(Iba a titular esta entrada La mala educación pero me temo que ya está muy utilizado. Y hoy quiero ser positivo)
Al grano. Hacía tiempo que quería agarrar el tema de la educación y el ministro Wertz me lo acaba de poner en bandeja. Repasemos la re-contra-reforma del asunto:
- Los becarios universitarios tendrán que devolver la beca – salario si no aprueban el 50% de los créditos.
- Vuelven las reválidas de fin de etapa y se suprime la Selectividad.
- El primer curso de FP se adelanta a 3º ESO.
- Más horas para las instrumentales (Matemáticas, Lengua, Ciencias) e Inglés.
La verdad es que, con pequeños matices, no me parece descabellado lo que propone nuestro ministro más locuaz, sobre todo en cuanto a los dos primeros puntos. Ya es hora de que el mérito y el esfuerzo constante cuenten más que el igualitarismo ciego y el atracón de última hora para entrar en la Universidad. Sólo un pequeño detalle: el mundo real no entiende ni de méritos ni de esfuerzo constante.
En efecto, de nada sirve convertir el sistema educativo en un gran laboratorio de buenas intenciones si aquí fuera se funciona de otra manera. En la vida real lo prioritario es pagar la hipoteca, el coche y las vacaciones; lo secundario es invertir en tu propia formación, en tu salud, en tu independencia financiera o en levantar tu propio negocio (precisamente para lo secundario ya están las Consejerías de Educación, las de Sanidad, la Seguridad Social y las subvenciones para emprendedores). En la vida real la mayoría de las empresas no pagan por méritos sino por convenio –gran invento el convenio-. En la vida real sólo la Administración Pública valora el esfuerzo… que has realizado durante el tiempo que tardas en aprobar la oposición y obtener plaza blindada. En la vida real sólo asciendes por enchufe o por tener un apellido con glamour y/o con pasta. En la vida real no puedes ir de crack, hay que ir de humilde y de mosquita muerta para no parecer un cretino y desentonar de la masa. Y es que los españoles funcionamos a precio y no a calidad. Por eso los chinos tienen la culpa de todo.
Creo que el sistema educativo es una gran fábrica de valores que no se pueden aplicar porque la familia, la sociedad y la economía no se mueven de acuerdo con ellos. Opino que si el ministro quiere ensalzar el mérito y el esfuerzo debería hablar con sus compañeros de Gobierno:
- En primer lugar, con Cristóbal Montoro, por su responsabilidad en Hacienda. Podría sugerirle que la deducción estrella en el IRPF no sea la de compra de vivienda habitual, sino la de inversión en educación (gastos de comedor, guarderías, tasas, intereses de préstamos para el asunto…). Amplíe el mínimo familiar o proponga un descuento potente en cuota, como quiera. Pero que la fiscalidad no diga que el ladrillo es más importante que la educación de nuestros hijos. Por cierto, ¿para cuándo un sistema de crowdfunding en el que los padres puedan invertir (y desgravar) en proyectos o mejoras para los centros educativos? Lo mío es dar ideas.
- Ya que estamos, como Montoro también lleva Administraciones Públicas, podemos quitarle esa absurda idea de rebajar sueldos públicos de forma lineal. El mérito, el esfuerzo, los resultados… no deberían pasar desapercibidos.
- Al Ministro Soria, aunque el hombre no tenga la culpa, habría que darle un toque porque las familias consumen casi todo su presupuesto en temas relacionados con él: la vivienda, la gasolina, las facturas de la luz y del gas, Internet, el móvil. Dilapidar el mérito y el esfuerzo en partidas como esas no motiva nada de nada.
- Tampoco vamos a echarle la culpa de todo a la Ministra Báñez, pero cuando se reúne con los agentes sociales, todos hablan como si los trabajadores fuéramos corderos clonados. Tanto mérito y tanto esfuerzo pero luego resulta que la empresa se descuelga igual para todos (y siempre a la baja). El mérito y el esfuerzo se incentivan con contrato único y retribución variable. Lo demás es marear la perdiz.
- Y no quiero hacer sangre con De Guindos pero la falta de mérito y de esfuerzo todavía no se ha llevado a ningún banco por delante… Permanezcamos atentos a lo que ocurra en las próximas semanas.
A diferencia de lo que opina mucha gente, yo creo que tenemos un buen sistema educativo y sus mejoras no tienen nada que ver con el dilema público/privado. El problema es que no sabemos qué hacer con el talento que sale del sistema. No me veo explicándoles a mis hijos que tienen que estudiar mucho para que en el futuro puedan pagarse una casa, un coche y unas vacaciones.
En fin, espero que la Selección nos dé mañana una lección de mérito y esfuerzo… Mejor: que esa lección la aprendan los italianos.
Buen fin de semana.
S2.