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Blog Oikonomía: Economía de "andar por casa"
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Blog Oikonomía: Economía de "andar por casa"

Blog de Fernando Esteve y José Manuel Rodríguez, profesores de Teoría Económica de la UAM.
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Que el sistema económico no es como el "sistema de la Naturaleza" y que, por consiguiente, la Economía nunca podrá ser igual que la Física o la Química es algo que resulta evidente para todo el mundo ...
En estos días de "ruido y furia" en torno a la crisis de la deuda griega y sus  efectos contagio, me da la impresión de que en los análisis que sobre todo ello se realizan por parte de políticos, periodistas y analistas, se deslizan más o menos oculta o inconscientemente, y una y otra vez, algunas preconcepciones que, como mínimo, son más que dudosas cuando no falsas de solemnidad. 
En el texto de Swift, lo que propone como remedio para combatir la pobreza en Irlanda, o sea, para incrementar el PIB irlandés es que los hijos de los pobres sean vendidos como carne, entrando así en las redes de los intercambios mercantiles.
Ya que en el PIB no se incluyen los servicios que gratuitamente los individuos se prestan entre sí, resulta entonces claro como el agua que una forma de incrementar su tamaño consiste simplemente en eliminar esa gratuidad.
La crisis actual no es una crisis asimétrica que afecte diferencialmente a España. Todos los países de la UE están sufriendo hoy una crisis económica. Lo negativamente diferencial o asimetrico es la peculiaridad estructural del mercado de trabajo español.
Una de las características que hacen que la economía española sí que sea diferente a las economías de otros países de su entorno es el comportamiento tan -digamos que- "especial" de sus mercados de trabajo. Por decirlo en una palabra, esa característica diferencial es la  elevadísima respuesta del empleo respecto a las variaciones del PIB, de modo que cuando el PIB crece, se crea mucho.
Como ya se señaló en la entrada anterior, la que allí se llamó la "hipótesis de la resaca" goza de un singular predicamento entre el personal interesado en asuntos de Economía, como, además,  es lo natural de esperar a tenor de ese sesgo psicológico tan humano que nos lleva a remitirnos a la hora de construir una narración interpretativa de cualquier situación exterior, general o social
&Nbsp;En la conocida película La tormenta perfecta, hay un momento en que poco antes de la monstruosa ola final que va a acabar con la vida de los tripulantes del barco de pesca que comanda el actor George Clooney, hay  una tregua  en medio de la trepidante acción, una situación de tensa calma antes de que se desate  la tempestad definitiva, que el guionista y el director
(continuación) Hay, de igual manera, bienes públicos impregnados de valor simbólico. Este valor simbólico puede ser privado, como sería el caso de un determinado lugar o espacio público al que algún individuo lo dota de valor simbólico sentimental por las razones que sea. Pero, como ya se ha repetido, son más interesantes los bienes públicos de valor simbólico también público
Los economistas presumen de saber explicar el precio de las cosas. Éste, como es de sobra conocido, depende de la confluencia de las fuerzas que andan detrás de la oferta con las que hay detrás de la demanda, fuerzas que -a su vez- son un indicador del (o se explican por el) valor de las cosas para demandantes y oferentes. Pero hay aquí, en este asunto del precio y del valor de las cosas,
Me da un poco de vergüenza escribir lo que voy a escribir después de la anterior entrada en este blog, pero ya se sabe cuán difícil es eso de predicar con el ejemplo. El caso es que, después de "meterme" con Enrique Gil Calvo a propósito de su analogía del sistema fimnaciero con un sistema hidrlógico no se me ha ocurrido otra cosa que descolgarme con otra, esta de mi cosecha particular, y tan
Han ido pasando los días y los meses, y parece que, en otras latitudes, ya se atisba o se va sintiendo realmente algo así como   una "primavera" económica que puede permitir que  los ya famosísimos "brotes verdes" económicos florezcan por fin y fructifiquen. Aunque aquí, en este desventurado país, quizás por culpa del cambio climático, las "heladas" todavía amenazan a los verdes brotes
El otro día oí hablar a una feminista acerca de los problemas de relación de las mujeres de mediana edad con sus parejas, caso de que las tengan, y de su dificultad para encontrar una que merezca la pena, aquellas que no la tengan. En su opinión el problema radicaba -¿cómo podría ser de otra manera?- en que, como corresponde a una cultura machista, o sea, "patriarcal" y autoritaria, los
Releyendo El malestar de la cultura para la entrada anterior, me volví a encontrar con esa página en que de forma sencilla pero efectiva, Freud cuestiona los efectos de los avances técnicos sobre la felicidad humana, aunque sin llegar a desvalorizarlos totalmente(era demasiado inteligente para caer en la trampa de hacerlo). No me resisto a transcribir al pie de la letra sus comentarios pues, aun
Si hay algo que me hace desconfiar de la pretensión tan extendida entre los economistas de que la Economía es la "reina de las ciencias sociales" es el modo tan, digamos que, "sencillo", con que aborda el "Problema del Mal"; que es, no nos engañemos, el problema central que ineludiblemente ha de enfrentar cualquier reflexión sobre lo social. Pues si se mira con cierto cuidado no se tarda en
Rankiano desde hace casi 15 años

Fernando Esteve Mora
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