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Primeros síntomas económicos de quebecquismo en Cataluña

440 respuestas
Primeros síntomas económicos de quebecquismo en Cataluña
Primeros síntomas económicos de quebecquismo en Cataluña
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#177

Re: Primeros síntomas económicos de quebecquismo en Cataluña

historiador Benoît Pellistrandi, Le Figaro calificaba el miércoles la proclama de los separatistas de "rebelión contra la democracia". El rotativo francés publica que Mas ha ganado en escaños, pero no en votos, que depende de una fuerza, la CUP, que pretende nacionalizar los medios de producción y que Rajoy intenta capitalizar la situación para frenar el avance de Ciudadanos, partido al que califica de "centro derecha". La información destaca que la proclama debería implicar la la disolución del parlamento regional, pero que "los secesionistas han tomado las instituciones democráticas de Cataluña en su propio provecho".

#179

Re: Primeros síntomas económicos de quebecquismo en Cataluña

El PP le pisa a C's la idea de recurrir ya al TC el plan independentista
Si hasta hace dos días Mariano Rajoy pedía "no actuar con ansiedad", ahora su partido anuncia que intentará que no se celebre el pleno separatista

#180

Re: Primeros síntomas económicos de quebecquismo en Cataluña

Maniobra de Forcadell para acelerar el pleno secesionista pasando por encima del PPC
Por "primera vez en la historia" del Parlamento catalán se ha convocado la Junta de Portavoces sin que estén todos los grupos constituidos.

#181

Re: Primeros síntomas económicos de quebecquismo en Cataluña

C's, PSC y PP no darán validez a la Junta de Portavoces y la recurrirán al Constitucional

C's, PSC y PP no darán por válida la Junta de Portavoces convocada para tramitar la propuesta de resolución del proceso independentista porque el PP no está constituido como grupo parlamentario y no tiene portavoz.

#182

Re: Primeros síntomas económicos de quebecquismo en Cataluña

«Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y otra vez como farsa» (Carlos Marx, El 18 Brumario de Luis Bonaparte).La obsesión por la legitimidad histórica, por las fechas míticas y los héroes que han jalonado la lucha por la independencia de Cataluña provoca en los dirigentes nacionalistas efectos perniciosos, casi trágicos.Mas se ha empeñado en ser un Companys redivivo y está dispuesto a poner en juego la estabilidad de Cataluña y de España con tal de pasar a la Historia como el hombre que proclamó y presidió la primera república catalana.El papel que en su día cumplió la Alianza Obrera (que incluía al trotsquista Bloque Obrero y Campesino) como fuerza de choque aliada de Companys lo cumple ahora la CUP (también trufada de elementos trotsquistas).La dinámica abierta por Mas (Convergència y ERC), condicionada por la CUP, de ruptura de la legalidad, tiene un objetivo inconfesable: provocar al Gobierno para que aplique el artículo 155 de la Constitución, que llevaría a la suspensión temporal de la autonomía. El 155 sería una especie de general Batet, pero, en este caso, según los cálculos del nacionalismo, no serviría para aplastar el movimiento, sino que generaría en la sociedad catalana una repulsa generalizada hacia el Estado español que, finalmente, propiciaría la consolidación de la independencia por la vía de los hechos, ya que nadie se plantea una intervención militar como la que tuvo lugar en octubre de 1934.Los tiempos, la hoja de ruta, de la política en Cataluña los marca la CUP. La condición para investir a Mas como presidente es la aprobación de la resolución de desenganche con España y, por ello, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, no tiene inconveniente en saltarse el reglamento de la Cámara con tal de que se cumplan los pactos a los que llegaron Mas y la dirección de la CUP en su reunión secreta.La maquinaria legal se ha puesto en marcha. Ayer, Ciudadanos, el PSC y el PP decidieron plantear sendos recursos de amparo ante el Tribunal Constitucional sobre la ilegalidad de la junta de portavoces que ha dado luz verde al Pleno del próximo 9 de noviembre, donde, en principio, se aprobaría la resolución de desenganche y en el que, posteriormente, se votaría la investidura de Mas como presidente de la Generalitat, para la que necesita, además de los votos de Junts pel Sí, los de la CUP.Fuentes solventes apuntaron que el TC admitirá a trámite el citado recurso, pero que es dudoso que pueda resolverlo antes del próximo lunes, ya que tiene que abrir un plazo de alegaciones. También es dudoso que el Alto Tribunal acepte, si se plantean, medidas cautelarísimas, como la suspensión del Pleno.Una vez aprobada la resolución, los tres partidos mencionados plantearán un recurso de inconstitucionalidad sobre el contenido de la misma. El TC lo admitirá a trámite y dejará en suspenso su aplicación. La idea de los magistrados es tener resuelto el fondo del asunto en el plazo de un mes. En todo caso, antes de las generales del 20-D.Será a partir del 9-N cuando la situación en Cataluña adquirirá tintes dramáticos. La propia resolución que puede ser aprobada ese día incluye la desobediencia a las resoluciones del TC. Por tanto, lo más probable es que se pongan en funcionamiento los mecanismos de creación de una Hacienda y una Seguridad Social propias, haciendo caso omiso de la suspensión.Sea cual sea el camino que elija el Gobierno para frenar la ruptura, Rajoy debe contar con el respaldo del PSOE y de Ciudadanos.Una vez que la Generalitat ha entrado en la dinámica de la desobediencia ya no habrá tribunal que imponga sus resoluciones. Ese es uno de los objetivos de este golpe a la legalidad. Ayer lo expresó con claridad Albert Rivera: «Es una cortina de humo. Se han vuelto independentistas en proporción de lo que han robado en nombre de Cataluña».La tragedia en la que derivó la insensata aventura de Companys se repite ahora, pero sólo como farsa. Detrás de las grandes proclamas, de la apelación a valores innatos, a una cultura centenaria, se esconden otras razones más pueriles, como el intento de ocultación de una extensa red de corrupción, con cuentas en paraísos fiscales, lavado de dinero, cobro de comisiones, extorsión, etc., que justifican este irresponsable salto al vacío. No hay más que leer la información que publicaba ayer La Vanguardia, en la que se relata la artimaña de Jordi Pujol para que su hijo pudiera engañar a su esposa, arrogándose falsamente la propiedad de las cuentas en Andorra, para percatarse de la catadura moral del máximo referente del independentismo catalán.Mas no es más que un aprendiz de su maestro. A Companys le daría vergüenza que gente así reclame su legado, por muy trágico que este haya sido.

#184

Re: Primeros síntomas económicos de quebecquismo en Cataluña

La Generalitat de Cataluña estaría en quiebra sin la ayuda financiera del Estado. Así lo afirma el Ministerio de Hacienda que, desde 2012, ha prestado a Cataluña algo más de 37.000 millones de euros para cubrir los vencimientos de deuda, financiar el déficit público y pagar facturas atrasadas con los proveedores. El importe alcanza los 49.927 millones si se incluyen los préstamos realizados a los municipios de Cataluña. El departamento de Cristóbal Montoro sostiene que el Gobierno de Mariano Rajoy ha actuado con lealtad al fijar mecanismos de ayuda para las autonomías que no tenían acceso al mercado o debían asumir tipos de intereses prohibitivos para lograr liquidez.
Ante el envite soberanista que plantea la mayoría independentista en el Parlamento catalán, Hacienda recuerda que hoy por hoy, es el Estado quien sostiene financieramente a Cataluña y quien salvaguarda el Estado de bienestar en la comunidad autónoma con mayor PIB. Desde las filas soberanistas defienden que la Generalitat asume el pago de intereses para acceder a la financiación del Estado. Aun así, Hacienda destaca que el Ejecutivo ha suavizado las condiciones financieras y fija tipos de interés muy inferiores a los que exigiría el mercado.
El departamento de Cristóbal Montoro señala que Cataluña ahorrará unos 1.500 millones de euros este año por la ayuda estatal. Los últimos datos de ejecución presupuestaria autonómica reflejan que la Generalitat gastó 919 millones en abonar intereses de la deuda entre enero y agosto, un 16,2% menos que en el mismo período del año anterior.
El protagonismo creciente que tiene el Estado en la deuda de Cataluña es incontestable. Cataluña acumula un pasivo de 67.855 millones, según los últimos datos del Banco de España correspondientes al segundo trimestre. De este importe, 37.487 millones son préstamos estatales. Es decir, más del 50% de la deuda catalana se ha contraído con la Administración central. Y este porcentaje seguirá aumentado. La deuda catalana tiene la consideración de bono basura y ante el actual clima político resulta improbable que la Generalitat obtuviera financiación a tipos de interés asumibles.
De hecho, la Generalitat requiere de la ayuda estatal para asumir el pago de su deuda farmacéutica. El Gobierno catalán informó el pasado viernes que carecía de liquidez para afrontar ahora el abono de esas facturas. Así, la deuda con las farmacias supera los 330 millones de euros, correspondientes a las facturas impagadas de los meses de julio (121,5 millones), agosto (100 millones) y septiembre (112,5 millones).
Por otra parte, la Generalitat también precisa del auxilio estatal para financiar su déficit público y los vencimientos de la deuda pública. Hasta agosto –últimos datos disponibles– el Estado ha prestado a Cataluña 4.222 millones para cubrir los vencimientos del año y, hasta final del ejercicio, el importe alcanzará los 7.000 millones. En la medida en que Cataluña gasta más de lo que ingresa, la Generalitat sigue precisando de la financiación exterior y como único acreedor aparece la Administración central. El objetivo de estabilidad obliga a las comunidades a cerrar este año con un déficit público del 0,7% del PIB, un límite muy exigente que la mayoría de comunidades incumplirá. Una de ellas será con toda seguridad Cataluña.
Incumplimientos del objetivo
La Generalitat sumó un déficit hasta agosto del 0,76%, lo que implica superar el límite de todo el año. El porcentaje solo irá en aumento. Así, el incumplimiento será notable. Además, Eurostat ordenó imputar a 2015 un gasto de 1.318 millones aflorado por la Generalitat de Cataluña y que se había contabilizado en un primer momento en las cuentas del año 2013.
Este suceso crispó el clima entre el Ministerio de Hacienda y la Consejería de Economía de Andreu Mas-Colell. Pese a la apuesta soberanista, la relación entre los departamentos de Hacienda de ambas administraciones ha sido intensa en los últimos cuatro años y no especialmente mala. Así lo reconocen fuentes de ambos Ejecutivos. Y todo apunta a que la relación seguirá siendo constante porque la Generalitat hoy no tiene acceso a los mercados y, por lo tanto, requiere de la ayuda del Estado. Hacienda defiende que un hipotético Estado catalán resultaría fallido nada más proclamarse por la imposibilidad de acceder al crédito.

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