Me resulta muy divertido que cuando piensan que ya has ingresado todo lo que tienes y no puedes invertir más en su entidad, ni te llaman, ni te escriben, se olvidan de que existes. Cuando se acerca el vencimiento, empieza el calvario de llamadas, mails y demás milongas. Vale, les dices que no quieres renovar con ellos porque te vas a ir a otro sitio y entonces, ¡fiesta! Cuando por fin consigues irte, empieza la tortura, para mi es un acoso en toda regla, de llamar a tu marido, a ti, a casa, mails, otra vez suena el teléfono y en una de esas "te pillan desprevenida y coges el teléfono. Y en vez de decirte claramente que sienten que te hayas ido, que les gustaría ofrecerte el producto X con las características siguientes y blablabla, que quizá les escucharía con atención, por si acaso, NO, ellos no, ellos te cuentan la Caperucita Roja en fascículos, para intentar inculcarte un cierto interés y que vayas a saber el final de la historieta. Chiquillo, que si me he ido con todo y te he dejado la cuenta a cero patatero, será por algo, leñe... Que tus historias no me resultan ya interesantes, que sé cómo acaba el cuento de Caperucita y siempre sale un lobo mentiroso a medio camino, que si podéis os coméis a la abuela también, jajjaaaaaa
Comprendo que la esperanza es lo último que se pierde, pero si un cliente te dice que está solo porque le has ofrecido una ipf muy golosona, en aquel momento fue lo mejor que encontré después de gastarme los tacones de un par de zapatos, y vence el depósito y el cliente se va, se va, y punto. Les expliqué los por qués, les comenté que me aburría tener que estar reclamando las comisiones todas las veces, les dije que no me había gustado nada que quisieran hacerme firmar el formulario de la MIFID relleno y que me mintieran diciéndome que la normativa les exigía a rellenarlo, en fin, una sarta de razones para irme, amén de que en el DB me ofrecían unas comisiones ridículas y me gustaba más como entidad.
Pues nada, sordos, ciegos, mudos y paticojos. No les da la gana de captar la idea. Ellos que insistan, en cuanto tenga firmada el nuevo proyecto de inversión, cancelaré cuentas y serán historia, pero para eso, falta todavía por lo menos medio año, así que tendrán que convencerse de que llamar no sirve para nada. Si no quiero estar localizable, no lo voy a estar...
Es que lo que han hecho aquí con ladrillos y alquileres es absolutamente impresentable.
Un abrazo
¡Sed felices!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.