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"La desobediencia civil en cataluña"

142 respuestas
"La desobediencia civil en cataluña"
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#46

Re: "La desobediencia civil en cataluña"

como ves ZP dice que lo esta haciendo mal rajoy y yo mira que le pregunto que haria el si mandar a la legion ? pero nada no me contesta....sinceramente creo que rajoy esta tomando decisiones responsables y sin duda alguna si es necesario se utilizara el art 155 de la constitucion SEGURO saludos

#47

Re: "La desobediencia civil en cataluña"

Como bien dices en la primera parte de tu entrada, con la que estoy de acuerdo, que sepamos CDC no se ha definido todavía como republicana, a pesar de llevar tanto tiempo ya (por intereses concretos) cogida de la mano de ERC. O sea, que tendrán "contentos" a un montón de sus militantes que opinan lo contrario.

De lo que se deduce que los cuatro gatos de la CUP se han hecho, definitivamente, los amos del cotarro.

Un baldón más que aumentar a los que ya ha adquirido Artur Mas para pasar a la Historia como el peor político que ha dado Cataluña.

S2

#48

Re: "La desobediencia civil en cataluña"

No veo a muchos de CDC defendiendo la monarquia!!!

#49

Re: "La desobediencia civil en cataluña"

Pues seguramente por lo menos la toleran los que defendjendo los mismos principios de Esquerra REPUBLICANA prefieren militar o votar a CDC.

Pero, tú como siempre, si no negando la mayor por lo menos obviándola: balones fuera.

Que llevo hablando toda la mañana de que la CUP (tres reclutas y el cabo) les han comido la tostada a buena parte de Cataluña, coño.

S2

#52

Re: "La desobediencia civil en cataluña"

En la ciudad de Milán, siempre hermanada con Barcelona, se produjo en 1947 un acontecimiento recordado en los anales como un buen ejemplo del eterno dilema entre el realismo político y la fuga hacia adelante.
Derrotado el fascismo, los partisanos habían entregado las armas, siguiendo la consigna del comité de liberación nacional. Dueños de no pocas ciudades del norte y del centro del país, las brigadas dominadas por los comunistas podían haber intentado proclamar una república socialista independiente, pero pisaron el freno para evitar una casi segura guerra civil. Optaron por la integridad de Italia, a cambio de un papel relevante para la izquierda en la nueva constitución.
Eran meses de pacto y de intensa pugna. A la Democracia Cristiana no le bastaba con el desarme de las brigadas partisanas. También quería que sus comandantes dejasen de ocupar puestos de mando administrativo con unidades de policía a sus órdenes. En noviembre de 1947, el ministro del Interior destituyó al prefecto (gobernador civil) de Milán, Ettore Troilo, jefe partisano de brillante historial. Hubo protestas y un grupo de militantes comunistas ocupó la prefectura de Milán, en señal de desobediencia y desconexión con el nuevo poder blanco.
Ocupado el palacio gubernamental, el jefe los comunistas milaneses, Gian Carlo Pajetta, llama a Roma: "Compagno Togliatti, te comunico que tenemos la prefectura de Milán en nuestras manos". Silencio en la línea. Palmiro Togliatti, glacial, responde: "¿Y qué piensas hacer con la prefectura de Milán?". Ligero carraspeo del joven Pajetta, que esperaba un ¡bravo! desde el otro extremo de la línea. Consigna del secretario general: "Mira de salir cuanto antes, sin hacer el ridículo".
2015. En la Barcelona posmoderna, turística, gestual, teatral y fuertemente radicalizada por la crisis económica, los principales dirigentes de la amplia pero fragmentada corriente independentista acaban de tomar la decisión de asaltar la autoridad del Estado español con un papel.
Posmodernidad es simulación constante. No es nada extraño que una de las primera decisiones de la nueva presidenta del Parlament de Catalunya y de sus amigos, después del brioso vítor en favor de la República catalana, fuese hacerse una selfie como recuerdo de un día tan señalado.
Una selfie premonitoria. Autorretrato del año de las emociones fuertes, mientras desahucian a los primos convergentes. Ese es el estilo que viene. Esa es la primera y más verídica declaración de intenciones de la futura clase dirigente catalana, llamada a sustituir a quienes estas semanas son objeto de registro policial.
La posmodernidad admite ironías que eran casi inimaginables en los momentos más dramáticos del siglo XX. Un parlamento que no se pone de acuerdo para elegir al nuevo presidente del Ejecutivo, después de unas elecciones que han dividido en dos la sociedad catalana, se propone aprobar de manera inmediata una moción de desobediencia al Tribunal Constitucional y a las principales leyes vigentes, anunciando la próxima instauración de una República catalana, sobre la que la mayoría de los electores no se ha pronunciado, puesto que no figuraba en el programa de la coalición vencedora.
No se sabe si habrá presidente -o presidenta- en los próximos setenta días, y ya se plantea un programa de ruptura, con una República que no constaba en el programa electoral vencedor. Una República no es poca cosa, incluso en la posmodernidad. Estamos ante una situación verdaderamente insólita en las democracias europeas. Fuga hacia adelante a toda castaña.
En paralelo a esta nueva aceleración táctica del independentismo exprés -insisto, no apoyado de manera explícita por el mandato de las urnas-, la policía registra el domicilio del hombre político más relevante en Catalunya en los últimos cincuenta años y el de diversas personas directamente relacionadas con el partido gubernamental, en busca de pruebas que demuestren el cobro de comisiones por la concesión de obras públicas; el famoso 3%, inscrito ya de manera indeleble en la cultura popular.
Mientras la declaración de independencia exprés entra en el registro del Parlament, las televisiones difunden imágenes de la colección de coches de lujo de uno de los principales investigados. El trallazo en la opinión pública es fenomenal. En Catalunya y en toda España.
Cuando la política se complica sugiero siempre un ejercicio: intentar explicar lo que está pasando a un amigo extranjero. Voz alta, distancia y traducción. Ayer lo hice y llegué a la conclusión de que el grupo dirigente catalán ha decidido la fuga hacia adelante, preso de una doble angustia: la enorme resistencia de la CUP a la investidura de Mas y el temor a una posible desintegración de CDC, ante el salto de cualidad de la investigación judicial, que podría estar contando con nuevos e insospechados informantes.
La situación catalana cambia de rasante. Y el Partido Popular no desaprovechará ni un minuto para reafirmarse como Partido Alfa. El voto catalán derrotó al PP en el 2004 y el 2008. Esta vez, la angustia del partido gobernante catalán podría servirle en bandeja la campaña electoral.
La fría pregunta de Togliatti aún tiene sentido: ¿Y qué pensáis hacer después de la declaración?.
Aunque también podría plantearse en Madrid: ¿Y qué pensáis hacer después del artículo 155?

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#53

Re: "La desobediencia civil en cataluña"

Justo al revés de lo que hacía Julio César que llevaba un exclavo detrás suyo con una rama de laurel en la mano mientras le decía: - Julio César nunca olvides que eres humano -.

#54

Re: "La desobediencia civil en cataluña"

Antes era Mas, ahora son las CUP..., pues bueno. Vamos avanzando, ya no solo es Mas y el "bueno" de Pujol,...tus dianas favoritas.
Empiezas a entender que es algo mucho más plural?. Recuerdas?, los catalanes están descontentos y quieren poder expresarse. Pronto tendrás que sumar a tus ataques a los CSQEP, pues también quieren poder opinar..., acaban de pedir un referendum!,... eso sí, pactado y vinculante!

Dudo muchos que haya gente con los principios de ERC que prefieran militar o votar a CDC y viceversa..., tu visión de la política catalana es..., no sé como llamarla..., digamos que casi tan buena como tu visión de la española...

#55

Re: "La desobediencia civil en cataluña"

Las noticias provenientes de Catalunya están provocando una enorme agitación en Madrid y en el resto de España. Las elecciones del 27 de septiembre fueron seguidas con mucho interés y con ellas acabó de cuajar en amplios sectores la convicción de que España se encuentra ante un problema muy serio. Evidentemente eso ya lo sabía mucha gente antes de septiembre, pero esos dos millones de votos en favor de la independencia ensancharon los círculos concéntricos de la preocupación. Hay alarma, aunque los soberanistas no lograsen superar el listón del 50% y la distribución final de escaños -esos 62 junteros que no lograron ser 63- de lugar al actual maremágnum.
Se percibe agitación en Madrid. La ciudad está acostumbrada al ruido político desde hace muchísimos años y no se altera por cualquier cosa. Con el paso del tiempo y de acuerdo con las leyes de Darwin, los madrileños han adaptado su pabellón auditivo a la bronca constante. Criban el ruido y por una oreja les entra y por otra les sale, hasta que algo - una palabra, un gesto, una idea, un proposición...- activa su atención. Observé claramente este fenómeno en otoño del 2005, cuando el Parlament de Catalu-nya aprobó la primera versión del nuevo Estatut. Un ligero amperaje recorrió la barra de los bares. La gente no sabe mucho de leyes, pero tiene instinto para captar en qué momento se modifican las reglas del juego. Las encuestas registraron rápidamente una significativa reacción contraria -más intensa en Madrid y en Andalucía que en otras partes de España- y después pasó lo que pasó.
El fenomenal error de conducción del Estatut se inició con una interpretación oportunista de aquel amperaje. Creo que en estos momentos hay más preocupación que ganas de gresca.
Se observan varios partidos sobre la cuestión catalana. Está tomando cuerpo el partido de la represión, que agrupa a quienes creen que Catalunya debe ser castigada lo antes posible para que las aguas vuelvan a su cauce. Represión. Y escarnio con el capirote de la corrupción. El catalán lleva demasiado tiempo sin catar el poder coercitivo del Estado y por ello se abandona a fantasías peligrosas. Es el partido de Espartero puesto al día. (Como es sabido, el general Baldomero Espartero aconsejó en 1842 bombardear Barcelona cada cincuenta años para mantenerla a raya y evitar bullangas).
Luego tenemos el partido de la contención, partidario de las medidas coercitivas en última instancia y si no hay más remedio. Aboga por respuestas proporcionadas a la intensidad del desacato. Esta corriente, a la que no es ajeno Mariano Rajoy, ha inspirado la reforma del Tribunal Constitucional, para disponer de un instrumento coercitivo más fino y menos ruidoso que el artículo 155 de la Constitución, que nadie sabe muy bien cómo se debe manejar, puesto que nunca ha sido desembalado.
Y en tercer lugar tenemos el difuso partido del pacto, con muchas ramificaciones, contradicciones, matices y tendencias. Y con mucha gente escribiendo propuestas, no sólo en el área PSOE. Algunas ya se han dado a conocer y otras afloraran después de las elecciones. El club pactista, el más temido y menospreciado por el partit de la flamarada (los independentistas catalanes con más ganas de gresca) está madurando y puede ser decisivo en el futuro.
La reunión de ayer entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez no confirma la preponderancia de ninguna de las tres corrientes citadas, pero explica que la derecha ha de actuar esta vez con tiento -sin renunciar al atractivo papel de Partido Alfa-, porque siendo muy fogosos los partidarios del castigo, puede que acaben siendo más numerosos los españoles que esperan una solución que no humille a nadie.

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#56

Re: "La desobediencia civil en cataluña"

EL PULSO CATALUNYA-ESPAÑA

Rivera avisa por teléfono a Rajoy que Ciutadans sopesa pedir amparo al TC
El líder de Ciudadanos irá mañana a La Moncloa para hablar en persona con el presidente

#58

Re: "La desobediencia civil en cataluña"

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha avanzado hoy que el Ejecutivo recurrirá ante el Tribunal Constitucional de manera inmediata si la declaración independentista de Junts pel Sí y la CUP es aprobada en el Parlament catalán, para solicitar su suspensión.

Sáenz de Santamaría se ha pronunciado en estos términos, en rueda de prensa, al ser preguntada por la declaración independentista presentada en el Parlament catalán por Junts pel Sí y la CUP y por los pasos que va a dar el Gobierno si se aprueba.

Lo primero, ha explicado, será invocar el artículo 161 de la Constitución para solicitar al Constitucional la suspensión inmediata de la resolución soberanista

#59

Re: "La desobediencia civil en cataluña"

Rajoy se siente respaldado para liderar la respuesta al independentismo

Exhibe consonancia con Sánchez y Rivera tras la primera ronda de contactos en Moncloa para frenar a Mas. Los críticos de Convergència apuntan a nuevas elecciones ante las exigencias de la CUP.

#60

Re: "La desobediencia civil en cataluña"

La CUP descarta investir a Mas el 9 de noviembre
Agotará el plazo hasta el 9 de enero
El número uno de la CUP, Antonio Baños, asegura que entre investir a Artur Mas y verse abocados a elecciones anticipadas "hay un amplio espectro de nombres". 72 diputados, según él, serían candidatos favorables a la presidencia.
Aunque Junts pel Sí viniera con la promesa de revalidar a Mas, la "aritmética" les obliga a llegara a un acuerdo, recuerda Baños.

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