En estas entrañables fechas además del discurso del Rey (este año será el primero de Felipe VI) nos bombardean con la campaña de navidad de los fondos de pensiones. Traspasos bonificados, regalos, etc. Se da el caso de que este año existe el anuncio de una nueva regulación fiscal de los mismos, que aparentemente los vuelve a hacer más atractivos con lo que las entidades vuelven a la carga con la publicidad.
En el post de hoy vamos a hablar un poco de todo y vamos a volver al principio a definir qué es un plan y a diferenciarlo de otros productos de ahorro.
Los planes de pensiones y en ellos incluimos al público al de la Seguridad Social, son vehículos de ahorro de cara a cubrir nuestras necesidades una vez alcancemos una edad donde ya no es conveniente trabajar. Ahora la edad para percibir dicha jubilación va en camino de los 67 con una esperanza de vida más allá de los 80 años. Hay que recordad que en Alemania de Bismarck ya se instauró los 65 años de edad de jubilación pero con una esperanza de vida que no superaba los 68 años.
En el plan público vamos contribuyendo a lo largo de nuestra vida laboral, se trata de un plan de beneficio definido (DB) donde la cuantía a percibir depende de una serie de factores como años trabajados, cantidades aportadas, etc. El riesgo de inversión lo sufre el promotor del plan (el estado) y el riesgo de longevidad lo sufre también el estado. Además existe un trasvase generacional de fondos porque los sostenedores de los fondos son los actuales cotizantes/participes
Los planes DB dominan en los planes de previsión social público y también eran mayoritarios en las grandes empresas hace muchas décadas. Actualmente las empresas han optado por los planes de contribución definida (CD) donde los sponsor de los planes fijan cantidades a ingresar en dichos planes pero no asumen riesgo ni de inversión (que vaya bien el plan) ni de longevidad (que se te acabe el dinero antes de morirte). El partícipe del plan recibe la cantidad X y cuando se la acaba…adiós muy buenas.
Una vez analizados los dos planes mayoritarios donde los sponsors son el estado o las empresas nos encontramos los planes de pensiones alternativos o complementarios, donde los individuos deciden ahorrar parte de su patrimonio, beneficiándose de desgravaciones fiscales por las aportaciones a cambio de tener inmovilizado el dinero en dichos planes hasta la edad de la jubilación (aunque ahora se abre una ventana en 2025 donde se puede monetizar el plan de pensiones).
Y ahora a muchos les asaltarán muchas preguntas ¿plan de pensiones o fondos de inversión?
¿Qué tipo de planes contrato? ¿Lo necesito?
Vamos por partes:
Tanto los fondos de pensiones como los fondos de inversión son dos vehículos muy buenos para canalizar el ahorro. Ambos vehículos se benefician del ahorro fiscal de la reinversión de beneficios. Es decir a diferencia de los particulares que tributamos las ganancias, estos fondos no tributan apenas y esa diferencia de tributación sí la vamos componiendo año a año, al llegar a 20-30 años se trata de mucho dinero generado por ese ahorro fiscal.
Básicamente la diferencia fundamental entre planes de pensiones y fondos es la fiscalidad (ver Tax Deferred Account vs Exempt Accounts) es la fiscalidad tanto en las aportaciones como en el rescate, beneficiándose claramente los planes de pensiones. Pero financieramente cuando el dinero está en el fondo es lo mismo, muchos gestores de fondos de inversión gestionan planes de pensiones porque la filosofía es la misma. Evidentemente hay muchísimos más fondos de inversión que planes de pensiones, al menos en Europa. Pero todo esto lo tenemos que tener en cuenta a la hora de optimizar nuestras carteras ya que no sólo se trata de aprovecharnos de los efectos fiscales de los fondos de pensiones si no hay que tener en cuenta en que activos y como invierte para no caer en duplicidades.
A la segunda pregunta sobre la tipología de planes de pensiones óptima a contratar dependerá muy mucho de factores como:
-Edad del participe
-Aversión al riesgo
-Cartera existente
Cuanto más joven es el participe mejor es proponer un fondo de inversión que actúe sobre renta variable. Más joven significa más años para componer los beneficios y para aguantar rachas negativas del fondo.
Cuanto más adverso sea el cliente al riesgo más se le debe reorientar a planes que inviertan en renta fija o que busquen el retorno absoluto con baja volatilidad
El plan de pensiones se debe observar como una parte de la cartera global del cliente, si el cliente ya está expuesto por ejemplo a la renta variable nacional habría que buscar un plan de pensión que lo hiciese en renta variable europea o americana. Es más fácil lo contrario es decir buscar en los fondos de inversión sectores (BIO, TMT, Utilities o Real Estate) o mercados/regiones (America, Latam, Asia, Japón, etc) que complementen a planes de pensiones que normalmente invierten en mercados locales
Y a la tercera pregunta sí necesito el plan de pensiones vamos a contestar con un ROTUNDO SÍ. La nueva reforma de sostenibilidad del sistema de pensiones en la práctica lo que hace además de retardar el acceso a la pensión es bajar la cuantía. No vamos a entrar sí la reforma es positiva o negativa. Lo que sí que decimos sin temor a equivocarnos es que la pensión pública va a ser totalmente insuficiente para continuar el mismo nivel de vida que tengamos al final de nuestra vida laboral, por lo tanto es mejor que empecemos a ahorrar desde YA. Para ello no hay nada mejor que utilizar estos vehículos de ahorro.