El presidente de La Seda está satisfecho con las compras realizadas y da por finalizada la etapa de expansión de la compañía.
Rafael Español (Barcelona, 1945) lidera el proyecto empresarial más ambicioso que ha protagonizado La Seda en las últimas décadas. Entró en la química catalana en 1996, cuando se dedicaba al textil y sufrió con ella las consecuancias del enfriamiento del sector. Antes de esta etapa, Español había sido presidente de Aiscondel.
La Seda se fundó en 1925 para fabricar rayón y fibras pero ya no queda casi nada de la actividad textil. En los últimos años, la empresa ha dado un vuelco total a su actividad, en el que ha realizado una inversión millonaria. De hecho, pese a que resulta difícil establecer una cifra concreta, grosso modo, la empresa se ha gastado más de 1.300 millones de euros en menos de dos años en adquisiciones.
Pausa
Sin embargo, Rafael Español considera que es momento de tomarse un respiro. “Hemos hecho las operaciones que hemos considerado oportunas y, una vez cerrada la compra de las plantas de Amcor y Eastman, damos por cerrada la expansión”, asegura el presidente de La Seda. Advierte de que, aunque pueda parecer un enorme crecimiento dentro del mercado del PET, “excepto por la planta que contruimos en Sines (Portugal), prácticamente no hemos creado más mercado; nos hemos limitado a comprar plantas que ya existían”.
La adquisición de las plantas de Amcor, que fabrica compomentes para envases, se cerrará en los próximos días y la adquisición de las fábricas de Eastman en el Reino Unido y, en especial, de Rotterdam (Holanda), les dará un buen posicionamiento en Europa. “Rotterdam es el punto de partida perfecto para la penetración de nuestros productos en el centro de Europa”, cuenta el presidente de La Seda.
El grupo químico facturó 617,43 millones de euros en el primer semestre de este año, y registró un beneficio neto de 7,14 millones. En los últimos dos años, la empresa ha triplicado su volumen de negocio y espera que en 2011 se sitúe en 4.219,5 millones.
Por el momento, la única puerta abierta que queda es la de la posible adquisición de Interquisa a la petrolera Cepsa. Según Español, “el proceso de negociación es complejo, pero esperamos llegar a un acuerdo en los próximos dos meses”. Para financiar la compra la empresa realizará una ampliación de capital no dineraria por el importe de la compra –según Español alrededor de 250 millones–, a través de la cual Cepsa se convertiría en uno de los principales accionsitas del grupo, con el 14 por ciento del capital.
De realizarse, esta ampliación será la tercera desde el año 2005. A ellas se suma un crédito sindicado de Deutsche Bank por 400 millones de euros, que Rafael Español intenta ampliar a 700 millones “para sanear los negocios comprados”. La empresa acumula una deuda de 400 millones de euros y sus fondos propios ascienden a 712 millones de euros.
Oman
La próxima semana Español viajará a Oman para reunirse con uno de sus principales accionistas desde la última ampliación de capital: Oman Oil Holdings. La empresa pertenece al Gobierno del país árabe y “no descartamos que suministre paraxileno a la planta de Sines”, en Portugal, dice el presidente de la química catalana.
Rafael Español se muestra confiado en su producto. “Pase lo que pase en el mundo la gente va a seguir consumiendo botellas de refrescos”, asegura con orgullo. El plástico PET tiene como materia prima el paraxileno, un derivado del petróleo, pero tampoco le preocupa una eventual subida del precio del crudo.
De hecho, está seguro de que La Seda atraviesa uno de sus mejores momentos, pese a que las acciones han bajado y se alejan de los tres euros por título recomendados por los analistas de bolsa. “El estado de nuestras acciones es resultado del comportamiento de la bolsa; nosotros estamos muy bien teniendo en cuenta que acabamos de salir de una ampliación de capital ”, afirma convencido Rafael Español. En 2005 la cotización subió un 27% y en 2006 el 41%,
