No son pocos. Abro una lista y os animo a añadir otros de vuestra cosecha. Empecemos:
- Tenemos un auténtico primera división en fútbol pero estamos deseando ver cómo se rompe la buena racha para despotricar contra quien corresponda, sea jugador, entrenador, alto cargo o político. El Racing siempre nos ha hecho sufrir y nos gusta.
- Ha tenido que aparecer uno de San Vicente para que se hable de nuestra tierra en televisión, fuera de la publicidad del Banco Santander. Desde entonces nos sentimos orgullosos de tener una gran cantera de cántabros importantes y famosos.
- Necesitamos que nuestros vecinos piensen por nosotros. Al tren me remito. Vamos a exigir el AVE que les han prometido a ellos. Y pobre del que se atreva a pedir dinero para la red convencional o a sugerir las bondades de dos sencillas e integradoras lanzaderas.
- Somos el trasero del mundo. Lo dice gente que no ha visto en qué lugar del mapa estamos, pero tiene su éxito la expresión porque está en boca de todos.
- El Campus Comillas es un bluff. Fracasará, fracasará y fracasará. Y si no, ya utilizaremos a los jesuitas para hundirlo.
- No hay industria. Ni falta que hace. Los ecologistas dicen que contamina (nos viene bien que haya ecologistas cuando queremos). Además nos quita suelo edificable. Eso sí que es un gran motor económico: el ladrillo. Nada más rentable, perdón, positivo para el empleo y el bienestar de las familias de esta región. Para qué vamos a perder tiempo y dinero de NUESTROS impuestos en crear empresas nuevas (¿pero no decían que las naves eran una gran inversión?) I+D (si tenemos el ordenador muerto de risa) o inversiones educativas (con un buen módulo nuestros jóvenes tienen suficiente para pagar la hipoteca).
- Cuando nos hemos dado cuenta de quién nos compra el ladrillo nos llevamos las manos a la cabeza. Entonces sacamos pecho y defendemos a la Marinera. Porque semos cántabros. Desde Altamira, pasando por las Guerras contra los romanos, el Beato, la Reconquista y el horroroso siglo XX santanderino. Al menos acabamos sabiendo algo de historia y descubrimos que Franco no tenía nada que ver con Emeterio y Celedonio y, por tanto, el de la Estatua no era nuestro santo patrón.
- Tampoco hay turismo. Fundamentalmente porque el señor del Tiempo nos la tiene jurada.
- Nadie nos quiere. Zapatero vino, como presidente de la Nación, a dar un mitin pero a ese no le votamos. Y dicen que el Rey va a venir. Pero, claro, con el ridículo que hizo Revilla en la boda de su hijo... Definitivamente nadie nos quiere.
- Nos iba mejor cuando éramos Provinciadesantander. No hay más que ver lo ancha que es Castilla.
De momento lo dejamos ahí. Espero que nadie se sienta herido por el toque de sal gorda que le pongo a mis palabras. Y dejo abierta la posibilidad de añadir otros al gusto del lector.
Feliz Domingo.
