Autónomo o SL en cantidades altas

Buenas,

En estos momentos soy autónomo, el negocio me está funcionando bien y me han surgido algunas dudas para estar preparado en el futuro, en los próximos meses y años… He leído mucho sobre este tema, y veo que en muchos sitios recomiendan a partir de cierta cantidad de facturación hacerse SL.

El asunto es que yo no lo tengo tan claro, y por eso quería exponer por aquí algunas dudas.

Supongamos el caso de que se consiguieran unos ingresos de 120.000 euros anuales. Sé que siendo autónomo, por IRPF, el porcentaje es progresivo y a partir de cierta cantidad (creo que varía dependiendo cada comunidad), el porcentaje a pagar es elevado. También está claro que las SL pagan un fijo (25%, 30%, depende) y en estos casos, obviamente van a pagar menos impuestos.

Pero creo que en todas las valoraciones se queda ahí el tema, y creo que es un error. ¿Por qué creo esto? Porque haciendo cuentas, teniendo una SL, si finalmente el trabajador, además de su sueldo fijo (en forma de nómina) que obtendría de la SL quisiera llevarse el resto de beneficios en forma de dividendos, al final tiene que acabar pagando más en el formato de SL que siendo sólo autónomos.

Otra opción sería que todo lo que el trabajador no perciba como nomina de la SL se quede en la SL, ¿Pero de qué sirve eso? ¿Para qué sirve tener dinero dentro de la SL a la que no se puede acceder? (al menos no estará a nombre del trabajador, será dinero de la SL). Otra cosa es que se jugara con ese dinero que estuviera ahí en la SL, para realizar inversiones, etc. Pero volvemos a las mismas, ese dinero sería de la SL, no del trabajador y todo lo que percibiera extra además de su nómina sería en forma de dividendos (y hay que volver a pasar por caja).

Por temas de responsabilidad (una de las ventajas de la SL), no me preocupa ya que no tengo trabajadores a mi cargo ni voy a tener posibles deudas, tan sólo me interesa conocer los aspectos financieros/tributarios.

Por ello, ¿qué opináis al respecto? A ver si podéis arrojar algo de luz a este tema, ya que tengo clara la teoría, pero la verdad es que no se qué opción me conviene financieramente hablando.

Saludos y muchas gracias.

Para ese nivel de ingresos, utilizar una SL, de forma legal, apenas permite ahorro fiscal, y en cambio incrementa sustancialmente la gestión.

No obstante, sí permite una cierta discrecionalidad en la manera de administrar los resultados económicos, que a la larga sí pueden ser un significativo ahorro fiscal.

Como autónomo persona física, apenas puedes establecer reservas (beneficio no utilizado) deducibles (en la práctica, la única es un plan de pensiones), y su disponibilidad es muy rígida. En cambio, como mercantil tienes bastante flexibilidad en establecer y administrar reservas.

Como el IRPF es progresivo (al final los beneficios deben ir al bolsillo del propietario), eso te permite guardar parte del beneficio extraordinario de años muy buenos (alto IRPF), para años menos buenos (menor IRPF), por ejemplo.

También puedes alquilar un inmueble de tu propiedad a la mercantil. Tributa en tu IRPF, pero es deducible en el ISoc de la mercantil. Y si por ejemplo, parte del "alquiler" se paga asumiendo la mercantil la obligación de ciertas reformas (en lugar de pagos dinerarios), puede ser gasto deducible para la mercantil, y no aparece como ingreso para ti...

Puedes capitalizar la mercantil efectuando un préstamo, en lugar de aumento de capital, y hasta ciertos importes los pagos por intereses son gasto deducible para el ISoc, aunque tributen en tu IRPF (base del ahorro, en lugar de general).

Algunos gastos de tipo "suntuario y de cortesía", a tu favor y disfrute por supuesto, no son gasto deducible en la mercantil (liberalidades), pero si se hace con tiento y prudencia, pueden quedar exentos en tu IRPF.

Eso sí, si bien es perfectamente legal interponer un ente mercantil para desarrollar actividades económicas personalistas, para hacienda puede ser una simulación con la única intención de eludir impuestos. El criterio general es atribuir, de una u otra manera, al menos el 80 % del resultado al socio persona física (honorarios, dividendos,...)