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España país de pandereta y genocidio

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España país de pandereta y genocidio
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España país de pandereta y genocidio
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#271

Re: España país de pandereta y genocidio

No te preocupes por la falta de altura, estoy acostumbrado. Para conseguir una perla hay que abrir muchas ostras vacías.
La respuesta no ha sido a una petición mía, ¿recuerdas que te dije no lo cuentes sino documéntalo? Pues eso, la perorata me la sabía de antemano.

Yendo al grano: no hay en nuestro entorno ningún país cuyos máximos responsables del ministerio del interior hayan sido condenados por secuestro y por impulsar y financiar una organización terrorista. En todos los países empezando por el nuestro los jueces son humanos y por ello miran hacia donde miran y decir eso no es documentar una afirmación sobre el terrorismo de Estado.
Y como no me gusta predicar sin dar ejemplo, ahí te dejo una documentación. No es más que una entre cientos o quizás miles, pero en ésta se ve la ignominia final del asunto:
http://www.elcorreo.com/bizkaia/politica/201407/29/barrionuevo-primer-ministro-entre-20140728212849.html

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#272

Re: España país de pandereta y genocidio

Bueno los ejemplos vamos a dejarlos....lo entiendo,?no te los esperabas?
Yo documento lo que me apetece, no lo que te apetece a ti. No confundas peticiones con ordenes. Documenta tu lo que te parezca bien.
En cuanto a predicar...a mi es que no me gusta predicar, ni con ejemplos ni sin ellos.
Asi que imagínate....que me prediquen

#273

Re: España país de pandereta y genocidio

Ya te entiendo, quieres decir que escribes lo que te apetece y las obligaciones son para los demás, sobre todo los que no te digan "sí, bwana". Pues conmigo no valen esos trucos, así que, te guste o no te guste, voy a a predicar todo lo que me apetezca (¿te suena?).
Espero que esta vez se entienda con suficiente claridad, dado que no ha sido así el meollo de la cuestión.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#274

Re: España país de pandereta y genocidio

Fue una gesta que valió a 16 legionarios las loas de Millán Astray (el fundador de la Legión -en sus inicios Tercio de Extranjeros-), quien dijo de ellos que habían sido «los más preclaros héroes» de ese cuerpo. La defensa que estos hombres hicieron del «blocao» de Dar Hamed, una pequeña posición defensiva ubicada en la ladera del monte Gurugú, logró hacerles un hueco en la historia militar de nuestro país.

Y ya no solo porque en ella vendieron cara su vida contra los cientos de rifeños que trataban de asediarles, sino porque nuestros protagonistas acudieron voluntarios a ese fuerte (posteriormente conocido como el «Blocao de la muerte») en ayuda de una unidad española que solicitaba refuerzos y sabiendo que, por mucho que dispararan, estaban condenados a darle un beso en persona a su eterna novia: la muerte. Ahora, aprovechando que se celebra el 95 aniversario del Desastre de Annual (el cual provocó esta gesta) recordamos su historia.

Para entender cómo llegaron los rifeños a asediar el «blocao» de Dar Hamed es necesario retroceder en el tiempo unos meses atrás, hasta el verano de 1921. Por entonces, la situación parecía idónea para el Ejército Español en África y para el oficial encargado de dirigir el contingente en la zona, el general Silvestre.

Ejemplo de un «blocao» en África
Ejemplo de un «blocao» en África- ABC/Ramón Alba
Y es que, tras años y años de combates en el Rif, este militar había logrado extender de una forma increíble el territorio rojigualdo al sur de Melilla a base de fusil y bayoneta. Sin embargo, la realidad era bien diferente a la que mostraban los mapas, pues la expansión había sido tan rápida, y el terreno conquistado tan ingente, que había sido imposible construir defensas decentes y establecer una buena línea de suministro de agua en la zona.

El resultado fue la conquista de una ingente cantidad de territorio (Silvestre penetró en el continente unos 130 kilómetros) en el que fue imposible armar una estructura defensiva que pudiera resistir el ataque de los enemigos. Tal solo se construyeron una serie de precarios fuertes llamados «blocaos». Pequeñas posiciones que habitualmente consistían en una casamata de sacos terreros; un refuerzo fabricado con troncos de árbol; una alambrada (si se consideraba que la posición lo merecía) y un tejadillo de chapa o madera que solía ser retirado por el gran calor que provocaba a los soldados. Eran, además, fortines levantados en mitad de la nada y separados muchos kilómetros unos de otros debido a que la extensión de la región a defender era gigantesca.

El general Silvestre ofrece protección al hijo del caid Kalluch, quien desea luchar con España
El general Silvestre ofrece protección al hijo del caid Kalluch, quien desea luchar con España- ABC/Lázaro
«Silvestre [...] alargó muchísimo sus líneas de abastecimiento. Había creado muchos blocaos en posiciones altas, sin agua, y con condiciones de vida difíciles. Había además dividido sus fuerzas mal equipadas en un cordón de más de 140 (algunos señalan 144) posiciones, fortines casi completamente aislados entre sí [...]. Estos blocaos estaban de 20 a 40 kilómetros según el terreno, y con unas fuerzas tan repartidas que no era posible hacer frente a un ataque enemigo: la mayoría de estos blocaos tenían entre doce y veinte hombres, nada más. Además, la ubicación de los blocaos tenía más que ver con aspectos políticos que con militares. Otras veces se colocaban los blocaos en zonas en las que los nativos lo pedían para defenderse de cábilas (tribus) enemigas de España», explica Jesús María Ruiz Vidondo, doctor en historia militar, colaborador del GEES (Grupo de Estudios Estratégicos) y profesor del instituto de educación secundaria Elortzibar, en su dossier «El “Desastre de Annual”. Cambio de política en el norte de África».

El primer nombre que recibió la Legión fue el de Tercio de Extranjeros
Los rifeños, que eran bastante avispados en lo que se refiere a lo militar, no tardaron en percatarse de que lo mejor que podían hacer cuando asediaban una de estas posiciones era rodearla, bombardearla, y esperar a que los defensores se quedaran sin agua o sin comida. Al fin y al cabo, a los peninsulares les resultaba casi imposible recibir refuerzos debido a la gran extensión de territorio que había entre los «blocaos» y a que carecían de un buen sistema de comunicación efectivo con las posiciones principales.

El Desastre
El 17 de julio Silvestre entendió por las bravas que las defensas que había ordenado elaborar eran casi irrisorias. Fue esa jornada cuando Abd El-Krim (uno de los principales líderes rifeños) lanzó un ataque contra la posición española en Igueriben (una de las más adelantas). Ubicada al sur de Melilla, apenas era defendida por unos 300 hombres que no pudieron resistir ante el implacable avance nativo. No hubo resistencia posible, los soldados peninsulares fueron aniquilados sin contemplaciones. Después, el jefe tribal dirigió sus tropas hasta Annual, un campamento ubicado a unos 100 kilómetros de Melilla en el que había unos 5.000 combatientes de nuestro país.

Un sacerdote recoge cuerpos tras el Desastre de Annual
Un sacerdote recoge cuerpos tras el Desastre de Annual- ABC
Desesperado al ver como un gigantesco ejército de rifeños se dirigía hacia esa base, Silvestre tomó una de las peores decisiones de su vida militar: ordenó a todo aquel que se encontrase en el campamento retirarse hasta Melilla. Así fue como el pánico cundió entre los militares, muchos de los cuales solo pensaron en salvar su vida y asesinaron a sus propios compañeros para poder subirse a uno de los solicitadísimos vehículos que salían de allí a toda prisa. «Entre el caos, los oficiales pierden el control, y los soldados -al ver que nadie cubre su retirada-, tratan de ponerse a cubierto de las balas corriendo [...]. Carros, material y heridos son abandonados, muchos oficiales escapan sin cumplir con su deber, y la retirada ordenada no tarda en convertirse en una desbandada general bajo el fuego de los rifeños», explica Vidondo,

El resultado quedó grabado en la Historia como el «Desastre de Annual». Y lo cierto es que el apelativo no fue para menos, pues terminó dejando más de 10.000 españoles muertos entre los presentes en el campamentos, las tropas de refuerzo, y todo aquel que se personó en la zona para ayudar en la retirada.

«El malo»
Tras el desastre de Annual, los rifeños continuaron su implacable avance hacia Melilla degollando a base de gumía a todo aquel español que encontraron a su paso. Su cruel trayecto les acabó llevando hasta el monte Gurugú, una posición clave para el ejército de nuestro país por lo cercana que estaba a Melilla (apenas tres kilómetros). En aquella colina de 900 metros, un auténtico mirador desde el que tener controlada la urbe y que debía haber estado defendida por un gran contingente por su importancia estratégica, apenas había unos pocos hombres. Unos combatientes que defendían uno de los «blocaos» que más vidas se había llevado consigo por su privilegiada ubicación: el de Dar Ahmed.

Las malas condiciones y la cantidad de soldados que habían muerto en este «blocao» hicieron que fuese conocido como «El malo»
«El “blocao” de Dar Ahmed, situado entre la “Segunda caseta” y la posición de Sidi Ahmed el Hadj (con la misión de vigilar la salida de los barrancos próximos a Sidi Musa) desde el primer día también fue uno de los objetivos preferentes de los moros rebeldes», explica Vicente Pedro Colomar-Cerrada en su obra «El infierno de Axdir: prisioneros españoles en el Rif, 1921-1923». Lo cierto es que llamar «blocao» a esta precaria posición defensiva era algo bastante generoso, pues las crónicas nos definen este «blocao» como un conjunto de piedras, sacos terreros con varias aspilleras (o troneras) coronado por unas tristes tablas y rodeado por una alambrada.

La cantidad de hombres que se habían perdido a lo largo de los meses en la defensa de este «blocao», así como las infames condiciones de vida que debían pasar aquellos que protegían la posición, habían hecho que se ganase un curioso apelativo: el de «El malo».

El relevo
La importancia estratégica del Gurugú hizo que, el 14 de septiembre de 1921, una compañía del Batallón Disciplinario de Melilla recibiera órdenes de partir hacia el «blocao» de Dar Hamed para relevar a los legionarios que llevaban defendiéndolo semanas. Hacían falta soldados de refresco.

La unidad que viajó estaba formada por una veintena de valientes al mando del teniente José Fernández Ferrer. Por debajo de sí se encontraban además el suboficial Aquilino Cadarso y el cabo Sergio Vergara. No se envió a oficiales de más alto rango a la ladera de aquella montañaa. Un teniente de escasa edad era el máximo exponente del poder militar de nuestro ejército en una de las posiciones más determinantes y delicadas del momento.

Los ingenieros reconstruyen un «blocao» en la carretera de Melilla
Los ingenieros reconstruyen un «blocao» en la carretera de Melilla- ABC/José Cegri
Tras llegar al enclave durante las primeras horas de la jornada, comenzó el relevo. Este vino acompañado del fuego de cientos de rifeños que ya habían llegado a la zona y se disponían a dar buena cuenta de los defensores.

«Desde la mañana, bien temprano, rompió el fuego el enemigo, que, potente y bien armado, era dueño de las alturas y cerros que circundaban el emplazamiento donde estaba el blocao. Con fuego cruzado, intenso y mortífero, hacían dificilísimo, casi imposible, el acercarse al puesto que había que relevar. Todo el día duró el intento, y hasta las seis de la tarde no se logró hacer el relevo. Y éste [se llevó a cabo] hombre a hombre, arrastrándose por el terreno, rodando por los barrancos, entrando un Disciplinario y saliendo del blocao un Legionario en la misma forma, desperdigados, a la carrera y con riesgo evidente y serio», explica el Ejército de Tierra en su dossier «”Blocao” de Dar Hamed, “El malo”».

Primeros ataques
A partir del momento en el que entraron en el «blocao» comenzó el calvario. Los soldados apenas tuvieron tiempo de cargar sus fusiles antes de posicionarse en las aspilleras y empezar la que sería la última batalla de sus vidas. «Bum; bum; bum». La primera noche la pasaron recibiendo los continuos disparos de dos piezas de artillería y de los fusiles rifeños. Todo un infierno que se extendió durante más de 12 horas. Los defensores vivieron el momento más horrible de la jornada cuando una granada rompedora cayó sobre «El malo» provocando el desastre. Y es que, lesionó a varios militares e hirió de gravedad al teniente, quien se negó a ceder el mando.

ABC
No hubo descanso. Los rifeños estaban ansiosos por expulsar a los españoles de las laderas del Gurugú, y así lo corroboraban sus balas. En la mañana del 15 la situación no mejoró pero -al menos- hubo una pequeña tregua en el fuego de obús marroquí que permitió a seis de los defensores organizarse para reparar los daños que había recibido el «blocao». Aprovechando el cese de la fusilería y de la artillería, Ferrer hizo además llamar a uno de sus hombres para tratar de poner remedio a aquella desesperante situación. Sus órdenes fueron claras: que corriera como si le fuera la vida en ello y solicitara refuerzos por teléfono desde la «Segunda caseta».

Poco se podía hacer más allá de enviar a un hombre a pie hasta esa posición (la más cercana al pequeño fuerte), pues los «blocaos» carecían de un sistema para poder comunicarse de forma efectiva con sus oficiales superiores más allá del precario heliógrafo. «El heliógrafo era un instrumento destinado a hacer señales telegráficas por medio de la reflexión de los rayos de Sol en un espejo movible», explica el autor José Fernández-Díaz en su obra «El blocao». La tregua no duró demasiado. De hecho, a las tres de la tarde empezó a llover plomo sobre la casamata. No pintaba demasiado bien la situación para los defensores, pero ninguno de ellos se planteó la rendición.

La Legión, en su ayuda
El soldado elegido por Ferrer no tardó en comunicarse con el Atalayón, la posición con unidades en su interior más cercana al «blocao». Tampoco se demoró demasiado en el tiempo la respuesta del teniente Eduardo Agulla, al mando de las tropas acantonadas en la zona. Este se presentó voluntario para ir a toda marcha hacia «El malo» a socorrer a sus compatriotas. No estaba dispuesto a tolerar que muriera ni un solo español más sino era con él a su lado.

Para su desgracia, sus oficiales superiores le negaron la petición afirmando que su presencia y la de su unidad eran necesariaa para mantener el orden en la zona. Como contrapartida, le instaron a pedir voluntarios para formar un grupo con el que socorrer a la compañía de Ferrer. En ese momento la camaradería de aquellos hombres podría haber hecho sollozar al más curtido, pues fueron tantos los que se ofrecieron, que hubo que hacer una selección.

Franc, junto a una de las banderas de la Legión
Franc, junto a una de las banderas de la Legión- ABC
«El teniente Agulló, que estaba al frente del destacamento que guarnecía el Atalayón, fue el encargado de realizar la selección entre los hombres que estaban a su cargo», añade Colomar-Cerrada. No se engañó a ninguno de ellos. Todos sabían que iban a hacer honor al credo legionario y que (casi con total seguridad) estaban condenados a morir.

Los soldados quedaron al mando de un cabo (realmente un Legionario de Primera que venía ejerciendo tal oficio) llamado Suceso Terrero López. En este punto las fuentes son algo contradictorias. Y es que, mientras que algunos historiadores afirman que fueron 14 los legionarios de segunda elegidos para reforzar «El malo», el Comandante de Infantería Francisco Ángel Cañete Páez determina que realmente sumaban 15. Más allá del número concreto de hombres que fueron seleccionados, a partir de entonces se vivieron unos minutos de extrema tensión en los cuales los elegidos se despidieron de sus compañeros sabiendo que era muy probable que no les volverían a ver.

El Padre Revilla se dirige a los legionarios antes de una acción en 1921
El Padre Revilla se dirige a los legionarios antes de una acción en 1921- ABC
Atendiendo a las fuentes, también se afirma que varios legionarios escribieron a sus madres y a novias para darles el último adiós. Sin embargo, el momento más emotivo de la jornada lo protagonizó el soldado Lorenzo Camps, quien decidió aprovechar bien la soldada que le habían pagado hacía poco y que todavía no se había gastado. Serio, se acercó a Agullo y se la cedió de forma solemne con una única petición: que fuera donada a la Cruz Roja. Así recoge Colomar-Cerrada aquel momento en su artículo «La gallardía de un soldado español»:

-¡A sus órdenes mi teniente!

-Dígame, legionario.

-Mi teniente, como vamos a una muerte segura, ¿quiere usted entregarle este dinero a la Cruz Roja en mi nombre?

-Le prometo, legionario, que así lo haré. Espero que vuelvan todos con vida.

-¿Ordena alguna cosa?

-Muchas gracias. Suerte, mucha suerte.

-¡A sus órdenes!

Llega la ayuda
Entre las seis y media de la tarde, y las nueve de la noche (siempre atendiendo a las fuentes a las que se acuda) Suceso Terreros y sus legionarios llegaron a las inmediaciones del «blocao». Un fuerte que ya poco podía «bloquear» por estar medio derruido. El recibimiento de los rifeños fue el esperado: tiros, tiros y más tiros.

La primera «misión imposible» de los soldados fue acceder a «El malo» esquivando los cartuchos harkeños, y lo consiguieron a base de bayonetazos. «Armado el cuchillo-bayoneta, se abrieron paso hasta las alambradas, donde cayeron dos legionarios heridos de gravedad que fueron inmediatamente recogidos e introducidos en el “blocao”», explica Cañete. A duras penas, la unidad logró entrar en los restos del fuerte. Habían pasado el primer mal trago, aunque ahora les quedaba resistir hasta la llegada de refuerzos... o hasta la muerte.

Monte Gurugú
Monte Gurugú- ABC/José Cegri
Como buen militar, lo primero que hizo Terreros fue presentarse a su malherido teniente. Este le dio las gracias muy marcialmente (ya en las últimas) por haberse personado y le instó a darle de fusilazos a los harkeños. A partir de ese momento no quedó tiempo para presentaciones entre los legionarios y los pocos disciplinarios que quedaban.

«Pum, pum, pum». Entre tiros y tiros se desarrollaron las siguientes horas. Cuando se puso el sol, la cantidad de balas enemigas se multiplicó. Y es que, los rifeños entendían que la noche era el momento perfecto para atacar el «blocao» debido a que los españoles no se atreverían a reforzar la posición sin luz. «El enemigo intensificó sus ataques y el teniente Fernández recibió una nueva herida que la causó la muerte. Tomó el mando el suboficial Cadarso, que poco tiempo después recibía un balazo que acabó con su vida. Le sucedió el cabo Vergara, que a pesar de estar herido de cuatro balazos continuó dirigiendo la defensa hasta morir», completa Colomar-Cerrada.

Los novios de la muerte
Tras la muerte de Vergara solo quedó el cabo Terrero para dirigir la defensa. Y lo hizo, según las crónicas, animando a sus compañeros a resistir y dando vítores a España y a la Legión. Todo ello, mientras sus hombres defendían los cuatro frentes del «blocao» a sangre, fuego, y lo que se terciase. Sin embargo, pronto descubrieron que el valor no es lo único necesario para ganar guerras. «A las dos de la mañana del 16 se habían agotado las municiones, así como la dotación personal que tenían los correajes, todos colgados desde el día anterior de estaquillas y palos», explica el Ejército de Tierra en su dossier. Sin cartuchos que lanzar, con una buena parte de los defensores muertos, moribundos o heridos, y sin refuerzos, poco podían hacer los supervivientes.

En este momento las fuentes varían sus testimonios. Algunos son partidarios de que la lucha continuó y nadie salió de «El malo». Cañete es contrario a esta opinión y considera que Terrero ordenó a dos de sus hombres escapar a toda velocidad de la posición para solicitar refuerzos al mando.

Miembros de la Legión en 1921
Miembros de la Legión en 1921- ABC
«Suceso Terrero encomendó al legionario Ernesto Miralles Borrás y al soldado disciplinario Marcelino Mediel Casanova, buenos conocedores del terreno y duchos en la orientación nocturna, que abandonasen el blocao y, rompiendo el cerco, intentasen alcanzar la “Segunda caseta” guarnecida por tropas propias para dar cuenta al mando de la comprometida situación en la que se encontraban».

Fuera como fuese, nunca llegó ayuda alguna. ¿La razón? Colomar-Cerrada ofrece una: «Debido a la oscuridad de la noche y a la escabrosidad del terreno no le fue posible al Mando enviar una columna en su auxilio. Desde las posiciones del Atalayón, Sidi Ahmed el Hadj y Sidi Musa se podían ver los fogonazos y escucharse el estampido de las granadas de mano al explosionar contra las defensas del blocao».

«Debido a la oscuridad de la noche y a la escabrosidad del terreno no le fue posible al Mando enviar una columna en su auxilio»
En las últimas horas la determinación de los defensores quedó patente. Ninguno de ellos titubeó. Ninguno sacó la bandera blanca. De hecho, los rifeños solo pudieron silenciar las aspilleras del «blocao» cuando, alrededor de las tres y media de la mañana, acercaron uno de sus cañones a unos 100 metros de «El malo» e hicieron fuego.

En ese momento, una llamarada letal cubrió totalmente el puesto avanzado, que acabó por derruirse totalmente. Todavía con los gritos de los vivos resonando en medio del Gurugú, los rifeños llevaron a cabo el asalto final sobre «El malo» y pasaron a cuchillo a los pocos supervivientes que quedaban. Así se terminó la heroica resistencia de un «blocao» que, a partir de entonces, cambiaría su nombre por el «Blocao de la muerte». Era la primera vez que un enemigo le arrebataba una posición a la Legión.

Adiós a los héroes
Mientras sus compañeros morían en aquel «blocao», Borras llegó hasta la «Segunda caseta» gravemente herido e informó de lo que estaba sucediendo. Media hora después lo hizo también Casanova, totalmente extenuado. Desesperados, ambos explicaron (ya el 16 de septiembre) que sus compañeros habían resistido durante horas en inferioridad numérica.

«Perdóneme, mi cabo, por no haber podido llegar a tiempo a salvarles»
«Sobre las ocho y media de la mañana [...] una pequeña fuerza de socorro del Tercio de Extranjeros [...] al mando del sargento Ruperto Valle Donaire, llega hasta el blocao, abandonado ya por los moros, y allí entre los escombros encuentran los cadáveres de todos sus defensores», añade el militar en su dossier.

Según señala Cañete, uno de los primeros que llegó hasta el «blocao» fue el legionario de segunda Francisco Pagés Millet, un catalán de 23 años que se había alistado hace pocos meses. Este cogió entre sus brazos el cuerpo de Suceso Terrero y, cuadrándose con él con la cara salpicada de lágrimas, le dijo: «Perdóneme mi cabo, por no haber podido llegar a tiempo de salvarles». Arreglado el desastre, se ordenó reconstruir el «blocao» español y seguir avanzando hacia territorio rifeño. El suceso arrancaría, a la postre, el siguiente comentario de Francisco Franco: «¡Así se defiende una posición! ¡Así mueren los legionarios por España!».

El discurso de Millán Astray publicado en ABC
«¡Legionarios! Hemos pasado de 1.000 bajas en los combates; de ellas 15 oficiales y: 200 legionarios cayeron para siempre cubiertos de gloria; de los restantes son 54 jefes y oficiales y 775 legionarios».

«Entre los primeros están como los más preclaros héroes de la Legión los legionarios que, al mando del cabo Suceso Terrero, marcharon voluntarios al blocao de “la Muerte”, en Melilla, y en él perecieron gloriosamente entre sus escombros cuando fue destrozado por el cañón enemigo; estos heroicos legionarios cumplieron con “el espíritu de acudir al fuego”, que nos manda nuestro credo. Son gloriosas las hazañas de la primera y segunda banderas en Melilla, y cada día escriben una nueva página, que aumenta nuestros laureles».

ABC
«Son vuestros jefes los comandantes Franco, Fontanes, Candeira, Villegas y Liniers; tenéis capitanes y oficiales que son orgullo del Arma de Infantería, y vosotros, legionarios, podéis ya contestar, como un honor, como yo os prometí, cuándo os pregunten que quién sois, diciendo; “Soy un legionario”».

«Seguid el camino emprendido; no olvidéis nuestro credo, y acometed siempre al enemigo por mucho y pujante que sea; no abandonéis al caído en el campo, hasta perecer todos; quereos como hermanos; acudid a la voz de “A mí, la Legión” a defender al que os llame; marchad sin fatiga; no os quejéis jamás; trabajad con fe, ayudando a todo el que pida ayuda a la Legión. Acudid al fuego, como lo hizo el cabo Terrero, con los 15 inmortales. ¡Caballeros legionarios! Seguid el camino emprendido, seguid combatiendo con bravura legionaria».

ABC
El soldado perdido

¿Cuántos legionarios combatieron aquellos días de septiembre junto a Suceso Terreros? ¿14 o 15? Las fuentes hacen referencia por igual a los dos números. Son muchos los historiadores que consideran que la fuerza sumaba 14 debido a que esos fueron los cuerpos que se encontraron el día 16 ataviados con el uniforme de la Legión. Sin embargo, Cañete es un firme defensor de que fueron 15 los hombres seleccionados para acudir junto al cabo a defender el «blocao» y ayudar a sus compañeros del Batallón Disciplinario.

«Si el teniente Agulla designó quince legionarios de 2ª, y quince fueron los que de esta clase entraron en el blocao. ¿Por qué en el “Historial de la Legión” y en todas las teóricas legionarias se habla de catorce? ¿Qué pasó con ese legionario que al parecer falta? ¿Desertó? ¿Se pasó a las filas enemigas traicionando la bandera de España?. No, nada de eso, ni desertó, ni fue traidor a España. Sucedió lo siguiente: Poco antes de la destrucción del blocao por la artillería rifeña, salió del mismo, cumpliendo órdenes de su jefe Suceso Terrero, para ir a pedir socorro a las posiciones españolas. Por eso no se encontró su cadáver entre los legionarios enterrados en las ruinas del blocao», determina el oficial en su dossier.

#276

Re: España país de pandereta y genocidio

José Utrera Molina (Málaga, 12 de abril de 1926) es un abogado y político español de ideología falangista. Ocupó importantes cargos durante la Dictadura franquista. Es suegro del político Alberto Ruiz-Gallardón.


Biografía[editar]
Hizo estudios de derecho en la Universidad de Granada. Durante sus primeros años de carrera política mantuvo la subjefatura provincial del "Movimiento" en Málaga; posteriormente ejerció el cargo de Gobernador civil en las provincias de Ciudad Real (1956–1962), Burgos (1962) y Sevilla (1962-1969).1

En 1969 fue nombrado Subsecretario del Ministerio de Trabajo, cargo que desempeña hasta junio de 1973, y también Delegado del Gobierno español ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con sede en Ginebra.

En el primer y único gabinete ministerial del almirante Carrero Blanco (julio-diciembre de 1973) ocupa la cartera de Vivienda.2 Tras el asesinato de Carrero, es nombrado en enero de 1974 Ministro Secretario General del Movimiento en el primer gobierno de Carlos Arias Navarro, cargo que desempeñaría hasta su cese en marzo de 1975 y que supone la vicepresidencia del Consejo Nacional del Movimiento. Fue reconocido como uno de los integrantes del llamado "Búnker", y netamente fiel a la Dictadura franquista.3 No obstante, a comienzos de 1975 el Presidente de gobierno Arias Navarro hizo una serie de cambios en el Consejo de Ministros y Utrera Molina fue sustituido por Fernando Herrero Tejedor, solo unos meses antes del fallecimiento de Franco.4 Por su parte, Utrera Molina responsabilizó al también falangista José Antonio Girón de haber querido usarle para atacar en un artículo periodístico al presidente Arias Navarro.5

En 2010, escribió un artículo de opinión en el diario ABC en el que criticó la Ley de Memoria Histórica y la retirada del monumento al teniente general José Millán-Astray, calificándolas como "vandálica invasión del Gobierno socialista".6

Fue nombrado Caballero de Honor de la Fundación Francisco Franco, junto a Augusto Pinochet Molina (nieto del dictador chileno Augusto Pinochet), en ceremonia celebrada el 18 de julio de 2012, bajo el lema "Derecho al Alzamiento".7 Actualmente es miembro del Patronato de dicha fundación.8


Obras[editar]
Es autor, entre otros, del libro de memorias Sin cambiar de bandera,11 en el que relata su paso por los diferentes gobiernos de Franco. Este libro ha sido ampliado y reeditado en 2008.12 Al final de esta edición figura una carta de Jaime Ostos Carmona, en que hace referencia a la proposición, de la que fue testigo, en la cual Enrique Sarasola, amigo común de ambos, había ofrecido a Utrera el ingreso en el Partido Socialista,13

...Cambiamos de tema y lo cierto es que no volví a dar importancia a lo que había escuchado. Habría de pasar mucho tiempo para que comprobara la veracidad de parte de su pronóstico, ya que al grupo al que se refirió aquella noche14 ocuparía realmente el poder en España. Su instalación no habría de ofrecer demasiadas dificultades, entre otras cosas porque habríamos de ser muy pocos los que creyendo en el Sistema al que servíamos, mantuviésemos la dignidad de nuestras creencias frente a la oferta de un cambio ventajoso o el compromiso de una cobarde claudicación...15
En estas memorias políticas, el autor se centra en el período cuando formó parte en el gobierno de Arias Navarro, con su discurso sobre el llamado espíritu del 12 de febrero, del proceso 1001, del gironazo, de las enconadas polémicas sobre la Ley de Asociaciones y de las fuertes tensiones internas en un gobierno donde las distintas tendencias políticas se enfrentaban buscando situarse de cara al cambio inminente.

#277

Re: España país de pandereta y genocidio

José Antonio Girón de Velasco, conocido como el León de Fuengirola,1 (Herrera de Pisuerga, 28 de agosto de 1911 – Fuengirola, 22 de agosto de 1995)2 fue un jurista y político español, que tuvo gran relevancia durante la dictadura del general Francisco Franco. Estudió en el Colegio San José de Valladolid, finalizando sus estudios en el curso 1927-1928, licenciándose en Derecho en esta ciudad.

Ocupó la cartera del Ministerio de Trabajo entre 1941 y 1957, siendo además miembro del Consejo del Reino y procurador en las Cortes. Fue el que instauró la paga extra de julio entre los funcionarios, la prestación por desempleo y las vacaciones pagadas.


Ideología y actuación política[editar]
Su padre, Justo Girón Gutiérrez, era natural de Carrión de los Condes, y su madre, Clementina María Velasco Fernández de los Ríos, de Herrera de Pisuerga. Fue hijo único, y su vida política comenzó a edad temprana, antes de licenciarse en Derecho en la Universidad de Valladolid inscribiéndose en las Juntas Castellanas de Actuación Hispánica, y siendo uno de los fundadores en 1931 de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS), partido político que unos años más tarde se fusionaría con la Falange Española de José Antonio Primo de Rivera.3 Durante la Guerra Civil Española luchó en la sierra de Guadarrama al mando de una centuria de Falange. Hecho prisionero tras el asalto fallido a una casamata enemiga, fue condenado a muerte y a punto de ser fusilado en un par de ocasiones.[cita requerida] Al terminar la guerra se le concedió la medalla militar individual, segunda condecoración en importancia tras la Cruz Laureada de San Fernando.[cita requerida]

Una vez instaurado el régimen de Francisco Franco, comenzó a ocupar cargos políticos de gran importancia. Inicialmente fue delegado nacional de ex-combatientes entre 1939 y 1941, pero especial relevancia cobraría como ministro de Trabajo entre 1941-1957. Su gestión ministerial tendió en gran medida a aumentar el nivel de vida de la clase obrera en España.[cita requerida] Entre estas medidas debemos destacar la creación de universidades laborales, entre las que destacarón las de Gijón, Córdoba, Sevilla, Zamora y Tarragona. Junto a esto, su otra actuación reseñable es la de potenciar un sistema de seguridad social piramidal, cuyos objetivos eran cumplir las situaciones de vejez, viudedad, orfandad, desempleo, jornada laboral reducida, vacaciones pagadas y una red de asistencia sanitaria con atenciones médicas y hospitalarias. En definitiva, podemos considerarlo como la "cara social" del régimen.[cita requerida] Llegó incluso a donar la cantidad de 100.000 pesetas para la reconstrucción de parte de la ciudad de Cádiz afectada en 1947 por una explosión de un depósito de minas submarinas.[cita requerida]

Pese a estas medidas y a pesar de la represión del régimen en materia laboral, la década de los años 50 no estuvo exenta de conflictividad social. En 1956, Girón, ante el temor de una repetición de la huelga de Barcelona de 1951, convocaría un consejo urgente de ministros con el fin de que el gobierno aprobara una subida salarial del 23 %.[cita requerida] Tal como indica el hispanista Paul Preston en su obra Franco "Caudillo de España", estas medidas provocaron una fuerte discusión entre Girón y el ministro de Comercio, Manuel Arburúa, que argumentaba que la medida provocaría graves efectos inflacionistas (argumento que posteriormente fue confirmado).[cita requerida] A pesar de aprobarse esta subida, no fue suficiente para evitar una nueva escalada de huelgas, que comenzó en la industria zapatera de Pamplona, extendiéndose a la industria siderúrgica vasca y a la minería asturiana.

En 1957 sería cesado ante el creciente protagonismo de los tecnócratas en el régimen, que defendían políticas económicas más liberales con el fin de modernizar España, pero sin cambiar el régimen político. Retirado temporalmente de la arena política, se dedicó a sus negocios urbanísticos y turísticos en la Costa del Sol, siendo considerado uno de los promotores de la puesta en valor de aquella zona, en especial el municipio de Fuengirola (Málaga).[cita requerida]

Durante el tardofranquismo, Girón volvió a cobrar cierto protagonismo. En 1973, tras la muerte del Presidente del Gobierno, almirante Luis Carrero Blanco, fue uno de los candidatos a suceder al fallecido almirante, junto con Torcuato Fernández Miranda, Laureano López Rodó y Carlos Arias Navarro.[cita requerida] Fue elegido finalmente este último gracias al apoyo que tenía en la "camarilla de El Pardo".

Placa conmemorativa en la casa natal de José Antonio Girón de Velasco.
Girón durante el tardofranquismo fue firme partidario del búnker, junto con figuras como los generales "azules" Tomás García Rebull y Carlos Iniesta Cano. Este grupo, que tenía bastante influencia sobre Franco, pretendió frenar cualquier atisbo de reforma dentro del régimen. Tuvieron cierto éxito durante 1974, como el conocido "Gironazo", artículo que escribió Girón en el diario Arriba contra el aperturista ministro de Información y Turismo Pío Cabanillas, que llevó a la dimisión del ministro. Son también conocidas sus declaraciones como presidente de la Confederación Nacional de Excombatientes, en las que textualmente decía: "No reconocemos otra legitimidad que la del 18 de julio".

Fue uno de los 59 procuradores en Cortes que el 18 de noviembre de 1976 en las Cortes Españolas votaron en contra de la Ley para la Reforma Política que derogaba los Principios Fundamentales del Movimiento.4

Girón y el Golpe de Estado del 23 de febrero de 1981[editar]
Esta pérdida de poder propició la actuación de grupos ultras con objeto de revertir la situación. En especial la Matanza de Atocha, en enero de 1977, y posteriormente el golpe militar del 23 de febrero), donde Girón quedó registrado en las cintas grabadas por el ultraderechista Juan García Carrés,[cita requerida] donde también se encontraron conversaciones con Carlos Iniesta Cano, ex Director General de la Guardia Civil.

Formó junto a Blas Piñar y Raimundo Fernández-Cuesta el grupo denominado "Búnker", como formación que se consideraba sucesora legítima de la obra política de Franco.[cita requerida]

Fue autor de, entre otros libros, Reflexiones sobre España.

#278

Re: España país de pandereta y genocidio

#279

Re: España país de pandereta y genocidio

La persecución que los golpistas genocidas llevaron a cabo sobre los no católicos hizo que los evangélicos y otras religiones tuvieran que desarrollar su culto religioso en laclandestinidad,en complicidad criminal co la Iglesia católica, desencadenaron una mortífera persecución religiosa que alcanzó a muchas personas que habían aplicado a la vida pública o a su vida privada los principios del laicismo Los casos más conocidos de protestantes víctimas de la represión franquista son los del pastor evangélico Atilano Coco (cuya detención y asesinato en Salamanca provocó el célebre incidente entre su amigo Miguel de Unamuno y Millán Astray) y el librero Pedro de Vega (asesinado en Córdoba). Otras víctimas protestantes de la represión franquista fueron los miembros de la comunidad evangélica de Castrogonzalo Antonio Rodríguez Gómez y Elías García Argüello. El caso de Audelino González Villa, aunque sobrevivió a las represalias de las que fue objeto, es significativo .

Audelino Gonzalez Villa

Audelino Gonzalez Villa

#280

Re: España país de pandereta y genocidio

La Segunda República, ahora de moda por la abdicación del rey, duró cinco años, tres meses y cuatro días.

Estas son algunas estadísticas que reflejan cómo fue aquel periodo en la historia de España que abarcó desde abril de 1931 hasta julio de 1936. Las fuentes han sido el INE y el Anuario Estadístico (Fundación BBVA). Algunas estadísticas fueron muy positivas. Otras muy negativas.

I. Elecciones municipales del 12 de abril de 1931. Concejales electos.

-Monárquicos: 30.165

-Republicanos: 8.950

La mayoría de los votos fueron para los concejales monárquicos. Pero en las grandes ciudades arrasaron los concejales republicanos (1.037 contra 552 monárquicos). La presión de la calle obligó al rey a huir del país. Muchos concejales monárquicos en los pueblos salieron elegidos porque no se presentó ningún rival. Era el caciquismo.

II. Durante esos cinco años se decretaron estados de prevención, alarma, y guerra.

Estado de prevención: 21

Estado de alarma: 23

Estado de guerra: 18

En la democracia reciente (en 33 años desde la Constitución de 1978), solo ha habido un ‘estado de alarma’ (huelga de controladores de 2010) y un ‘estado de excepción’ parcial en 1981, éste último declarado por el capitán general Miláns del Bosch en Valencia en el intento de Golpe de estado del 23-F

III. Golpes de Estado y rebeliones:

Hubo dos intentos de golpe de estado: en 1932 con el general derechista Sanjurjo, y en 1934 con el levantamiento armado promovido por UGT, el PSOE, los anarquistas de la CNT y la izquierda. Los dos intentos fracasaron. Además, hubo una declaración de independencia de una región (Cataluña, aunque dentro de un supuesto estado federal), y una rebelión militar armada que dio un golpe de estado y desató la Guerra Civil (1936). En la democracia moderna, desde 1978, ha habido un intento de golpe de Estado, el 23F de 1981, que fracasó.

IV. Número de víctimas por la violencia política: 2.225

Descripción

1931.

Asesinatos anarquistas en Barcelona 22

Quema de conventos 3

Incidentes den San Sebastián. 8

Huelga general en Sevilla: 20

Huelga general en Barcelona: 6

Castilblanco: 5

1932.

Revuelta anarquista: 30

Incidentes: 62

Pronunciamiento de Sanjurjo: 10

1933.

Revueltas anarquistas: 169

Incidentes: 27

Elecciones y huelga general en Madrid: 9

1934.

Asesinatos de falangistas: 9

Asesinatos por falangistas: 5

Huelga nacional en el campo: 15

Revolución de Asturias: 1.500

1935.

Ejecuciones: 2

Incidentes: 45

1936.

Incidentes, quema de conventos, asaltos a periódicos, violencia callejera… Incluye el asesinato del político de la oposición (conservador), José Calvo Sotelo: 270.

Nota: en 32 años desde 1968, hasta 2000, los muertos por la violencia terrorista en España de ETA, Grapo, grupos de extrema derecha y otros fueron de 1.005, es decir, menos de la mitad que la República en un periodo seis veces más largo.

V. Huelgas:

Año Número Jornadas perdidas (en millones)

1931. 734 4,6

1932. 681 5,6

1933. 1.127 15,6

1934. 594 12,1

1935. 181 N.D.

1936. 887 N.D.

Nota: hasta entonces, el año con más huelgas y jornadas perdidas fue, con diferencia, 1920, con 18,1 millones. En el siglo XX las tres fechas con mayor número de jornadas perdidas fueron 1979, 1977, 1933 y 1920 según cálculos oficiales del gobierno.

VI. Crecimiento económico anual a precios de mercado (PIB):

1930 -3,87

1931 -2,68

1932 2,67

1933 -2,04

1934 3,57

1935 2,22

1936 -22,57 (incluye la guerra)

Nota: el PIB a precios constantes, medido en pesetas de 1995, no superó en ningún año de la República al PIB de 1929 a precios de mercado, el mayor conocido hasta la fecha. En 1929 fue de 8.707 millones de pesetas. Solo se superó esta cifra en 1951, con 9.211 millones de pesetas. De todos modos, a la República le impactó la crisis mundial de 1929.

VII. El consumo real privado por habitante (en pesetas de 1958) nunca superó las 12.160 pesetas a que llegó España en 1929. La media de 1931 a 1935 fue de unas 11.600 pesetas por habitante.

VIII. Reforma Agraria.

Avances: se prohibió a los propietarios de tierras la expulsión de campesinos arrendatarios. Se estableció jornada de ocho horas. Se obligó a los terratenientes a cultivar las tierras, y no dejarlas baldías. Se estableció un Seguro de Accidentes para los campesinos. Se llevaron a cabo expropiaciones de latifundios para entregar tierras a los campesinos. A la nobleza no se le indemnizó. Se concedieron créditos a los campesinos para la explotación de tierras. Resultados hasta 1934. A pesar de ello, como se ve en el punto IX, no mejoró la producción.

Fincas Hectáreas Nº Asentados

expropiadas 468 89.133 8.698

ocupadas 61 27.704 3.651

IX. Producción agrícola. (En millones de quintales métricos)

Trigo

1930 39.926

1935 41.897

Cebada

1930 22.627

1935 19.827

Centeno

1930 5.472

1935 4.856

Avena

1930 7.257

1935 5.400

Maíz

1930 7.237

1935 7.226

Arroz

1930 3.126

1935 2.953

Garbanzos

1930 829

1935 1.433

Uvas

1930 30.266

1935 29.305

En año 1932 fue extraordinario en cosechas, y se superó a los años anteriores en casi todos los productos. Pero en el resto, decayó.

X. Cambio de la peseta con el dólar:

1930 9,629

1931 10,548

1932 12,450

1933 9,707

1934 7,390

1935 7,351

Tras la depreciación de los primeros años, la política monetaria de la República consistió en reforzar la moneda. Ello supuso un grave error que castigó a las exportaciones españolas. (INE)

XI. Exportaciones españolas en millones de pesetas/oro (INE)

1930 2.457,0

1931 990,3

1932 742,3

1933 673,0

1934 612,5

1935 588,2

En cinco años, el valor de las exportaciones cayó un 76%.

XII. Tipos de interés de créditos personales.

1930 6,5

1931 7,0

1932 7,0

1933 7,0

1934 6,0

1935 6,0

En los años de la República, el tipo de interés en créditos personales subió muy poco en comparación con los diez años anteriores. En cambio, en el periodo democrático moderno, los tipos de interés de préstamos personales en España pasaron del 8,5% (1975) a casi el 20% (1990), es decir, triplicaron los tipos en la República.

XIII. Escolarización:

La República consiguió cifras record de escolarización (de 5 a 14 años, ambos sexos, en porcentaje sobre la población de esa edad)

1930 55,8

1931 58,8

1932 62,0

1933 65,6

1934 69,0

1935 N.D.

1936 N.D.

Logró además la tasa más alta de escolarización femenina: en 1930, solo el 53,1% de las mujeres entre 5 y 14 años estaba escolarizada. Cuatro años después, subió a 66,4% de las mujeres, cifra que no se superó hasta 1948.

Institutos Nacionales de Segunda Enseñanza.

Año Nº Profesores Alumnos

1931 80 1.722 105.649

1934 111 2.739 130.752

Institutos Elementales de Segunda Enseñanza

Año Nº Profesores Matriculados

1931 21 177 6.980

1934 56 701 14.255

Tanto en los Institutos Nacionales de Segunda Enseñanza como en los Elementales, la República incrementó prodigiosamente el número de profesores en muy pocos años. Más profesores por alumno significa menos masificación y más calidad. Por ejemplo, en tres años se duplicó el número de alumnos en los Elementales de Segunda Enseñanza, pero el número de profesores se multiplicó por cuatro.

Gran parte de ese mérito se debe al ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, Marcelino Domingo Sanjuán. Creó un cuerpo docente muy parecido al modelo moderno finlandés, hoy tan admirado: tenían que realizar formación universitaria, y además, prácticas en escuelas durante un año con métodos innovadores. El sueldo anual era de 4.000 pesetas, bastante alto para la época.

Fuente: INE Anuario Estadístico de España. 1931-1936. Se puede consultar aquí.

Asimismo, la otra fuente ha sido “Estadísticas Históricas de España: siglos XIX-XX”. Carlos Barciela López,Albert Carreras,Xavier Tafunell, Fundación BBVA. (Se puede consultar toda la obra el GoogleBooks).

#281

Re: España país de pandereta y genocidio

El último legionario laureado era vasco. Su estatua acabó en el fondo de la ría de Bilbao.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#282

Re: España país de pandereta y genocidio

Aun hoy se puede escuchar a muchas las personas de Erandio llamar a la actual plaza Santi Brouard, "El parque Maderal", y es que fue en esta plaza situada en la parte posterior del ayuntamiento donde presidió la estatua en honor a Juan Andrés Maderal Oleaga. Sería en septiembre de 1968, cuando se daba el nombre de Maderal Oleaga, a esta plaza céntrica de Erandio, por aquel entonces distrito de Bilbao. Tuvieron que pasar años, hasta que en sesión plenaria del 1 de marzo de 1984 se cambiaría el nombre a Parkeko Plaza, habiéndose quedado la plaza sin estatua 4 años atrás, concretamente la noche del 29 de agosto de 1980.

Aun así, no deja de ser curioso que habiendo llevado 16 años el nombre de Maderal, y 35 años que hace que no lo lleva, aun se pueda escuchar a muchos vecinos llamar "parque Maderal" a la actual plaza Santi Brouard, hecho que no ocurre con los nombres de otra calle y plaza, como por ejemplo la Calle Mola o Marqués de Estella, que llevaron esos nombres muchos más años que la plaza Maderal, si bien es cierto que para los años 80 se habían cambiado los nombres de esas calles.

El protagonista en cuestión pasaría a la historia, junto al brigada Francisco Fadrique, al morir el 13 de enero de 1958, a la edad de 28 años, en el conocido como Combate de Edchera, en la campaña de Sidi-Ifni, en el Sahara. A día de hoy es la última persona que ha sido laureada de la Legión Española.
Siendo miembro de la III sección de la 1ª Compañía de la XIII Bandera Independiente de la Legión, fue como voluntario para intervenir con su unidad en el enfrentamiento que se estaba llevando con un enemigo que duplicaba las sus fuerzas, y que les habían emboscado en la zona del wadi de Saguía el Hamra, próximo a Edchera, antiguo fuerte Chacal. Maderal cubría uno de los flancos. Ante la imposibilidad de avanzar, su brigada ordenará establecerse defensivamente y cubrir la evacuación de los heridos y los fallecidos. Maderal se quedará cubriendo la retirada con la ametralladora, con Fadrique, hasta que es alcanzado y muere.

Días después se le concedía al padre de Juan Maderal la Cruz Laureada, junto con una Laureada de solapa, que al morir al padre, pasaría al hermano Jose María (asesinado por ETA en 1979).

La estatua, obra de Iñurria, en la actualidad
Diez años después, la Hermandad Provincial de Antiguos Caballeros Legionarios de Viz­caya sería la encargada de sufragar y colocar, con alguna polémica, en una plaza de Erandio una estatua en memoria al cabo Maderal, con la siguiente inscripción: "El Ayuntamiento de Bilbao al heroíco legionario nacido en Erandio, el 1 de mayo de 1930". El acto estuvo presidido por el teniente general Zamalloa, el general Ascensión y el teniente coronel Palacios, junto a diversas autoridades civiles y militares, así como una compañía de regimiento de Infantería de Garellano, con bandera, escuadra y banda, que rendirá honores al erandiotarra.
Años después en unas fiestas de San Agustín, la estatua sería arrancada y tirada a la ría. Dos años después de este hecho, se rescataría la estatua de la ría y la Hermandad de Caballeros Legionarios al Regimiento Mixto Garellano núm. 45, que la colocó el 20 de Septiembre de 1982 en una de las plazas del acuartelamiento de Soyeches, en Munguía (Vizcaya), añadién­dole en su base una placa con la siguiente leyenda: "Al heróico legionario Juan Maderal Oleaga, muerto gloriosamente en la acción de Edchera (Sahara Español), el 13 de enero de 1958" / El odio lanzó esta estatua a la ría bilbaína mutilándola y arrancándola de su monumento en Erandio / Fue erigida de nuevo tal y como fue rescatada el 20 de septiembre de 1982".

Actualmente la estatua de Juan Maderal, que un día estuvo en Erandio, se encuentra en la Brigada de la Legión en Almería.

#283

Re: España país de pandereta y genocidio

El Caballero Legionario Juan Maderal Oleaga era un hombre sencillo, de una familia humilde de Bilbao; tenía 21 años cuando murió. El año 1957 las agresiones armadas del Ejército de Liberación, brazo armado del Partido Nacionalista marroquí Istiqlal, se suceden por el Sáhara Occidental español.
En Diciembre de ese año es atacado El Aaiún, capital del sahara Español. El mando decide iniciar una serie de acciones ofensivas de corto radio de acción para obtener información de contacto. En El Aaiún las más importantes se realizan sobre el oasis del Messeied y Edchera, los días 22 de Diciembre y 13 de Enero de 1958.
El 13 de enero a las 7 de la mañana salía la XIII Bandera de la Legión de El Aaiún del cuartel de “Sidi Buya” en dirección a Edchera para reconocer y obtener información de contacto. Al llegar a Edchera se encuentra con un enemigo perfectamente organizado y protegido al borde de la “Saguia el hamra” que abre un compacto y eficaz fuego contra los legionarios. Inicia la maniobra de envolvimiento la Compañía del Capitán Legionario Jáuregui, que va en vanguardia, llegando hasta el fondo de la Saguia con la Sección que manda el Brigada Legionario Fadrique. Allí son envueltos y atacados por el frente y los flancos, acabando en el combate cuerpo a cuerpo.
Al morir el Capitán Jáuregui, el Brigada Fadrique, al mando de la Sección, ordena a sus hombres replegarse, quedándose él y el Legionario Juan Maderal Oleaga enfrentándose al enemigo para proteger el repliegue de sus hombres en cuya accion dan la vida. El 13 de febrero de 1962 se concede la Cruz Laureada de San Fernando al Brigada Legionario Francisco Fadrique Castromonte y el 8 de enero de 1966 al Caballero Legionario Juan Maderal Oleaga. Es el último soldado español al que se le ha concedido la Laureada de San Fernando, un legionario, condecoración que es sin duda la que requiere más requisitos y exigencias para su concesión en cualquier ejército del mundo.
El Caballero Legionario Juan Maderal Oleaga era un hombre sencillo, de una familia humilde de Bilbao; tenía 21 años cuando murió. Cuenta su padre que Jontxu, como le llamaban en casa, era bajito pero grande de corazón. En 1956 decidió alistarse en la Legión; su hermano José María había sido legionario y él quería serlo. El uniforme era para él lo más importante. Jontxu era feliz, contaba su padre, iba a venir de permiso cuando pasó “aquello”, decía, y aquello era… “Reciba usted mi pésame como padre de un muchacho, casi un niño, y mi enhorabuena como padre de un soldado. Su hijo ha muerto como un héroe”, le dijo el Coronel.

#284

Re: España país de pandereta y genocidio

Luego llegaron los homenajes en su barrio, Erandio, el nombre de una plaza y la estatua que le erigieron. Y también apareció la repugnante alimaña vomitando sus entrañas de odio, ETA, amenazando por el homenaje a Juan Maderal acusándole de haber participado en la Guerra Civil cuando por entonces ni había nacido. Aprovechando una manifestación arrancaron de cuajo el monumento erigido en su nombre arrojándolo al Nervión. No descansaba la fiera y el 17 de Marzo de 1979 tres cobardes encapuchados acribillaron a balazos, cuando se dirigía a su trabajo, a José María Maderal Oleaga presidente de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Vizcaya. Era hermano del Laureado Juan, el hermano que había despertado la vocación legionaria del héroe. Siete impactos de tres alimañas etarras acabaron con su vida.

Desde el Sáhara, desde la Saguia el Hamra en el Aaiún, hay una larga distancia hasta la calle Bilbao la Vieja, una larga distancia unida para siempre en el recuerdo de dos hermanos legionarios que amaban a España y a la Legión. Por España han vertido su sangre y ser legionarios les costó a los dos la vida. Pero la vida se da por una causa, por un ideal, por un compañero. Juan Maderal Oleaga murió frente al enemigo por salvar a sus compañeros. A José María se la arrebataron por ser legionario, pero no fue el enemigo quien lo hizo, no fue en ningún combate frente a frente. Fue la cobardía de tres repugnantes personajes, que simplemente al oír la palabra Legión tiemblan y se esconden. Tenían que ser tres o la banda entera para poder acabar con la vida de un legionario y necesitaron siete balazos por la espalda porque tiemblan sólo ante la mirada.

Hoy se ha recuperado la estatua de Juan que se encuentra en la Brigada de la Legión en Almería. Está mutilada porque así salió del fondo del Nervión y ahora es ejemplo para todos los que vestimos el uniforme legionario. Sólo pedimos que España y los españoles no olviden hechos como los aquí descritos. La Legión siempre recuerda y rinde honor a sus muertos. A Juan y José María Maderal Oleaga, al Capitán Jáuregui, al Brigada Fadrique y a todos los caídos rendimos homenaje.

Chevi Jr., como muy bien sabes, la Caballería no reconoce obstáculos. Aquí podremos ver la estatua del Caballero Legionario D. Juan Maderal Oleaga en su nuevo emplazamiento en la Base de “Álvarez de Sotomayor“, Viator (Almería)

#285

Re: España país de pandereta y genocidio

Venga VicenteT que hemos ganado una medalla de Oro todos los ESPAÑOLES.

Grita conmigo VIVA ESPAÑA.

Por cierto los Evangélicos y otras religiones, no son laicos, son Evangélicos y otras religiones.

Venga que estamos de celebración VIVA ESPAÑA, ARRIBA MIRELLA.

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