- Poco después de las elecciones de 2016, donde Trump salió elegido, y con el incremento del populismo en los países desarrollados, comencé a realizar un estudio del populismo. Esto me hizo destacar como los gaps de valores y riqueza que derivaron en profundos conflictos políticos y sociales en el periodo de 1930 eran muy similares a los actuales (Nota, extraída de otro paper de Ray Dalio: Hoy día, la riqueza del top 1% del mundo, es mayor que la del último 90% combinado, que es el mismo gap que existía en el período 1935 – 1940, un período que fue de enorme conflicto en la mayoría de países). También me enseño el cómo y el por qué los populistas de la izquierda y los populistas de la derecha eran más nacionalistas, militaristas, proteccionistas y conflictivos y en qué derivaron estas características y aproximaciones. Observé como de fuerte el conflicto entre la izquierda y la derecha podía llegar a ser y el fuerte impacto que este conflicto tuvo en la economía, en los mercados, en la riqueza y en el poder, lo que me proporcionó un mejor entendimiento de los eventos que estamos viviendo en la actualidad.
- De haber hecho ese estudio, y de observar numerosas situaciones que están ocurriendo a mi alrededor, observé que EEUU estaba experimentando grandes gaps entorno a las condiciones económicas de la gente que estaban siendo tapadas al solo observar las medias económicas (por ejemplo, una persona gana 1.000.000 y otra 10.000 dan una mejor media que dos que ganan 100.000, pero el gap es mucho mayor). Por lo que dividí la economía en quintiles (por ejemplo, miran al 20% que generaban más ingresos, el siguiente 20% y así hasta llegar al último 20%) y examiné las condiciones de esos segmentos de población de forma independiente. Esto derivó en 2 estudios. En el paper “Our Biggest Economic, Social, and Political Issue: The Two Economies—The Top 40% and the Bottom 60%” observe las condiciones dramáticas entre los que “tienen” y los que “no tienen”, lo que me ayudó a entender la gran polaridad y el populismo que estaba emergiendo. Esos descubrimientos, a la vez que el contacto cercano que estábamos teniendo mi mujer y yo en el ámbito de la filantropía con la realidad de los gaps que estábamos viendo en la comunidad de Connecticut y en sus colegios, me llevó a la investigación que plasme en mi estudio “Why and How Capitalism Needs to Be Reformed”.
- Al mismo tiempo, a lo largo de mis muchos años de relaciones internacionales y de búsqueda en otros países, observé que grandes cambios geopolíticos y económicos estaban teniendo lugar, especialmente en China. He ido muchas veces a China a lo largo de los últimos 35 años y he sido lo suficientemente afortunado de tener el suficiente conocimiento de sus líderes políticos, y también de tratar con ellos. Esto me ha ayudado a ver como de notables son los avances que ha ido teniendo China y como de excelentes son las capacidades y perspectivas históricas que estaban detrás de estos avances. Estas capacidades y perspectivas excelentes han llevado a China a ser un competidor efectivo con EEUU en producción, comercio, tecnología, geopolítica y mercados globales.
Lo que ahora estás leyendo viene de mi necesidad de entender las situaciones importantes que están desarrollándose ahora y que no me habían ocurrido antes en mi vida pero que si han ocurrido muchas veces antes. Estas situaciones son el resultado de 3 grandes fuerzas y las preguntas que de ellas surgen.
1) El ciclo monetario y de deuda a largo plazo:
En ningún momento de nuestras vidas los tipos de interés habían estado tan bajos, incluso negativos, a la vez que hay tanta deuda, como ahora. Al comienzo de 2020, más de 10 trillones de dólares (dólares americanos, equivalen a 10 billones en terminología española) de deuda estaban a tipos de interés negativos y una inusual enorme cantidad de deuda adicional sería necesaria ponerla a la venta, y venderla, para financiar los déficits financieros. Esto está ocurriendo al mismo tiempo que unas enormes obligaciones de pensiones y de sanidad están llegando a su vencimiento. Estas circunstancias me han llevado a hacerme una serie de preguntas. Naturalmente, me pregunto porque alguien querría mantener una deuda que le está proporcionando un rendimiento negativo, y cuánto más se pueden bajar los tipos de interés. También me pregunto que les pasaría a las economías y a los mercados cuando no puedan bajarse más los tipos de interés y cómo los bancos centrales podrían estimular la economía cuando la siguiente caída venga inevitablemente (de hecho, ya la estamos viviendo). ¿Imprimirán los bancos centrales mucha más moneda, derivando esto en una depreciación de la misma? ¿Qué ocurriría si la divisa a la que la deuda está vinculada pierde poder adquisitivo mientras los tipos de interés son tan bajos? Esas preguntas me han llevado a preguntarme como actuarán los bancos centrales si los inversores empiezan a huir de la deuda vinculada a las mayores divisas del mundo (por ejemplo, el dólar, el euro y el yen), que sería lo esperado si el rendimiento por el riesgo que están asumiendo es negativo, y, a su vez, la moneda se está depreciando.
En el caso de que no lo sepas, una moneda de reserva internacional, como las arriba mencionadas, se trata de una moneda que es aceptada alrededor del mundo para efectuar transacciones y como modo de ahorro. El país que imprime la denominada moneda de reserva internacional por definición (actualmente es el dólar americano) está en una posición muy privilegiada y poderosa, y la deuda que está ligada a esta divisa, es el mayor bloque para los mercados de capital internacionales y para la economía global. También es el caso que todas las monedas que han sido reserva internacional en el pasado han cesado de tener este privilegio, generalmente derivando en finales traumáticos para los países que disfrutaban de semejante privilegio. Por lo que también estoy comenzando a preguntarme cuándo y por qué el dólar dejará de ser la moneda de reserva internacional por definición, y cómo esto cambiará el mundo tal y como lo conocemos.