Cristina Kirchner en su país de las maravillas
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En la Argentina de hoy, un matrimonio con dos hijos puede cubrir todas sus necesidades con 1.555 pesos (unos 268 euros) al mes. Dicho de otra forma, con no más de 52 pesos diarios (9 euros), la "familia tipo" puede comer, vestirse, pagar los gastos de vivienda y de alquiler; la educación, la salud y el transporte. Y todavía le sobra para ir cada cierto tiempo al cine o comer en un restaurante.
¿Inverosímil? Bienvenidos al país que surge del último informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), el organismo que desde su intervención a manos del gobierno, en enero de 2007, pinta un cuadro idílico de la realidad nacional. Tal es así que incluso los sindicatos que apoyan al gobierno contratan a expertos fuera del sistema para fundar sus reclamos salariales en base a la inflación real. Por ejemplo, PriceStats, una de las agencias más consultadas por los gremialistas, señala que el 2011 cerró con un aumento del 25% en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), mientras que para el INDEC el alza fue menor al 10%.
Cómo no será el descrédito en que ha caído la entidad que obedece al ministro de Comercio Interior, el 'sheriff' Guillermo Moreno, que en ciertos barrios de la capital, los vecinos han creado sus propias consultoras para verificar el aumento de los precios, pero no el ordenador sino en los anaqueles del supermercado.
Los pases mágicos del INDEC han llamado la atención de organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que tras una inspección realizada el pasado 18 de septiembre, le fijó un plazo de 90 días al gobierno de Cristina Kirchner para afinar los instrumentos con que mide la inflación. El INDEC también fue denunciado en el informe emitido por la ONU en diciembre de 2011 sobre la economía de los países emergentes.
En el 2008, el Instituto Interamericano de Estadística eligió como presidenta a la argentina Clyde Trabuchi, tanto por sus méritos profesionales como por el coraje que mostró un año antes, cuando en calidad de titular del INDEC no cedió a las presiones de la Casa Rosada para manipular las cifras de la inflación.
¿Qué gana el gobierno con torcer las fluctuaciones del IPC, cuando hasta un niño se da cuenta del truco? La respuesta se encuentra en las tablas que miden los índices de pobreza en el país. Partiendo de la premisa oficial, de que con 1.555 pesos se vive razonablemente bien, resulta que sólo el 6,7% de los argentinos está por debajo de la línea de la pobreza.
Y como según el INDEC, con 699 pesos al mes (119 euros) una familia puede al menos satisfacer sus necesidades alimentarias -el mínimo de calorías para poder sobrevivir- resulta que apenas el 1,7% de los argentinos son indigentes (paupérrimos), aunque cualquiera puede apreciar la cantidad de gente que busca comida en los tachos de basura y duerme en la calle.