Hay diferentes hipótesis para explicar el Dryas reciente, llegándose a proponer incluso la explosión de un bólido o cometa en la atmósfera, o la baja actividad solar.La hipótesis que a mí me parece más razonable y sencilla, siguiendo el principio de la navaja de Occam, es que se trató de un evento Heinrich, tal y como defienden Bond & Lotti y Hemming, basándose en la deposición de detritos de carbonato en el fondo del Atlántico Norte por parte de las armadas de icebergs que caracterizan estos eventos.% de detritos de carbonato, el YD sería el H0También en mi opinión, al Dryas reciente se le da excesiva importancia cuando parece tratarse de un acontecimiento centrado en el Atlántico Norte y regiones aledañas. Cuando se mira el registro bentónico global de 18O, por ejemplo el stack LR04 de Lisiecki & Raymo, así como las variaciones en el nivel del mar, todo lo cual lo puedes ver en las figuras de Lisiecki & Stern 2016, el Dryas reciente es completamente imperceptible, lo cual apoya que no tuvo un gran impacto en la desglaciación y calentamiento globales que estaban teniendo lugar.Como explico en mi primer libro, el inicio del Holoceno se ha fechado en el último evento Dansgaard-Oeschger que tuvo lugar hace 11.700 años, poniendo fin al Dryas reciente. Es una fecha conveniente, pero se trata tan solo del final de un proceso de miles de años, marcado por un acontecimiento repetitivo que sucedió más de 10 veces en 40.000 años.Es cierto que tanto los eventos Dansgaard-Oeschger, y sus hermanos a gran escala, los eventos Heinrich, implican grandes cambios abruptos en la circulación meridional de vuelco del Atlántico, pero sus causas, que no se conocen bien, están ligadas a condiciones que solo se dan en las glaciaciones.Por ello propongo que cuando estemos en la próxima glaciación y se hayan desarrollado los casquetes de hielo sobre Europa y Norteamérica empecemos a preocuparnos de colapsos de la corriente de vuelco que puedan dar lugar a bruscos cambios de temperatura.