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Participaciones del usuario mesientopisoteada

mesientopisoteada 13/10/14 12:59
Ha respondido al tema Que pasará con las Participaciones Preferentes de Caja Madrid al 7% TAE
la capacidad de las instituciones democráticas para hacer que los culpables respondan de sus acciones. Esto es lo que está en juego con el escándalo de las tarjetas black, que ha llegado al corazón del sistema al afectar a los partidos políticos mayoritarios, los sindicatos y la patronal. A todos. La historia se repite: del mismo modo que Al Capone sólo ingresó en Alcatraz por delitos relacionados con el impago de impuestos (y no por sus crímenes), la utilización de las tarjetas opacas para uso privado y gastos de lujo puede acelerar la activación de las responsabilidades jurídicas de algunos de sus dirigentes, mucho más que otros asuntos. Caja Madrid, y luego Bankia, organizaron un sistema de captura de rentas sin crear riqueza No habría sido tanto el hecho de que Bankia haya recibido 22.000 millones de euros de ayudas públicas —equivalentes a lo que un país como España gasta en un año entero en el seguro de desempleo—, las malas inversiones realizadas —sobre todo, en el terreno inmobiliario—, la estafa de las preferentes —a sus titulares se les exigía una cultura financiera de la que estaban exentos muchos consejeros y directivos, pese a su formación, dadas las declaraciones que han hecho sobre sus tarjetas de crédito—, la salida a Bolsa con la pérdida casi total del valor de la acción o el aumento de los desahucios durante este tiempo, sino un escándalo menor por el número de euros perdidos (15,5 millones), aunque de resonancias desconocidas hasta ahora en la opinión pública. La arbitrariedad con la que se manejaba la caja de ahorros, los enjuagues para asegurar la estabilidad de los preside Estas élites elaboran un sistema de captura de rentas que les permite, sin crear riqueza, detraer recursos en beneficio propio.
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mesientopisoteada 10/10/14 10:14
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Un beneficiario de las tarjetas B de Caja Madrid vigilará a los inspectores de Hacienda Tras dimitir como jefe de gabinete en Hacienda llega al Servicio de Auditoría Interna El ex jefe de gabinete del Secretario de Estado de Hacienda, José María Buenaventura, que dimitió por haber hecho uso de 63.000 euros de las tarjetas B de Caja Madrid, se incorpora alServicios de Auditoria Interna de la Agencia Tributaria que se encarga de inspeccionar a los inspectores. José María Buenaventura fue obligado a dimitir la semana pasada por parte del Ministerio de Hacienda de su cargo de jefe de gabinete del secretario de Estado, Miguel Ferre. El funcionario figuraba en la lista de consejeros de Caja Madrid elaborada por Bankia que usaron las tarjetas black. En concreto, Buenaventura gastó con ella 63.000 euros desde 2004 hasta 2007. Entonces era miembro del consejo de administración y de la Comisión de Control de la entidad porque era jefe de gabinete de la Consejería de Hacienda de la Comunidad de Madrid. Según fuentes fiscales, Buenaventura, inspector de Hacienda desde 1992, va a hacer uso de la oposición interna que realizó el Ministerio de Hacienda para inspectores de servicios y que aprobó mientras era jefe de gabinete precisamente de este departamento. Los inspectores de servicios son la élite de la función pública. Se encargan de controlar el cumplimiento de las normas y servicios por parte de los funcionarios, es de decir, son la policía de sus compañeros. El servicio de auditoría puede comprobar las actas de los inspectores Por esta condición de inspector de servicios, se incorporará al SAI, un servicio que se encarga de inspeccionar a los inspectores y que puede comprobar las actas que instruyen o incluso a quién de la Agencia Tributaria accede a la base de datos de los contribuyentes. La SAI, que depende directamente del presidente de la Agencia Tributaria, el secretario de Estado de Hacienda, es el único servicio del fisco que tiene además acceso total a esa base de datos, que pasa por ser una de las mejores del mundo. Según la orden de 1994 que desarrolla la estructura de la Aeat, la SAI tiene, entre otras funciones, la realización de cualquier auditoría «de cualquier clase», así como el control permanente de los servicios y el seguimiento de las previsiones recaudatorias o la emisión de informes previos de resolución en los expedientes disciplinarios en los que se proponga «la tipificación de faltas graves o muy graves». También tiene atribuciones para la prevención y detección de conductas irregulares, el análisis de los sistemas de control interno y la investigación de las quejas de los contribuyentes. Por otra parte, la Agencia Tributaria cerró ayer filas sobre la filtración por parte de algunos directivos de Caja Madrid de algún correo electrónico en el que figura el nombre del inspector (jefe del equipo) que se encargó de la investigación de los gastos de representación de Caja Madrid hasta 2007, con la pretensión de demostrar que conocía las controvertidas tarjetas. Es el único órgano de la Aeat que tiene acceso total a la base de datos Según fuentes de la Administración, este inspector, que falleció en 2010, no pudo comprobar la existencia de tarjetas black, porque su trabajo se circunscribió a fiscalizar los gastos de representación; sobre aquellos en los que existieron discrepancias de «liberalidad» hasta que la caja firmó las actas de conformidad. Por tanto, según estas fuentes, el inspector no se pudo enterar del sistema oculto y no hubo una inspección aparentemente laxa como algunos directivos han intentado poner en circulación. Para las mismas fuentes, es evidente que esta entidad ocultó los datos del uso de las tarjetas intencionadamente. Hacienda no dispone de la información sobre las retenciones practicadas que deberían figurar en el modelo 190 de declaración a que estaría obligada al tratarse de salario en especie. Por ello, la Agencia distribuyó ayer entre sus empleados un comunicado interno (ver recuadro adjunto) saliendo al paso sobre la «supuesta tolerancia» de la Aeat «o de algún inspector». Según el texto, «no existe, hasta la fecha, constancia de actuación reprochable alguna» de ningún funcionario. También señala que seguirá prestando «toda la colaboración que sea requerida a las autoridades judiciales». Y la dirección de la Aeat aprovechaba «la ocasión» para agradecer al personal de la institución su trabajo al mismo tiempo que comunicaba que defenderá «su honorabilidad ante acusaciones de hechos falsos». Hacienda comunicó el miércoles a Bankia la ampliación de la investigación fiscal a los años 2011 y 2012 para conocer todos los apuntes contables, si existieron, sobre el uso de las tarjetas. La última teoría que ayer circulaba es que hay varios modelos de tarjetas VIP, pero sólo los ejecutivos tuvieron acceso a las denominadas black, las que según informó este diario se cargaban contra la cuenta de quebrantos.
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mesientopisoteada 09/10/14 23:48
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Rato recibió un 'soplo'. ¿Por qué? Rodrigo Rato El ex ministro de Economía español y ex presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato. Cuatro de los 86 dirigentes de Caja Madrid y Bankia fueron avisados antes del envío del caso a la Fiscalía del escándalo de las tarjetas B y devolvieron el dinero. Disponen así, de un posible atenuante en caso de que el uso de estas tarjetas tenga recorrido judicial. Encabeza este G-4 el ex vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato. Él y sus directos colaboradores José Manuel Fernández Norniella, Matías Amat e Ildefonso Sánchez Barcoj fueron avisados antes del verano por el responsable de Recursos Humanos de Bankia, Juan Chozas, de que debían devolver los 200.000 euros gastados en sus tarjetas. Como publicó ayer este diario, el ministro de Economía, Luis de Guindos, consideró que había que darles la oportunidad de devolver el dinero antes de cualquier otra consideración. ¿Favor político de Guindos a su ex jefe Rato? "No era un favor. Era lo mejor para el Estado. Tenía toda la lógica porque el Frob, como principal accionista de Bankia, era el principal perjudicado por el quebranto de 200.000 euros y lo más eficaz para recuperar ese dinero era pedirles la devolución y no entrar en un costoso pleito", señalan fuentes próximas al fondo estatal. Pero entonces ¿por qué no dar la misma oportunidad al resto, incluido el ex secretario de Estado de Hacienda del PP, Estanislao Rodríguez Ponga, o un ex ministro socialista como Virgilio Zapatero? La versión oficial es que Bankia sólo podía pedir devolución a Rato y a los otros tres ejecutivos, porque el resto del uso de tarjetas eran deudas con Caja Madrid, no con la actual entidad. Por esa razón, Bankia remitió el resto de casos detectados a la Fundación Caja Madrid, heredera de la vieja caja de Miguel Blesa. Pero esta entidad no reclamó nada. Por un lado, la presidía Carmen Cafranga, que era una de las usuarias de las tarjetas B. Pero, por otro, en la Fundación aseguran que el Frob les ha asegurado que no deben reclamar nada, porque el perjudicado es el Estado. El resultado es un galimatías: el Frob es el perjudicado por todos lados, pero el Gobierno avisa a unos y a otros no. Además, aunque parezca lo contrario, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, no ha sido agresivo con su antecesor y su equipo. Podía haber lanzado, además de exigir el dinero, una querella contra, al menos, el brazo derecho financiero de Rato, Sánchez Barcoj, por tener las tarjetas B de este grupo ocultas indecentemente en una cuenta de quebrantos, de dinero perdido por Bankia. Pero no lo ha hecho, eligió la vía más suave. Sin embargo, al otro lado de la balanza, en el equipo de Rato se sienten engañados. Según su versión, cuando Chozas les llamó, les recomendó devolver el dinero para no acabar en los tribunales y por eso aceptaron hacerlo, pese a que consideraban que no habían hecho nada irregular. Acto seguido, Bankia no les avisó de que Guindos y el Frob planeaban igualmente mandar su caso a la Fiscalía. "Nos engañaron miserablemente", lamentan. Además, su atenuante es limitado, porque no devolvieron el otro dinero, la parte que ellos mismos gastaron antes en la época de Caja Madrid. Como la Fundación Caja Madrid no les pidió nada después, nada devolvieron. En el entorno de Rato se sospecha que el trasfondo es una operación política de Guindos para mostrar dureza con la casta nacionalizada. Otro ingrediente extraño es que Bankia dice haber iniciado la investigación al ver publicados correos de Blesa que la propia entidad había enviado meses antes al juez Elpidio José Silva. ¿No leyó nadie en Bankia los correos antes de remitirlos al inefable magistrado? ¿Cómo es que la actual Bankia dio de baja la tarjeta de Rato en mayo de 2012 y niega haber sabido que existiera hasta dos años después? ¿Se dio Rato de baja a sí mismo al irse? Un embrollo que no deja de ser secundario dentro de lo fundamental: el nauseabundo uso continuo de tarjetas B ocultas en una cuenta de quebrantos de la entidad que necesitaba súper rescate del Estado.
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