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En la entrada anterior http://www.rankia.com/blog/oikonomia/533203-negativo-influjo-pensamiento-positivo-vida-empresarial se planteaba cómo esa auténtica peste cerebral (pues se difunde de una manera enteramente similar a como lo hace el famoso marketing viral) que es el llamado "pensamiento positivo" puede ser un factor que lleve a los dirigentes de las empresas a tomar aún peores decisiones en entornos arriesgados. El optimismo injustificado que los "psicologos" y "coachers" difunden semanalmente en la prensa y revistas en papel-couché (no hay semana que El País, por ejemplo, no meta de matute algún artículo en que algún supuesto sabihondo no difunda los hallazgos de esas supuesta "ciencia positiva de la felicidad") como actitud genérica ante los acontecimientos de la vida puede parecer muy deseable y aconsejable para llevar adelante  la vida afectiva particular, pero si bien se mira no es ciertamente de ninguna ayuda a la hora de tomar decisiones racionales pues impide evaluar sensatamente las probabilidades asociadas a los distintos futuros escenarios posibles. Por lo que, al menos en el mundo empresarial, ir de optimista porque sí  no debe ser nunca aconsejable. En la gestión de las empresas el "triste"  realismo debería ser la norma.Pero, parece ser, hoy sucede lo contrario: que  los optimistas están muy bien vistos en el mundo de los negocios, y los realistas, no tanto, o nada.

Dentro del grupo de los "positivos", los más peligrosos son sin duda alguna los secuaces de esa secta que tiene por libro de cabecera ese infumable texto: El Secreto, de una tal Rhonda Byrne, donde -lo cuento para quienes no lo conozcan- se pretende que dado que la mente controla directamente la materia, saltándose de paso no sólo todas las leyes de la física, sino el sentido común más elemental, el camino hacia el éxito pasa por desear algo con mucha intensidad. (El éxito editorial de semejante bazofia me hace dudar de la capacidad de la especie humana de superar sus problemas colectivos). Sé de algunos pequeños empresarios que usan las recetas de ese libro para dominar mágicamente sus mercados...con el éxito que se puede esperar. Pienso que se lo tienen merecido, que ser empresario -como señalé en la entrada anterior- es o debiera ser una tarea más seria (como reflejaba Max Weber en aquella gran obra, La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo), y lo primero es dejar de creer en los Reyes Magos o en cualquiera otra de sus epifanías, pues a fin de cuentas, en una economía de mercado son los empresarios quienes se encargan de la gestión del capital, el fruto del ahorro de las generaciones pasadas, por lo que cuanto antes desaparezcan los empresarios inútiles o imbéciles, propensos a la seducción de magos, astrólogos y demás pandilla, mejor para todos. Pero me da miedo que libros como éste de El Secreto o similares, así como  el uso de adivinadores y "coachers" entre nuestras "élites" directivas, nos vayan metiendo a toda la sociedad, eso sí, muy sonrientemente en un camino que conduzca al precipicio económico.

Y esta preocupación mía por el tan positivo estado mental que esas élites empresariales consigan por poca efectividad que tengan los ingentes  gastos en tiempo y dinero que parecen dedicar  a asesores y "coachers" personales, literatura de negocios de aeropuerto, libros de autoayuda, psicólogos, motivadores, charlas y reuniones y seminarios, encuentros para buscar sus yoes  yoes animales o predadores o tribales, o que sé yo qué gilipollez, se agudiza si me pongo a considerar el efecto coadyuvante de otros tratamientos menos espirituales , y más farmacológicos con los que se facilita y potencia el "estar arriba", el "sentirse bien con ganas de comerse el mundo", el "ver la vida positivamente, con optimismo". Y no me refiero aquí al sólo uso de la cocaína y otras drogas ilegales estimulantes que en novelas, reportajes y peliculas se nos ha contado que son frecuentadas por los miembros  de esas élites en su busca de más motivación y energía para concluir las duras jornadas a las que les obligan esos mercados que nunca cierran. Y aunque estoy seguro de que no es una escasa  minoría -difícil de cuantificar- de los operadores en esos mercados la se deja tentar por los efectos farmacológicos de tales drogas, creo que es mucho más relevante el efecto del  uso de otras drogas legales más pedrestres, los antidepresivos de  última generación como por ejemplo, el Prozac y sus descendientes, cuyo consumo generalizado está hoy a la orden del día.

Como era de esperar, la pista sobre este problema no me la ha proporcionado ningún economista académico. La verdad sea dicha es que ellos de estas cosas ni se enteran enganchados como están a sus ordenadores, sus datos y sus modelos día tras día. La pista me la dio la lectura del brevísimo artículo que un médico y psicólogo evolutivo,  Randolph Nesse, escribíó el 28 de febrero de 2000 bajo el título : "Is The Market On Prozac?"( http://www.edge.org/documents/archive/edge64.html) como una hipótesis explicativa que él apuntaba, adicional a las que venía leyendo acerca de la cada vez mayor amplitud y frecuencia de las burbujas en los mercados financieros, y concretamente en mitad de lo que hoy sabemos que era la burbuja de las punto.com. 

Nesse parte de un hecho empírico evidente: que siempre que se está en una fase expansiva de una burbuja se dice que esta vez la situación es diferente. Y así sucedía en el momento en que escribía. Recordemos las increíbles cotizaciones que llegaron a alcanzar empresas que no eran nada sino un portal en Internet, recordemos las promesas de un crecimiento ilimitado de los índices bursátiles. Era como otras veces, pero sí, en opinión de Nesse, algo había diferente. Dice Nesse: "Algunos atribuyen la diferencia a la nueva tecnologías de la información. Otros a los cambios del crédito en los mercados exteriores, o a la falta de experiencia de la generación del 'baby-boom' de una depresión económica real. Pero lo que nunca se ve es una exposición seria de la posibilidad de que este mercado sea diferente porque los cerebros de los inversores sean diferentes. Y hay buenas razones para sospechar que sí lo son".

Y continua Nesse, "las prescripciones de medicamentos psicoactivos han pasado de 131 millones en 1988 a 233 en 1998,   de los que 10 millones de prescripciones correspondieron el año pasado sólo al Prozac. El mercado de antidepresivos en los EE.UU. e alcanza hoy un volumen de 6.300 millones de dólares. Muchísima más gente usa de hierbas y otros medios para influenciar su ánimo. Y aunque no puedo hallar datos fiables acerca de cuánta gente toma en EE.UU. antidepresivos un cálculo a partir de las ventas apunta a que deben estar en torno a los 20 millones". 

Ahora bien, "¿Qué porcentaje de brokers, dealers e inversores toman regularmente antidepresivos?- se pregunta Nesse, por que está claro que los estresados suburbanitas son quienes más los usan, por lo que Nesse afirma  que nada le sorprendería que un 25% de quienes están en el mundo de las finanzas a cargo de las grandes decisones sea consumidor habitual de drogas que alteran la mente. Y, ¿qué efectos tienen esas drogas sobre el comportamiento inversor? What effects do these drugs have on investment behavior? No lo sabemos, con certeza", dice Nesse. "Un estudio de 1998 de  Brian Knutson y otros encontró que el antidepresivo especifico serotonina paroxetina (Paxil) no causaba euforia en gente normal, pero bloqueaba los afectos negativos como el miedo y la tristeza. De mi experiencia con muchos pacientes que toman tales fármacos, sé que algunos experimentan sólo un humor mejorado, a menudo un cambio casi milagroso y que les salva la vida. Otros, sin embargo, reportan que se convierten en menos cautos de lo que lo eran previamente, preocupándose poco acerca de los peligros reales.  Este es exactamente el estado mental (mind-set) de muchos inversores en la actualidad"..

Y, entonces, ¿qué?. Pues que está claro que "la naturaleza humana ha dado siempre lugar a booms y burbujas  seguidas de cracks y depresiones. pero que si las precauciones de los inversores se encuentran inhibidas por drogas psicotrópicas, las burbujas pueden hacerse más grandes de lo usual antes de que estallen, con consecuencias catastróficas tanto económicas como políticas. Si la química está inhibiendo las normales precauciones de un porcentaje substancial de inversores, necesitamos saberlo"Y concluye Nesse: "Los efectos sociales de la medicación con psicotrópicos es la historia no contada de nuestro tiempo. Pueden ser pequeños o grandes, con la potencialidad de la catástrofe social o  de la transformación positiva. No me decanto por una u otra alternativa como la acertada pues no lo sé,  pero lo que sí se es que el asunto es importante, no ha sido estudiado y requiere de cuidadoso investigación".

Obviamente, al menos que yo sepa, tal investigación no se ha hecho. Pero lo que sí sabemos, pues han pasado diez años desde que Nesse escribió su propuesta, es que el optimismo de los agentes sorteó sin problemas la crisis de la burbuja de las punto.com y se lanzó, más que  alegre, alocadamente a las hipotecas subprime y otras aventuradas especulaciones.

Supongamos que Nesse tuviera razón. Supongamos que detrás de esta temeridad más que alegría de quienes que operan en los mercados financieros estuviera el optimismo generado por el lavado de cerebro que producen inevitablemente las sesiones de "pensamiento positivo" y por el uso de fármacos estimulantes. ¿Qué deberíamos hacer entonces?

Veamos. Me acabo de renovar el carné de conducir y el Estado me ha exigido  para autorizarme a llevar un vehículo por la vía pública el satisfacer ciertos tests. Fáciles, normalmente, para los particulares, aunque creo que no tanto para quienes se encargan del transporte colectivo. Todos, creo, entenderíamos que no se les dejase pilotar aviones o llevar trenes y autobuses a fundamentalistas islámicos, simplemente por precaución ¿no?. Y,¿entonces? Pues, ¿no es acaso igual de serio el trabajo de esos conductores de los fondos de inversión, de esos operadores en los mercados bursátiles? Pues si se acepta que no todo el mundo puede pilotar aviones, que los `pilotos han de satisfacer unos criterios bastante estrictos, ¿no deberían prohibirse en las empresas los cursos de motivación y "pensamiento positivo" para ejecutivos y dirigentes que manipulan sus mentes y las hacen más propensas a la asunción injustificada de riesgos? ¿no debiera ser controlado el estado mental de los que trabajan en el mundo de las finanzas? ¿no debieran también pasar con cierta frecuencia por examenes de orina para detectar el uso de sustancias psicotrópicas? Creo que sí. Sencillamente, no podemos permitirnos, la sociedad no puede permitirse, que quienes trabajan en un sector tan delicado y fundamental para la marcha de las economías se sientan muy, demasiado, "arriba" . Es, como lo estamos padeciendo, demasiado peligroso.  

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  1. en respuesta a Fernando esteve
    -
    #15
    31/08/10 18:11

    Muchas gracias Fernando. Es verdad que la falta de horas de descanso, en el que el cerebro asimila todas y cada uno de los conceptos (o vivencias), es importante. Si no respetamos los ciclos de sueño efectivamente podemos llegar al colapso. Ahora habria que ver la correlacion que podria tener el conjunto de individuos con poder en las empresas y su grado de colapso con el colapso financiero...

    ...algo bastante complicado.

    saludos

  2. en respuesta a Ags000
    -
    #14
    30/08/10 23:48

    Te lo encontré. este es el título y la referencia completa. Está en la red, así que no tienes problema en pillarlo

    Working Paper No. 103
    The Organization That Never Sleeps:
    A Metaphorical Pathology of Organizational Insomnia
    Dennis Schoeneborn, Steffen Blaschke, and Ina Maria Kaufmann
    November 2009

  3. #13
    19/08/10 20:11

    A partir de esta entrada, me ha venido a la cabeza la posible causalidad entre el colapso mental de los dirigentes de empresa y el colapso financiero y hasta qué punto eso es posible.

    Recuerdo que un amigo mio, cuando estabamos en pleno crecimiento desmedido, cuando todavia no habia explotado la burbuja, las exigencias a nivel empresarial (bancario en este caso) en cuanto a crecimiento anual estaba en un 20%.

    El nivel de exigencia de las empresas, estaremos de acuerdo, en que la salud puede jugar un papel fundamental. También sabemos que aunque pensemos muy positivamente si no hay salud puedes pensar como quieras, que cuando el cuerpo no se sostiene, no hay nada que hacer. o si?? de eso creo que sabemos algo los estudiantes, y puede que el problema empiece aqui.

    Muchos estudian o estudiamos los ultimos dias ya que en esos dias existe esa extraña sensacion de que nos cunde mas y parece que el rendimiento que obtenemos es mucho mayor a corto plazo que a medio plazo (considerando los plazos docentes). Bien, ante ese escenario muchos optan por bebidas con cafeina: coca-cola, cafe...otros pasan al nivel siguiente como pueden ser las bebidas energéticas con alto contenido en cafeina y taurina y los habrá que pueben con anfetaminas cuyos efectos influyen en el sueño (además recuerdo que mi profesor de filosofia del colegio nos contó que sus compañeros de carrera eran bastante asiduos...)

    Creo que, acostumbrados a ese nivel en el que pasamos un tiempo "relajado" y que en un momento concreto tenemos la necesidad de mantenernos despiertos y en el que se apodera de nosotros un cierto grado de agobio, cuando se asume un puesto de responsabilidad, no exento de exigencia ni estres, creo que muchos, en un escenario como ese comienzan con lo que dejaron en la universidad en los momentos de estres. Me refiero a la falsa sensacion de vigilia. Por tanto, cuanto más presion se sufra, mayor tiene que ser el estimulante y estoy hablando de trabajo. Ojo. No es algo que podamos decidir tan facil el decir: me marcho.

    De la misma forma que el mercado se recalienta y colapsa, puedo pensar que el cuerpo también. Lo que me llego a plantear es si el colapso mental de los agentes es lo que crea ese colapso financiero.

    Por tanto, en un escenario normal, si creo que el positivismo y la neurolingüistica pueden ayudar al desarrollo (comercial) de la empresa (que no financiero). La actitud no la captan los mercados, captan la aptitud (ley del mas fuerte o seleccion natural empresarial o darwinismo economico). En cambio, no creo que tenga una gran repercusión en un escenario de riesgo pues cuando estamos colapsados fisica y mentalmente el pensar positivamente no creo que sea una solucion factible pues sería una situacion forzada y ya sabemos todos lo que ocurre cuando las cosas se fuerzan...Normalmente se rompen por el enlace más débil.

    Hoy es la primera vez que opino en un blog, aunque llevo ya unos meses leyendo. Aquí hay mucha gente que opina y que sabe mucho, cada uno de lo suyo.yo, soy un simple estudiante. Me he atrevido a opinar, también con el conocimiento de causa de que me pueden corregir. Espero que haya sido comprensible mi exposicion. Saludos a todos y gracias.AGS

  4. en respuesta a Fernando esteve
    -
    #12
    18/08/10 22:08

    Si, yo tb creo que lo mejor es ser natural, pero cuando tomas un fármaco de estas caracteristicas es para contrarrestar el estado de ánimo opuesto, no por gusto, esto a a nivel personal. Sin embargo, en mi modesta opinión, no encuentro culpable de las burbujas financieras al optimismo artificial de las élites empresariales, sino a la ambición desmedida de ciertos agentes financieros.
    Además los fármacos con paroxetina no son exclusivos de esta élite, digamos que en los 223 millones de consumidores en 1998, habrían consumidores de todo tipo,( ojo, no he leido el articulo) y este consumo lo veo mas que una causa, una consecuencia del ritmo en el que estamos inmersos y el rumbo que está tomando el sector financiero. No todos somos ejecutivos de élite y actuamos por ambición, sino para ganarnos la vida.
    la burbuja financiera se ha ido hinchando gracias a entidades financieras que han visto la manera más eficaz de ganar dinero fácil, y no pienso que todo lo que han montado lo hayan fraguado "alegremente", sino que está muy estudiado.
    Por experiencia personal, se que las decisiones empresariales en Multtinacionales no se hacen por decisión de una sola persona, sino que se deciden en reuniones, se requiere un consenso y tampoco pienso que se hagan a la ligera, pero como objetivo último siempre tienen el crecer, muchas veces pisoteando valores éricos y/o profesionales.
    Como profesor de economia sabes mucho mas que yo, pero igual desde la base de la pirámide mi opinión puede servir.
    Un saludo,

  5. en respuesta a Contracorriente
    -
    #11
    17/08/10 01:01

    Hola comstar, el verano, pocas vacaciones, pero tambien pocos problemas, que ya es mucho.
    Creo que deberiamos diferenciar el capitalismo que evoluciona, que se adapta, se regula, se crean normas equitativas y el capitalismo que es un retroceso hacia un mercantilismo direccionado que solo beneficia a las redes clientelares, a los lobbies que pueden presionar.

    Tambien creo que la redistribución de rentas es un tema vital.(via escalado de impuestos)
    Seguramente esta brecha, es una de las causas de la huida hacia adelante de las finanzas, de los toxicos y de las burbujas que acaban mal....Otra causa puede ser esta huida por la perdida de productividad en muchos paises Occidentales.
    saludos...

  6. #10
    16/08/10 19:59

    Entiendo el sentido del artículo y lo comparto, en una parte importante. Lo que pasa es que en mi modesta opinión culpas al que poco o nada tiene de culpable: el pensamiento positivo y la farmacología psiquiátrica.

    Está claro que hay libros sobre nuestra mente que son malos y medicaciones que se toman en exceso, pero hay grandes libros sobre la capacidad de nuestra mente de cambiar la realidad (de científicos), al influir nuestro pensamiento en nuestro cuerpo y en nuestras decisiones y acciones, y el tratamiento de una enfermedad como es la ansiedad o la depresión no puede ser considerado un mal de nada. Lo prescribe un médico. O acaso sabe más un profesor de economía que un psiquiatra?

    Dudo que los culpables de esta debacle que vivimos sean los directivos que leen ensayos de "autoayuda" (en vuestra terminología) y se medican, mucho más probable es que sean "superhombres" tecnócratas que poco o nada saben de pensar en positivo o de las "debilidades" del alma humana.

  7. en respuesta a Ramon13
    -
    #9
    16/08/10 13:27

    Hola Ramón, ¿cómo te va el verano? Me alegro de saludarte de nuevo.

    Me parece que el segundo artículo que recomiendas es muy interesante. Va en la línea de lo que estoy pensando últimamente: que el capitalismo es un sistema que va a arrastrar de forma crónica crisis de demanda, si es que la sociedad no establece mecanismos de redistribución de la renta.
    A mi entender, durante los años 50 y 60 en los principales países de la OCDE el Estado aumentó la presión fiscal sobre los ricos (no en España, claro. Hace poco leí en un libro que la Hacienda española era "amistosa y comprensiva" con los grandes latifundistas en los años 40 - 50), y con esos fondos se financiaron políticas de corte keynesiano, que ayudaron a redistribuir la renta y, de paso, a un gran crecimiento económico.
    A mediados de los 70, creo que se cambió la forma de actuar. Las "revoluciones conservadoras" de Reagan y Thatcher eliminaron buena parte de las políticas redistributivas "adelgazando" el peso del sector público. Mi impresión es que, tras 30 años de keynesianismo, los capitalistas pasaron a pensar: "vaya, ¿para qué voy a permitir que el dinero que gano se lo apropie el Estado para construir hospitales y carreteras, cuando va a ser mucho mas provechoso para mi quedarme con ese dinero, llevarlo a los mercados financieros, y prestarlo a cambio de un interés?". Y en esas seguimos, con políticos como los del Labour Party en UK (o también ZP), asegurando que "bajar impuestos es de izquierdas" ¿También si se los bajamos a los ricos?

    Creo que aquellos polvos (la revolución conservadora) nos ha traido los lodos de la creciente inestabilidad financiera del capitalismo. Y si esto lo aderezamos con un 25% de brokers bipolares que tienen que medicarse para autoconvencerse cada día de que sus vidas son maravillosas, pues tenemos entre manos una bonita bomba de relojería.

    ¡El problema es que la bomba-burbuja es cada vez mas grande que la anterior!

    Saludos.

  8. en respuesta a Fernando esteve
    -
    #8
    16/08/10 12:18

    Os contesto en este Post, que creo que merecía la pena seguir con el tema.....

    https://www.rankia.com/blog/pnla/538801-formula-magica-no-existe-sentido-comun

    Gracias por la aportación

  9. #7
    16/08/10 11:11

    La verdad es que da un poco de yuyu que los mercados financieros puedan estar en manos de maníacos depresivos o con trastornos bipolares. No me extraña que que luego haya esos "subidones" y "resacas" en las cotizaciones.

    Y también me da un poco de pena que la gente que, supuestamente, tiene un buen trabajo y gana un buen sueldo, tenga que "aguantar la presión" a base de drogas, fármacos y sesiones de autoayuda y de pensamiento positivo. ¿Para qué? ¿Porque tienen la necesidad de sentirse mejor? Pues a lo mejor lo que deberían plantearse es si la clase de vida que llevan les hace felices. No creo que nadie les ponga una pistola en el pecho para obligarles a ser brokers, dealers o grandes ejecutivos, ¿no?.
    A lo mejor la felicidad no consiste en ganar una pasta gansa y tener un puesto de ejecutivo, sino en hacer aquello que realmente te haga feliz, aquello que realmente te satisfaga.

    Enhorabuena por el artículo, ¡ya estaba echando de menos su blog!

    Saludos.

  10. #6
    16/08/10 01:36

    Estimado profesor este tranquilo, los empresarios son realistas, el realismo les viene de frente en el analisis mensual de la cuenta de resultados...

    -para quien le interese...otro que toca estos asuntos es el psicólogo y premio Nobel de economía Daniel Kahneman.http://www.ted.com/talks/lang/spa/daniel_kahneman_the_riddle_of_experience_vs_memory.html

    Hoy en LV, A.Pastor nos decia:" Hay quien sugiere, no sin razón, que puede que tanto optimismo, seguido de tantas decepciones, haya producido un efecto contrario al esperado: que terminemos todos más desorientados y más desanimados que si desde el principio se hubiera dicho la verdad; y que estemos aún menos dispuestos que antes a creer lo que nos digan expertos, políticos y otras voces autorizadas"

    mi posicion esta mas cercana a este articulo:
    "no es la primera vez en la historia que se utiliza la expansión del crédito para aplacar las preocupaciones de un grupo que se está quedando atrás, ni será la última"
    http://www.project-syndicate.org/commentary/rajan7/Spanish

  11. en respuesta a Roseta
    -
    #5
    14/08/10 23:22

    Sí, lo entiendo a nivel personal, pero desde el punto de vista de eficiencia económica, creo que me concederás que no es lo más adecuado el tomar decisiones en un estado llamémoslo "arificial". La situación es muy similar a la conducción bajo los efectos del alcohol, o para no ponerse tan trágicos, o a conducir bajo estimulantes para "engañar" al cansancio.¿No crees?

  12. en respuesta a Fernando esteve
    -
    #4
    14/08/10 22:57

    Supongo que es para dejar de estar angustiado, y poder afrontar el día a día, que es muy duro cuando estás compitiendo , cuando trabajas en un entorno adverso.

  13. en respuesta a Fragueiro
    -
    #3
    14/08/10 18:46

    Simplemente te aconsejo que te leas el libro que cito en el texto del post anterior: Barbara Ehrenreich, Smile or Die.How Positive Thinking Fooled America and the World (London: Granta, 2009). Es de esas lecturas en mi opinión, "definitivas", en el sentido de que, tras ella, ya no puedes ver el mundo de que se trata (en este caso todo eso del pensamiento positivo y la psicoterapia para el éxito) de la misma manera. No sé de qué va eso del PNLA de que me hablas, pero el problema sigue siendo el mismo que planteo en el texto. Es decir, ¿qué significa que "funciona"? ¿Que altera la percepción de lo real? Esto me parecería adecuado caso de que el "paciente" sufriese delirios, de modo que gracias a ella, fuese capaz de ver la realidad tal cual es (dejémonos aquí de sutiulizas metafísicas respecto a lo que es la "realidad"), pero si no, o sea, si el "paciente" está perfectamente sano, si es normal y no sufre delirios y lo único que le sucede es que consciente y racionalmente tiene una apreciación y valoración sobre la realidad que no es "positiva", el cambiársela ¿qué sentido tiene?

  14. #2
    14/08/10 17:39

    Me parece interesante el artículo y un tema que tiene un gran recorrido.
    El coaching puede ayudar en las empresas a mejorar tanto los resultados economicos como los sociales, depende del enfoque.
    Con respecto a los antidepresivos considero exagerado el uso que se hace de los mismos. Hace unos años leí un libro que quizás pueda resultar de interés: 'más Platón y menos Prozac'
    Saludos.

  15. #1
    14/08/10 12:58

    Creo que te estás confundiendo, el tema de Coach bien ejecutado puede ser muy positivo, matizo, está -claro que la corriente positivo-optimista del secreto, se pasa de vueltas, pero si que estructurando correctamente los pensamientos ayuda a mejorar rendimientos en las empresas.

    Siempre que tenga que ver con las personas, con los dirigentes, puede ser muy positiva, he escrito bastante en el blog de la página www.economiareal.com

    Lo que no se puede es generalizar en todas las personas, se tiene que valorar las tendencias, escuchar, y no cerrarse en banda.

    La PNLA que yo difundo funciona, te lo aseguro.

    Saludos, por cierto el artículo además de no estar de acuerdo está muy bien hilado, cada cosa en su sitio.

    Genaro Fragueiro