UNO. El hombre es el principal causante del cambio climático.
Principalmente por la emisión de gases de efecto invernadero y por la deforestación de extensas zonas arbóreas, como el Amazonas, que actuaba como un sumidero natural de CO2. Así, desde 1750 la presencia del CO2 en la atmósfera ha aumentado un 36%, la del CH4 un 130% y la del N2O un 17%. En los últimos 100 años la temperatura media global ha aumentado en 0,74°C. La tasa de calentamiento ha sido casi el doble en los últimos 50 años respecto de los últimos 100 (0,13°C de las últimas 5 décadas frente a 0,07°C de las 5 décadas previas). Durante el siglo XX ha aumentado el nivel del mar 17 centímetros debido a la fusión de los casquetes polares, los glaciares y la dilatación del agua por el aumento de temperatura. Las previsiones señalan que en los próximos 100 años la temperatura mundial subirá entre 0,6°C y 4°C. Ésto dará lugar a más días calurosos y de calor más intensos, a la vez que menos días fríos y menos heladas, con temperaturas máximas y mínimas más extremas. Habrá episodios de precipitaciones más intensas y períodos de sequía estival más frecuentemente. El nivel del mar subirá entre 18 y 59 centímetros.DOS. El hombre no es el causante de la subida de las temperaturas en la Tierra, o al menos no está probado de un modo absoluto.
Las verdaderas causas del cambio climático habría que buscarlas en los ciclos de la actividad solar, en la radiación cósmica o en razones naturales. A la hora de estudiar la temperatura del planeta no se cuenta con series largas y consistentes de temperatura. La escala centesimal para medir la temperatura es un invento relativamente reciente en la historia de la humanidad, pues fue propuesta por el sueco Anders Celsius en 1744. Los datos de temperatura previos al siglo XVIII se calculan por aproximaciones como los anillos de crecimiento de los árboles, los corales o las muestras de hielo polar, con el consiguiente grado de inexactitud. Si los datos de entrada de los modelos de ecuaciones que pretenden pronosticar la evolución del clima no son correctos sus resultados pueden ser puestos en entredicho. Ciertamente, dependiendo de los datos y de las ecuaciones los modelos predicen escenarios muy diferentes. La correlación entre la subida de temperaturas y la mayor emisión de gases de efecto invernadero es discutible. Entre 1940 y 1970 la temperatura global cayó ligeramente, mientras que la emisión de CO2 aumentó. El efecto “isla de calor” de las grandes ciudades, es decir, las áreas densamente pobladas son más cálidas que las áreas rurales, implicaría una distorsión en los datos de al menos 0,05°C. El grado de comprensión que tienen los humanos sobre la evolución del clima y del tiempo es todavía muy escaso.Los dos bloques de argumentos presentados arriba son ciertos, o cuanto menos discutibles, ya que la mayoría están respaldados por organizaciones científicas internacionales o por trabajos publicados por profesores universitarios.
Sin embargo, las fricciones entre los partidarios de estas dos teorías son habituales y los intentos por desacreditarse continuos. Por ejemplo, en agosto de 2006 se suscitó una tremenda controversia cuando se conoció que Intermountain Rural Electric Association, una cooperativa que produce una parte de su electricidad a partir de carbón, había donado 100.000$ a una fundación científica dirigida por Patrick Michaels, un conocido climatólogo de la Universidad de Virginia que se encuentra entre los “escépticos” sobre el origen humano del cambio climático. Una noticia que se unía a las acusaciones de que otros científicos “escépticos”, como el físico Fred Singer y el propio Michaels habían recibido fondos de petroleras como ExxonMobil. Por otra parte, el 12 de abril de 2006 Richard Lindzen, Profesor de Meteorología en el MIT, publicaba en The Wall Street Journal que “Los científicos que disienten de los alarmistas han visto desaparecer sus fondos, su trabajo ha sido objeto de burla y ellos mismo han sido etiquetados como marionetas de la industria, malos científicos o aún peor. Consecuentemente, las mentiras sobre el cambio climático ganan creencia”.
Consecuencias económicas del calentamiento global
Independientemente del origen del calentamiento del planeta, la realidad es que la temperatura sube y éso tiene enormes consecuencias económicas. Si nos centramos solamente en el caso español, debemos de fijarnos en el informe “Evaluación Preliminar de los Impactos en España por efecto del Cambio Climático” publicado en 2005 y encargado por el Ministerio de Medio Ambiente. En su redacción participaron 450 investigadores provenientes de muy diferentes disciplinas y en él se aborda el efecto que tendrá el cambio climático en la economía española.En el sector primario se pronostica que las altas temperaturas modificarán la frecuencia e intensidad de las plagas y enfermedades en cultivos y ganados. Además, los cultivos tradicionales se adaptarían al nuevo escenario. Curiosamente, se ha detectado que los productores vitivinícolas del Penedés están desplazando sus cultivos hacia el norte de España, buscando mejores condiciones térmicas. En el ámbito pesquero se prevé que habrá un cambio en la distribución territorial de las especies. En el entorno español aumentarán las variedades de aguas templadas e incluso subtropicales, mientras que en el Atlántico las especies habituales marcharían hacia el norte, buscando aguas más frías, lo que reduciría el rendimiento de esos caladeros.
Respecto al sector industrial, la subida de temperaturas y la falta de lluvia provocaría un incremento de la demanda eléctrica, aunque aquí también se abriría la oportunidad de potenciar la energía solar y eólica, pues se prevén más horas de sol y episodios de fuertes vientos.
Por último, en el sector turístico se estima que la estancia media y el número de turistas se podría acortar si en sus países de origen se dieran un invierno y una primavera más suaves. Por ejemplo, Canarias muestra una caída de visitante británicos por estas razones. En el segmento de turismo de nieve se registran menos días de temporada y menos pistas esquiables en sus resorts, como por ejemplo La Pinilla. Además, la subida del mar afectaría a la costa española, pues si sube el nivel del mar zonas como la Manga del Mar Menor y la Costa Brava peligrarían.
Las finanzas del Carbono
Es en este escenario cuando surgen como solución las Finanzas del Carbono (Carbon Finance), un campo en el que se estudia la posibilidad de transferir los riesgos que sufren las empresas en sus balances a mercados financieros organizados. El más conocido sería el mercado de derechos de emisión de CO2, un mercado nacido gracias al Protocolo de Kioto ya que en él se asignan unas cuotas de emisión por país y un calendario de reducción de emisiones. Cada país distribuirá los derechos de emisión que le corresponden a las empresas que contaminen, como cementeras, plantas de generación eléctrica, etc.... A partir de ahí las compañías que no contaminen tanto como lo asignado podrán vender en mercado sus derechos de emisión a otras compañías que emitan más de lo permitido. Por ejemplo, en Europa estos derechos se negocian en la European Climate Exchange.Pero, el desarrollo de la industria de derivados climáticos no acaba aquí. En Estados Unidos la Chicago Mercantile Exchange (CME) lanzó en 1999 contratos sobre variables climáticas. Entre ellos contratos de futuro y opción sobre temperatura, mensual y por estaciones en ciudades norteamericanas. El éxito de los mismos le ha llevado a pasar de 20 ciudades a 33: 18 en EEUU, 6 en Canadá y 9 europeas (entre ellas Barcelona y Madrid). A partir del 26 de julio añadirá también dos ciudades japonesas (Tokio y Osaka). Además, en la bolsa también se negocian contratos sobre nevadas en ciudades como Boston y Nueva York.
Además, las finanzas del carbono también han entrado con mucha fuerza en el mercado de los seguros. La propia Chicago Mercantile Exchange ha desarrollado 3 tipos de contratos de futuros sobre huracanes para 6 áreas de Estados Unidos. Los índices que supondrán el subyacente los calculará Carvill, un broker de reaseguro especializado en este tipo de eventos.
Mientras, la New York Mercantile Exchange (NYMEX) y la firma de reaseguro Gallagher Re anunciaron en diciembre de 2006 que lanzaban un mercado de futuros sobre catástrofes.
También, la titulización del riesgo de seguro a partir de los bonos sobre catástrofes y los bonos de seguro de vida viven un tremendo auge.
Para concluir, señalar que las Finanzas del Carbono son un nuevo campo que permitirá paliar el riesgo empresarial respecto al cambio climático, a la vez que abrirá el mercado a nuevos subyacentes verdaderamente apasionantes porque, como siempre se demuestra en la industria de los derivados, el límite lo marca la imaginación de cada uno.
Lecturas recomendadas:
“Implicaciones del calentamiento global en la Economía” de Ángel Pardo Tornero. Catedrático del Departamento de Economía Financiera y Actuarial de la Universidad de Valencia.
“El sector asegurador ante el cambio climático: oportunidades y riesgos” Francisco Muñoz Murgui. Profesor del Departamento de Economía Financiera y Actuarial de la Universidad de Valencia
NOTA: Los datos del epígrafe UNO han sido recopilados de la ponencia “Cambio Climático y Calentamiento Global” del profesor Enric Valor de la Facultad de Física de la Universidad de Valencia.