En los últimos tiempos hemos visto como la campaña electoral en Estados Unidos se intensifica y es que aún quedan “obstáculos” antes de conocer al sucesor del Presidente Barack Obama en las elecciones presidenciales del próximo 8 de noviembre. El límite de periodos establecido en la Vigesimosegunda Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos evita que el presidente en ejercicio sea elegido para un tercer periodo de gobierno.
Actualmente la evolución de las primarias presidenciales se encuentra de la siguiente manera. En el Partido Republicano el mejor valorado es Donald Trump, y con 1.134 delegados tiene que ocurrir un evento extraordinario para que no sea el candidato republicano a las elecciones presidenciales. Por otro lado en el Partido Demócrata, Hilary Clinton (2.240 delegados) saca margen frente a Bernie Sanders (1.433 delegados), son los dos únicos candidatos que luchan por las primarias del partido liberal.
Resulta casi imposible predecir el próximo Presidente de Estados Unidos ya que en las elecciones de los últimos veinte años han sido siempre muy ajustadas, y por este motivo nos encontramos en un año de incertidumbre política del que no conoceremos al equipo político que gobernará Estados Unidos durante los próximos cuatro años hasta el mes de noviembre.
Entrando en materia de inversión, las elecciones presidenciales influencian a los mercados financieros durante el tiempo de campaña por las intervenciones de los diferentes candidatos. Diversos estudios respaldan la idea de que en los años dónde existe la posibilidad de una reelección, como fue el año 2012, el mercado registra una mayor confianza siempre y cuando las perspectivas de la economía sean positivas. En estas presidenciales no veremos la situación anterior ya que el presidente actual no puede optar a la reelección, esto implicará una mayor volatilidad en los mercados financieros puesto que la no posibilidad de relección del presidente actual suele provocar resultados negativos como ha sucedido históricamente.
Analizando varios estudios sobre los movimientos de mercado durante los años presidenciales se puede percibir una mayor debilidad bursátil durante los dos primeros años de mandato que durante los dos últimos, y en el cuarto año ayoritariamente nunca se han producido caídas significativas.
Dentro de la situación actual de la economía norteamericana, las elecciones a la Presidencia de Estados Unidos y el proceso de normalización de los tipos de interés por parte de la FED, son los mayores catalizadores de volatilidad de este año. En este proceso electoral consideramos que hay distintas oportunidades de inversión en los siguientes sectores. En el sector defensa puesto que siempre ha sido un eje de apoyo de la economía norteamericana hecho que se refuerza por la situación actual de incertidumbre geopolítica. Otro de los sectores destacados es infraestructuras viendo la posición adoptada de los diferentes candidatos sobre la Ley de Gasto en Carreteras mostrando unas perspectivas atractivas sobre el sector. Por todos es conocida la importancia de la publicidad en cada una de las campañas políticas que llevan a cabo, batiendo records de inversión en publicidad campaña tras campaña de los diferentes partidos, de ahí que el sector media sea otro de los sectores a tener en cuenta de cara la inversión de este año. Al otro lado de balanza nos encontramos con el sector bancario y farmacéutico. Por el lado del sector bancario estásituación continua debido a que en el punto de mira desde el inicio de la crisis financiera. La industria farmacéutica está influenciada negativamente por los diferentes comentarios de los candidatos en torno a los cambios regulatorios del sector a favor de una mayor protección de los consumidores.
En resumen y tras lo expuesto anteriormente vemos que existen oportunidades de inversión sin perder de vista el forward guidance de la Reserva Federal.