Así por meter baza entre discrepante y concordante.
Conste que estoy de acuerdo en el planteamiento de Ángeles Caso que has traido al foro. También digo que estoy expectante ante las elecciones europeas del mes de mayo, pero, a su vez también soy escéptico en algunas cosas.
Lo hablaba en el restaurante a mediodía con algunas personas. Se ha impuesto la comodidad. Se ha generalizado el que, mientras se tenga en el bolsillo para ir al bar a tomar la cervecita, la cosa no va mal del todo, que lo que sucede es cosa de "alborotadores", incluso de "perroflautas" pedigueños y antisistema varios.
Al fin y al cabo, creo que lo he puesto por aquí. No es una "doctrina" nueva. Lo estableció "nuestro bienquerido" Josemari cuando dijo que si la economía iba bien, la gente lo perdonaba todo. Y en esas estamos. Para mal, por lo que se va viendo.
El problema es que esto va por sectores, la onda de recortes, derechos anulados y demás va llegando poco a poco, a unos cuantos (al estilo del manido relato de Bertol Brecht sobre la persecución). Cuando empezaron por los funcionarios (con un recorte, creo recordar del 5% de sus salarios) la gente no supo ver que eso solía ser un "camino-guía" para el resto de trabajadores. Sin embargo, muchos se alegraron de que a esos "privilegiados" les llegara lo suyo. Y, posteriormente, la onda les llegó y les está llegando a ellos. Y cada vez a más y más gente.
Y ahora, los recortes se generalizan. Derechos adquiridos a lo largo de muchos años y con muchos sacrificios se volatilizan al grito de "el estado de bienestar es insostenible". Y no, no estamos hablando del estado del bienestar, sino de "su" bienestar. El de ellos. El de la casta. Esos que no se han tocado apenas dietas, privilegios, fueros y estatutos mientras los demás los vemos recortados para que "lo suyo" siga tal cual.
De hecho, lo puse por aquí. La cosa ha llegado a tal punto que, en cierta comunidad, hasta han llegado a cerrar nada menos que una televisión pública autonómica. Un medio que todos denunciaban sectario y propagandístico y que, curiosamente, ahora defienden (lo que cambian las cosas). Un medio al servicio de los que gobernaban "allí". Y mira que si lo siento por algo, es por los profesionales que allí desarrollaban su tarea. Pero han llegado al punto de empezar a sacrificar peones próximos para mantenerse incólumes.
Y nuestro poder volverá cuando lo retomemos. Cuando veamos que la onda nos va a afectar, cuando no consintamos la desverguenza y sinvergonzonería que nos rodea. Cuando exijamos "lo nuestro" y que de lo nuestro se nos rindan cuentas. Cuando, en definitiva, dejemos de pensar que, porque tenemos en el bolsillo lo suficiente para irnos al bar a tomar una cervecita, los problemas son "cosa de los otros", porque todo nos acaba llegando a todos.
Esperemos que la gente haya abierto los ojos y comiencen a actuar en consecuencia. Con los unos y con los otros.
Suerte a todos.
no desaparece lo que muere, desaparece lo que se olvida