “prudente” o adverso al riesgo como el ratio de Sharpe o, más aún, el de Sortino que incluye en el denominador únicamente la volatilidad o riesgo a la baja.
  • Permite elaborar un ranking de distintas opciones de inversión.

Sin embargo, el ratio Omega también tiene algunas desventajas:
  • Su cálculo es complejo, en relación con otros indicadores, por lo que suele ser empleado más por inversores sofisticados.
  • Puede ser afectado por resultados anómalos dentro de los datos analizados.
  • Se recomienda su uso en conjunto con otros indicadores como el ratio Sharpe, ratio de Sortino o el ratio de Treynor. De manera aislada, podría no resultar tan útil.

*Artículo editado y complementado por @guillermowestreicher
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Ratio Omega, Xiaoying Zhou, 15 de enero del '23, Rankia.com
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