Hoy es un día de perros, y no porque la situación sea mala, sino porque voy a hablar de canes. Sí, de esos animalitos de 4 patas.
Sé que no tiene nada que ver esto con los mercados, pero analizando el blog he visto que comencé con una idea y me he ido apartando poco a poco, yéndome al lado oscuro. Cuando comencé el blog, quería que este espacio fuera un sitio personal, al mismo tiempo que un lugar para aprender, enseñar y mostrar evolución de proyectos personales. Con el tiempo, me he ido enfocando sólo en lo profesional, apartándome del lado más humano.
Empecé con chanclas y bañador, y sin darme cuenta me he ido pasando al traje y corbata. Y como a mí no me gustan las corbatas, ni la burocracia, sino que me considero de espíritu libre, pues quiero recuperar eso en el blog, y que todos vean que se puede estar por aquí, con chanclas y a lo loco. Así también, tanto los inversores de Protectus como el resto de lectores, me conoceréis un poco más...
Desde que tengo uso de razón he estado rodeado de animales, en concreto 3 hermanos. También de los otros animales, de los que no hablan. Tuve la suerte de que mi abuelo era de campo-campo (cuando las cosas se dicen dos veces seguidas, le da fuerza. Tres, ya es mentira), y uno de sus hobbies era traer a casa todo bicho viviente que se encontraba. He llegado a tener en casa, desde pájaros domésticos (canarios, periquitos) hasta los más asilvestrados (lechuzas, hurracas), además de otros mamíferos varios (hurones, gatos, perros). De hecho, a la edad de los 14 años, mi sueño era ser veterinario. Los animales siempre me han gustado (era de los que tenían la colección completa de Félix Rodríguez de la Fuente), pero no sé por qué, tomé otro camino profesional.
También tuve la suerte de tener muchísimos perros. Mi padre, en su empresa, tenía siempre 3 ó 4 perros, principalmente para labores de guardia, aunque también perros de caza. Recuerdo que los visitaba todos los fines de semana. Era muy curioso cómo en cuanto desaparecía alguno (por muerte o enfermedad), en cuestión de días ya había un reemplazo. Posiblemente, en toda mi niñez, habré conocido más de 50 perros, de diferentes razas: pastor alemán, mastin, doberman, braco, setter, pointer, perdiguero, podenco, hasta un perro lobo. Pero la raza que más me gustó, y eso que sólo pasó uno, fue el doberman. Kazan era su nombre, y recuerdo que era muy inteligente. De todos los que pasaron por allí, era el único que sabía abrir puertas. Por desgracia, lo tuvieron que sacrificar, pues nos lo dieron adulto y algo desequilibrado, habría dicho César Millán, y no lo pudimos enderezar. Pero a mí me dejó huella....
Por cierto, excelente labor de divulgación la que ha hecho César Millán y su filosofía del "líder de la manada". Todo un crack.
Han pasado más de 20 años y recién tengo mi primer perro, este bajo mi custodia y cuidado. Y el perro elegido ha sido un doberman.
Este sí es mi perro. Si hubiera elegido otro, quizá alguno que le gustase a mi mujer, no sería mi perro, sería el perro de la familia. Pasa lo mismo con los coches, que ya contaré en otro post las incompatibilidades entre esposa y coche...
Dicen que los perros se parecen a los dueños, y tengo que decir que estoy de acuerdo. Posiblemente los elegimos buscando similitudes o rasgos que nos identifiquen, quizá el subconsciente hace todo ese trabajo, pero lo cierto es que el doberman tiene características similares a mi personalidad: seriedad, disciplinado, activo, dominante, algo loco :)
Son perros muy leales y protectores con la familia, aunque muy dominantes, y si uno no lo tiene a raya para ponerle en su sitio, él asumirá el liderazgo del grupo.
¿Qué beneficios nos puede traer un perro en la familia?
Está demostrado que tener un perro en la familia tiene efectos muy positivos, no sólo físicos sino también psicológicos. Por ejemplo, los niños que viven con perros son más resistentes a enfermedades como alergias. También ayudan a combatir la soledad, o estados de depresión.
En el lado negativo, un perro necesita cuidados y atención, y sobre todo tiempo. Tengo la suerte de disponer de espacio y tiempo para dedicárselo. Seguramente, si trabajase en la "city", en un piso, y yendo y viviendo en metro todo el día, no tendría tiempo ni energía para cuidar a un perro.
En mi caso, han sido varios los motivos de incluir un perro en la familia. Uno, para labores de seguridad y protección. Dos, porque quiero que mis hijos crezcan como yo, en contacto con otros seres vivos. Y tercero, y que fue el más importante, para que me haga compañía.
Aunque a diario tengo la suerte de tener mucho contacto con alumnos, socios e inversores, la mayoría de esos contactos son a distancia (teléfono, email, skype, etc.), y uno echa de menos el contacto físico, sobre todo cuando pasas muchas horas en una oficina delante de pantallas, gráficos y lecturas. Tengo que decir que el can está haciendo perfectamente su función y puedo garantizar que lo que dicen que un perro te relaja, también es cierto.
(Black, con 4 meses)
He disfrutado escribiendo estas líneas. Espero que os guste igualmente. Y si a alguno no le gusta y prefiere los posts de corbata, en el siguiente link tenéis uno. Como decía Groucho Marx, "estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros":
Valoración S&P500 - 2000 puntos a final de año
Saludos y que tengais un buen fin de semana.
@sergionozal
Transparencia y Seguridad en las Cuentas Independientes
