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Artículo redactado por un funcionario del Grupo A

37 respuestas
Artículo redactado por un funcionario del Grupo A
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#33

Re: Artículo redactado por un funcionario del Grupo A

estoy contigo, eso que hacen es una forma de hacer hueco para los asesores, ya sabes, para hacer hueco para nombrar a dedo.

Detesto a las víctimas que respetan a sus verdugos.

#34

Re: Artículo redactado por un funcionario del Grupo A

Pero quitando la sanidad, la educación, la seguridad social, la AEAT, la policía y la guardia civil, ¿qué han hecho los romanos por nosotros, eh? ¡Nada! :D

¡Bah! carnero, oveja. A tu raza, a tu vellón y a tu clan sé leal.

#35

Re: Artículo redactado por un funcionario del Grupo A

Bien traída la cita de la Vida de Brian.

#36

Re: Artículo redactado por un funcionario del Grupo A

El desprecio político al funcionariado: contra la bajada salarial y el incremento de jornada en la función pública. Por FRANCISCO J. BASTIDA CATEDRÁTICO DE DERECHO CONSTITUCIONAL .

Con el funcionariado está sucediendo lo mismo que con la crisis económica. Las víctimas son presentadas como culpables y los auténticos culpables se valen de su poder para desviar responsabilidades, metiéndoles mano al bolsillo y al horario laboral de quienes inútilmente proclaman su inocencia. Aquí, con el agravante de que al ser unas víctimas selectivas, personas que trabajan para la Administración pública, el resto de la sociedad también las pone en el punto de mira, como parte de la deuda que se le ha venido encima y no como una parte más de quienes sufren la crisis. La bajada salarial y el incremento de jornada de los funcionarios se aplaude de manera inmisericorde, con la satisfecha sonrisa de los gobernantes por ver ratificada su decisión.
Detrás de todo ello hay una ignorancia supina del origen del funcionariado. Se envidia de su status -y por eso se critica- la estabilidad que ofrece en el empleo, lo cual en tiempos de paro y de precariedad laboral es comprensible; pero esta permanencia tiene su razón de ser en la garantía de independencia de la Administración respecto de quien gobierne en cada momento; una garantía que es clave en el Estado de derecho. En coherencia, se establece constitucionalmente la igualdad de acceso a la función pública,
> conforme al mérito y a la capacidad de los concursantes. La expresión de ganar una plaza «en propiedad» responde a la idea de que al funcionario no se le puede «expropiar» o privar de su empleo público, sino en los casos legalmente previstos y nunca por capricho del político de turno. Cierto que no pocos funcionarios consideran esa «propiedad» en términos patrimoniales y no funcionales y se apoyan en ella para un escaso rendimiento laboral; pero esto es corregible mediante la inspección, sin tener que alterar aquella garantía del Estado de derecho.
Los que más contribuyen al desprecio de la profesionalidad del funcionariado son los políticos cuando acceden al poder. Están tan acostumbrados a medrar en el partido a base de lealtades y sumisiones personales, que cuando llegan a gobernar no se fían de los funcionarios que se encuentran. Con frecuencia los ven como un obstáculo a sus decisiones, como burócratas que ponen objeciones y controles legales a quienes piensan que no deberían tener límites por ser representantes de la soberanía popular. En caso de conflicto, la lealtad del funcionario a la ley y a su función pública llega a interpretarse por el gobernante como una deslealtad personal hacia él e incluso como una oculta estrategia al servicio de la oposición. Para evitar tal escollo han surgido, cada vez en mayor número, los cargos de confianza al margen de la Administración y de sus tablas salariales; también se ha provocado una hipertrofia de cargos de libre designación entre funcionarios, lo que ha suscitado entre éstos un interés en alinearse políticamente para acceder a puestos relevantes, que luego tendrán como premio una consolidación del complemento salarial de alto cargo. El deseo de crear un funcionariado afín ha conducido a la intromisión directa o indirecta de los gobernantes en procesos de selección de funcionarios, influyendo en la convocatoria de plazas, la definición de sus perfiles y temarios e incluso en la composición de los tribunales. Este modo clientelar de entender la Administración, en sí mismo una corrupción, tiene mucho que ver con la corrupción económico-política conocida y con el fallo en los controles para atajarla.
Estos gobernantes de todos los colores políticos, pero sobre todo los que se tildan de liberales, son los que, tras la perversión causada por ellos mismos en la función pública, arremeten contra la tropa funcionarial, sea personal sanitario, docente o puramente administrativo. Si la crisis es general, no es comprensible que se rebaje el sueldo sólo a los funcionarios y, si lo que se quiere es gravar a los que tienen un empleo, debería ser una medida general para todos los que perciben rentas por el trabajo sean de fuente pública o privada. Con todo, lo más sangrante no es el recorte económico en el salario del funcionario, sino el insulto personal a su dignidad. Pretender que trabaje media hora más al día no resuelve ningún problema básico ni ahorra puestos de trabajo, pero sirve para señalarle como persona poco productiva. Reducir los llamados «moscosos» o días de libre disposición -que nacieron en parte como un complemento salarial en especie ante la pérdida de poder adquisitivo- no alivia en nada a la Administración, ya que jamás se ha contratado a una persona para sustituir a quien disfruta de esos días, pues se reparte el trabajo entre los compañeros. La medida sólo sirve para crispar y desmotivar a un personal que, además de ver cómo se le rebaja su sueldo, tiene que soportar que los gobernantes lo estigmaticen como una carga para salir de la crisis.
Pura demagogia para dividir a los paganos. En contraste, los políticos en el poder no renuncian a sus asesores ni a ninguno de sus generosos y múltiples emolumentos y prebendas, que en la mayoría de los casos jamás tendrían ni en la Administración ni en la empresa
privada si sólo se valorasen su mérito y capacidad. Y lo grave es que no hay propósito de enmienda. No se engañen, la crisis no ha corregido los malos hábitos; todo lo más, los ha frenado por falta de financiación o, simplemente, ha forzado a practicarlos de manera
más discreta.

#37

Re: Artículo redactado por un funcionario del Grupo A

... cada vez en mayor número, los cargos de confianza al margen de la Administración y de sus tablas salariales; también se ha provocado una hipertrofia de cargos de libre designación entre funcionarios, lo que ha suscitado entre éstos un interés en alinearse políticamente para acceder a puestos relevantes, que luego tendrán como premio una consolidación del complemento salarial de alto cargo. El deseo de crear un funcionariado afín ha conducido a la intromisión directa o indirecta de los gobernantes en procesos de selección de funcionarios, influyendo en la convocatoria de plazas, la definición de sus perfiles y temarios e incluso en la composición de los tribunales. Este modo clientelar de entender la Administración, en sí mismo una corrupción, tiene mucho que ver con la corrupción económico-política conocida y con el fallo en los controles para atajarla.

No se si te das cuenta, pero esto que se describe es el renacimiento de las cesantías decimononicas. Me han contado de una planta de un edificio de la administración a la que le llaman la N-30, pues está llena de antiguos directores generales del PSOE que quedan a la espera de que el PSOE vuelva al poder. Esta planta estuvo anteriormente poblada por los N-30 del PP, que estaban esperando que el PP volviese al poder. ¿y que hacían mientras tanto toda esa gente? pues tienen sueldos de director general pero se limitan a leer la prensa, a navegar por internet, chatear en foros, llamar por teléfono, etc. incluso alguno se pone a estudiar o a escribir libros. Pero no hacen nada de trabajo util, porque no les dan nada que hacer. Los del PP no se fían de ellos porque fueron del PSOE al igual que los del PSOE no se fiaban de los anteriores porque eran del PP. Así que estamos manteniendo dos conjuntos de directivos públicos pero usando solo uno, el del partido en el gobierno. Esto es un sistema hibrido entre el funcionarial y las antiguas cesantias, pero mas caro, es lo peor de los dos modelos. Se tiene que profesionalizar completamente o politizar completamente, de tal forma que los que estén ahí puedan ser despedidos cuando sale del poder su partido o ser inamovibles salvo por razones objetivas.

#38

Re: Artículo redactado por un funcionario del Grupo A

Pues nada, yo de entrada me voy a la mierda que no tengo ningún problema, según el educado escrito de este señor/señora. Creo que es el resumen perfecto de lo que yo he visto en la administración. Salvo raras excepciones, o estás con nosotros o estás contra nosotros (y te mandan a la mierda pero bien, vamos, que no te preocupes que allí no duras mucho).

Para contestarle a este señor/a, sin mandarlo a la mierda, le contaré algunas cositas de mi propia experiencia:

- Sobre quién es o no garrulo, habría mucho que hablar, le puedo contar de funcionarios grupo A nivel 30 (o sea, más ya en esa administración no se podía ser) metiéndose el dedo en la nariz y luego mejor me lo callo pero muy entretenido con el resultado de sus prospecciones, durante reuniones delante de todo el mundo, contestaciones que ni en las montañas de la gente que vive aislada las he oído de vulgares y maleducadas, por no entrar ya en el absoluto desconocimiento de su trabajo, torpezas varias, y un largo etc. Así que el hecho de que un garrulo ganara 3000 euros, a lo mejor entre los grupos A también hay garrulos ganando no 3000 sino más. Le recuerdo al firmante de esta nota que mientras a los demás nos bajan o nos congelan los sueldos desde hace 10 o 15 años, el funcionario ha estado subiendo su sueldo que yo sepa constantemente salvo lo del 5%. No he visto un ingeniero grupo A en la administración que cobre 600 euros, en la privada sí y no porque sean garrulos. Y así podríamos ir profesión por profesión. Eso sí, lo que no he visto en la privada es la chulería con la que te dicen "yo estoy aquí fijo y de aquí no me mueve nadie haga lo que haga, y si quiero trabajo y si quiero no trabajo". Vamos, es que he visto hasta "huelgas" de gente por su cuenta que consistían en no tener las narices de abandonar su puesto de trabajo (iban a trabajar, eso sí, tarde como siempre) pero dedicarse a no trabajar porque no les habían subido 1 EURO que creían que les correspondía. Y además promover un reinado del terror para que nadie trabajara (que este tipo de gente no trabaje, no se nota porque nunca lo hacen, la diferencia está en hacer como que trabajas o realmente ni molestarse) so pena de persecución moral posterior.

- Que la culpa concretamente del tema económico lo tengan los bancos, el ladrillo, etc. no quita para que la administración lleve muchísimos años que tiras de un hilo y te encuentras un pastel. Oposiciones que adivinas para quien van a ser (y no por su gradiosa capacidad) antes de que se convoquen (y una vez, otra y otra, de hecho es que después de esta experiencia, no me creo ni una), complementos por dedicación exclusiva que se dan no sé sabe bien por qué a unos sí y a otros no (eso no es propio del funcionario? ah no, pero si hay quienes casualmente tienen hermanos o familiares con empresas a su nombre a las que le viene bien que sea funcionario y esté donde esté, aunque solo sea por la publicidad que vienen haciendo y no entro en contrataciones y cosas peores...), puestos que cambian de nivel de la noche a la mañana, consolidaciones de nivel que luego dan un complemento extra para siempre aunque nunca se vuelva a ocupar ese nivel, dietas de difícil justificación y una chorrera larguísima que abulta algunas (unas cuantas por no decir bastantes) nóminas. En la privada, cuando llevas un año te echan, en la función pública te pagan más cuanto más estás (eso sí, se puede estar activamente o se puede estar pasivamente y lo mismo te pagan antiguedad, preferencia para ascensos, etc.).

- Los dedos del alto cargo, el asesor, o el director, se pueden aplicar en cualquier momento. No solamente en los cargos de libre designación. Quién hace y quién no hace un curso de la propia administración (el que da puntos para los ascensos), cómo se cubren los puestos de urgencia y por qué son de urgencia y no van por el procedimiento ordinario, por qué fulanito o menganita ya no es necesario pero déjalo tres meses más y así consolida el nivel y cuando se vaya cobra el nuevo nivel toda su vida y no el que va a volver a desarrollar, y un INMENSO etc.

Mi experiencia: alrededor de un 90% de los funcionarios que he conocido respondían a algo que he comentado anteriormente.

Y si hablas en voz alta y lo denuncias y lo criticas e intentas poner orden, primero, nadie te quita la razón (es curioso, no te dicen que no sea como tu lo ves) sino que seas lista, que veas y calles y te aproveches tu también (con estas palabras y no una ni dos ni tres veces por distintas personas que no se conocen entre sí), y lo segundo pues sí, te mandan a la mierda, además diciéndote que eres de lo mejorcito que ha pasado por allí pero claro, eres una mosca cojonera.

Incluso es probable que los grupos y niveles más bajos necesiten una subida de sueldo, en determinadas administraciones que cobran menos, que se podría compensar equiparando mucho mejor los sueldos que he visto en grupos A y B que no se corresponden ni de lejos con lo que se está pagando ahora mismo en el mercado.

Yo orgullosa estoy de no gustarle a este tipo de gente y que me mande a la mierda, si le gustara, bufff, que miedo me daría pensar en qué me he convertido