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Mercado perfecto

Los mercados perfectos son aquellos donde la oferta y la demanda determinan el precio y la cantidad de equilibrio. Es decir, estamos frente a una situación de competencia perfecta.
 
Debemos resaltar que, en los mercados perfectos, los individuos y las empresas toman el precio como dado (son precio-aceptantes). Así, sus decisiones no tienen influencia en la tarifa pagada por el bien o servicio en cuestión.
 
Un mercado perfecto, cabe remarcar, es una circunstancia hipotética. En la realidad, es casi imposible que se cumplan todas las condiciones que se requieren (y que explicaremos en detalle más adelante).
 
Sin embargo, existen algunos ejemplos donde nos acercamos a esa situación, como en la bolsa de valores. En los mercados bursátiles, la fuerza de la oferta y de la demanda hacen que los precios (las cotizaciones de los activos financieros) se ajusten de manera prácticamente inmediata. Además, existen una gran cantidad de demandantes y oferentes.
 

Condiciones de un mercado perfecto

Un mercado perfecto debe cumplir las siguientes condiciones:

  1. No existen costes de transacción: Ningún individuo debe efectuar un gasto extra para lograr la compraventa que desea. Debemos recordar que los costos de transacción son aquellos en los que se incurre con el fin de hacer uso del mecanismo de precios del mercado. Algunos ejemplos son los costos asociados a encontrar al mejor proveedor de un insumo o servicio, o los costos de contratación, que son aquellos que se destinan, entre otros fines, a la negociación de un acuerdo.
  2. La información fluye libremente: La realidad es conocida por todos en el menor tiempo posible. A este supuesto se le denomina como información perfecta. Su opuesto es la falla de mercado conocida como información asimétrica. Esta falla implica que uno de los partícipes del mercado tiene más información que otro, y puede tomar ventaja de ello para lograr una transacción beneficiosa.
  3. Existen muchos agentes en el mercado: Hay muchos compradores y vendedores. Así, ninguno de ellos tiene el peso suficiente para influir en los precios del mercado.
  4. El producto debe ser homogéneo: Para el consumidor da lo mismo comprar a cualquiera de los oferentes del mercado. Este supuesto también implica que los vendedores no pueden competir diferenciando sus mercancías. Para entenderlo mejor, podemos pensar en el mercado de los alfileres. Muy probablemente no se te venga a la mente una marca favorita de alfileres, todos son iguales y cumplen una función específica.
  5. Libre entrada y salida de competidores: Esto significa que no existe ninguna restricción ni costo adicional para el ingreso de nuevos oferentes (o para el retiro de cualquiera de ellos). Este tipo de obstáculos pueden ser, por ejemplo, aquellos establecidos por el Gobierno, ya sea mediante la imposición de trabas burocráticas o directamente decidiendo que en el mercado solo existirá uno (o unos pocos) oferente(s). 
  6. No puede haber ninguna empresa en una condición superior a las demás: No solo basta con que existan muchos vendedores, sino que ninguno prevalece sobre los demás. Así, ningún oferente puede influir en el precio del mercado. Esto también implica que existan muchos vendedores pequeños, no grandes empresas.
  7. Los productos son homogéneos: Las empresas no pueden aplicar estrategias de publicidad para distinguir su propia oferta. Tampoco pueden fijar un precio distinto al de sus competidores y asumimos que no pueden implementar programas para promover sus ventas como descuentos.
  8. Las empresas obtienen el suficiente beneficio como para permanecer en el negocio, pero no más: Si las utilidades fueran extraordinarias, más competidores entrarían al mercado, reduciéndose el margen de ganancias para todos.
  9. Libre movilidad de recursos: No solo no hay barreras para la entrada y salida de competidores, sino que los recursos (el capital y la mano de obra) tienen también libre movilidad.
  10. El transporte es barato y eficiente: Esto implica que el costo del transporte no eleva el precio del producto significativamente, y que tampoco hay retrasos en el traslado de mercancías.

Mercado perfecto e imperfecto


El mercado perfecto es un modelo donde se cumplen una serie de supuestos muy estrictos. En la realidad, ningún mercado cumple a cabalidad estas condiciones. Se puede decir que todos los mercados son imperfectos.

En la práctica, por ejemplo, tanto compradores como vendedores pueden tener muchas veces margen de negociación, es decir, no siempre son tomadores de precios.

Otro punto a tener en cuenta es el de la regulación del Gobierno. En sectores sensibles como el de los medicamentos, se tiene que asegurar que los nuevos productos o empresas que ingresen cumplan con una serie de normas. De lo contrario, se pondría en riesgo la salud del público.

Asimismo, debemos tomar en cuenta que los Gobiernos suelen otorgar patentes. De ese modo, cuando se crea un nuevo producto, por ejemplo, el creador se convierte en el único que puede recibir ganancias a partir de él. Esto es una forma de proteger la propiedad intelectual e incentivar la innovación. Esto es incompatible con el mercado perfecto, donde ningún competidor tiene predominancia sobre los demás.

Pros y contras del mercado perfecto


Como ya hemos mencionado, los mercados suelen no ser perfectos. Sin embargo, mientras más nos acerquemos a la estructura de un mercado perfecto, encontramos las siguientes ventajas:

  • Los consumidores pueden acceder a precios relativamente bajos porque hay muchos vendedores compitiendo entre ellos.
  • Tanto los consumidores como los vendedores toman el precio fijado por el mercado, por lo que no deben negociar para concretar la transacción.
  • Los consumidores no deben demorar mucho para tomar una decisión de compra porque todos los productos son similares, es decir, están estandarizados.

Sin embargo, también debemos tomar en cuenta algunas desventajas:
  • No hay variedad en la oferta en el mercado, reduciendo la posibilidad de elección del comprador. En otras palabras, la cantidad ofertada es suficiente, pero todas las mercancías son similares entre sí.
  • Ninguna de las compañías competidoras ha crecido lo suficiente como para alcanzar economías de escala. Esto reduciría los costos y, a su vez, podría beneficiar a los compradores.
  • No existe innovación, por lo que no puede darse un salto tecnológico que aumente la productividad y que permitiría reducir los costos y, por lo tanto, los precios.

Ejemplos de mercado perfecto


Algunos mercados que se acercan a ser perfectos son:
  • La bolsa de valores: Hay muchos compradores y vendedores. Nadie puede influir en el precio, sino que este se determina por la oferta y la demanda.
  • Commodities agrícolas: Productos como el maíz o el trigo están sujetos a un precio fijado en el mercado financiero internacional. Los agricultores no pueden diferenciarse mucho los unos de los otros. Si bien existe el caso del café, donde la categoría de orgánico u otras características le permiten distinguirse, el precio siempre se fijará con base en una cotización establecida en la bolsa, añadiendo un diferencial.
  • Lápices: No existen diferencias significativas entre un lápiz y otro, todos cumplen la misma función. Se trata de un producto prácticamente estandarizado.

 

 

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Mercado perfecto, GuillermoWestreicher, 28 de julio del '23, Rankia.com

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