Hola Pupu, ¿qué tal? Es maravilloso recibir un saludito de vez en cuando y más aún cuando viene de una persona tan encantadora como tú.
El dedo de Karl está en su sitio, la cabeza no estaría tan segura, jajaja, (es broma)...
En Rankia soy Karli, diminutivo de Karlicones. Antes era mis iniciales, pero me olvidé de la contraseña y tuve que abrir otro perfil de usuario y como me vino a la cabeza el nombre cariñoso que solía usar de novios con mi marido, pues me autodenominé Karlicones...
Llámame como quieras, pero por favor, llámame. No hay mayor desprecio que el no hacer aprecio dice el refrán, ;-) Así que con tal de que te dirijas a mí, ya estoy contenta.
Me puedes llamar cariño también. A mí o al barbudín. No me voy a asustar porque también yo soy de usar palabritas afectuosas, pero nunca aduladoras. Digo lo que pienso, para bien y para mal. Me gusta que se me conozca tal cual soy y eso solo se puede conseguir hablando directamente y olvidando un poquito la exacerbada diplomacia de algunos españoles.
Al barbas le impresionará que le llames cariño, pero ya está "curado de espanto", porque la farmacéutica que nos atiende, le suele llamar, cielito y cosas similares. La primera vez salió de su farmacia alucinando en colores y llegó a casa en plan, "Chata, creo que la boticaria me está tirando los tejos"... Ni te cuento lo que me pude reir, jajajaaa.
El carácter español es muy diferente al centroeuropeo, la mentalidad, el clima y el idioma también contribuyen mucho a hacernos distintos. Somos más abiertos, más espontáneos... y eso, al principio, les choca un poco o mejor dicho, un mucho, pero en cuanto se acostumbran, les gusta nuestra forma de ser. Me atrevería a decir que, en el fondo, nos envidian un poquitín. (Ahora que no me lee Karl, jijiji).
Tú sé como eres, como quieres ser, no cambies nunca ni permitas que te cambien, ni lo intenten. A quien le gustes perfecto y a quien no, aireeee...
Desengaños sufrirás siempre. Buf, si yo empezase a relatar todos los que he sufrido en mi vida, escribiría un par de tomos de la ESPASA, jajajaaaaa... Y la verdad es que con el tiempo he llegado a la conclusión de que también me da igual, lo mismo que tú.
¡Un abrazo gordote, tesoro!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.