El mundo al revés. Si haces lo contrario que el gobierno te irá bien.

Y si aumentaramos las prejubilaciones? Disminuiría el paro.
Y si bajaramos los impuestos a la gente? Aumentaría el consumo.
Y si dejásemos fumar a la gente en donde antes se dejaba fumar (en todos lados)? Se llenarían los locales.
Y si bajásemos los impuestos a las empresas? Pos eso.
Y si mandamos las renovables a la mierda? Bajaría la luz.
Y la recogida selectiva de basuras? Bajarían las tasas.

Venga ya señores, ya hemos jugado a un mundo ideal donde bajo excusas de la salud y el medioambiente se ha robado demasiado, volvamos al sistema anterior.

Por qué jubilarse más tarde si lo que sobra es gente en el mercado? Prejubilaciones o jubilaciones a los 30 años de trabajo ipso-facto. Bajar las cotizaciones y menos meter mano en la bolsa de las pensiones para otros temas.

Buen post para tomarlo como ironía.

No estoy de acuerdo con el Gobierno en muchas cosas pero la solución no es hacer lo contrario sino hacer las cosas bien.

Ese es el dilema, como hacer las cosas bien, que es lo que esta bien y que es lo que esta mal, difícil de ver, lo que para unos esta bien para otros esta mal, si das con la solución nos la dices

Gfierro, yo digo lo mismo que Bascoastur. Estoy de acuerdo en que las cosas hay que hacerlas bien. Pero, ¿qué es lo bueno y qué es lo malo en Economía?. Creo que coincidirás conmigo en que los economistas --y creo que tú lo eres-- dificilmente os poneis de acuerdo, cada cual tiene sus principios y sus propios métodos analíticos de la situación. Pese a que las matemáticas son cienca exacta, la Economía tiene una gran parte de política. Es más, estoy convenciddo que no existe una Economía sin Política.
Te recuerdo --quizá tú lo sepas mejor que yo-- que en la Univ. Complutense de Madrid, junto a las Facultades de Filosofía y Letras y Derecho, estaba la Facultad de "Ciencias Políticas y Económicas". Saludos

Lo que esta bien y lo que esta mal es muy fácil de distinguir, el problema es que a veces lo que esta bien cuesta un sacrificio o esfuerzo y por eso no nos gusta y pensamos que esta mal. Mientras que los que esta mal tal vez nos da un momento de tranquilidad pero nos venda los ojos para un peor futuro.

Las cosas bien hechas se distinguen perfectamente de las mal hechas, otra cosa es que mezclamos sentimientos, experiencias e ideologías personales y con base a ellas creamos que la decisión esta mal.

Es tan simple como cuando uno hace ejercicio, el primer día todo el cuerpo duele. Podría pensarse que debemos de dejar de haceer ejercicio porque no siento ningún beneficio sino dolor, pero si nos sobreponemos al dolor de los primeros días el beneficio se verá.

Existen dos tipos de economía la normativa y la positiva. La primera se encarga de seguir juicios de valor y la segunda de lo que se debe de hacer sin importar los juicios y simplemente para optimizar los recursos.

El problema no es la economía ya que esta es independiente de la política ya que los académicos realizan sus investigaciones sin pedir permiso a los gobiernos. El problema esta en la aplicación ya que los políticos prefieren aplicar medidas a medias para no perder popularidad, saben que si aplican las medidas bien estas serán incomodas para la población y su carrera se verá afectada. Nosotros en vez de aceptar las medidas correctas preferimos que nos tapen el sol con un dedo con tal de obtener beneficios de corto plazo y sin sacrificios.

Hemos olvidado que las cosas bien hechas cuestan dinero, sacrificios y mucho trabajo. Nos han acostumbrado tener todo fácil y rápido.

Distinguir las medidas correctas de las incorrectas, las cosas bien hechas de las mal hechas es fácil siempre y cuando dejemos de lado nuestras convicciones e ideas personales, beneficios e intereses particulares. Y empecemos a pensar en los demás y en el mañana y dejemos de pensar sólo en nosotros y en el ahora.

Los economistas difieren en la aplicación de las medidas, pero esto no quiere decir que unas sean buenas y las otras malas, se puede llegar al mismo destino por varios caminos. El problema es la aplicación, la cual se hace dejando a un lado los modelos económicos y dando preferencia a la popularidad política.

Dices: Hemos olvidado que las cosas bien hechas cuestan dinero, sacrificios y mucho trabajo. Nos han acostumbrado tener todo fácil y rápido.
Pues yo te digo que las cosas mal hechas tambien cuestan dinero y fíjate en el sacrificio que nos esta costando a todos, menos a los que en verdad la causaron y perjudicaron, sobre lo de estar acostumbrados a tener todo fácil y rápido, te daré una gran parte de razón, aunque eso lo han propiciado precisamente estos autodenominados socialistas, que enseñan a su prole que siempre hay alguien detrás que te sacara las castañas del fuego por muchos problemas que creen, luego así acabaran

Tenéis razón, las malas decisiones también cuestan dinero y bastante.

Creo que los autodenominados socialistas de hecho no tienen ni idea de que es el socialismo. Mas bien las medidas y políticas que han tomado son populistas. Y efectivamente las medidas populistas han acostumbrado a la gente al camino fácil.