¡Jo, qué lástima, con lo que me mola discrepar! jajaaaa
Bueno, pero los excesos se pagan, puestos a discrepar, discrepemos con medida, ;-))
¡No me voy a acordar de los Jóvenes Aunque Sobradamente o Suficientemente Preparados! ¡Menuda generación!
Hace unos días lo comentaba con una amiga (de mi quinta). Unos pecan de mucha información y les falta formación. Otros luego tienen una profunda preparación académica de años, pero no les han dado una oportunidad de romperse los cuernos y empezar a adquirir experiencia, que es al fin y al cabo la madre de la ciencia. También te digo que muchos recién salidos de la uni, se creen los amos del mundo y no se dan cuenta de que solo están preparados para despegar, para salir al mundo laboral y empezar a aprender. Quieren mucho sueldo, claro, han metido mucha pasta en sus estudios, pero no todos lo merecen...
La Europa universitaria que me tocó vivir, hacía muchas más prácticas que la española antes de salir a buscar un primer puesto de trabajo. A Dios gracias eso también ha cambiado aquí.
Pero no seré yo quien eche por tierra a esos estudiantes que se rompen los codos todo el año, y así más de un lustro, en ocasiones más de una década y luego se encuentran con un abanico ínfimo de posibilidades de trabajar en lo suyo. Tiene que ser triste. Por lo menos si no les ha llegado ese momento de sus vidas en el que la jerarquía de valores, por gusto o a la fuerza tiene que cambiar su ordenación, su importancia y con ella, también variarán sus destinos, aquello con lo que siempre habían soñado se vea sencillamente tan lejano, tan inalcanzable, tan imposible... que decidan dar un timonazo y cambiar su rumbo. Quizá solo así puedan llegar a ser felices... Pero cuesta... ¡y mucho!
Es un asunto muy fastidiado, pero también hay que ser suficientemente valiente y fuerte como para darse cuenta de que en este mundo no se puede tener todo lo que se quiere, que un sacrificio hoy, puede convertirse en un éxito del mañana, que la esperanza es lo último que se pierde...
Lo peor, es que ese cambio no viene -a día de hoy- provocado por un interés personal, por una modificación de su vida familiar, de salud, etc. sino por unos sinvergüenzas que han destrozado un sistema, llenando sus bolsillos, vacíando los de los otros, colocando a dedos a inútiles, a ladrones, con unos sueldazos de no te menees... Mientras los JASP se veían relegados y se siguen viendo, a puestitos indecentes.
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Ha cambiado mucho mi mentalidad en eso del color oscuro a la hora de trabajar. He visto casos de ruina literal, que se les acababa el paro, que lloraban por trabajar y que se veían muy a regañadientes obligados a pedir ayuda/s. Esa gente sí me da pena. Es por esas personas por las que me gusta luchar. Y me fastidia con J mayúscula, que haya gentuza que esté rebasando el límite de la decencia, cobrando de aquí y de allá, por el morro e impidiendo u obstaculizando esas ayudas a personas que de verdad, lo necesitan.
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Tampoco me van los intermediarios que no conozco frente a frente. Ahí estoy contigo. Pero no cabe duda que hacen falta personas para acercarte a personas. Lo importante es saber elegir, como siempre en esta vida, en qué personas puedes confiar, o hacer lo que también hacemos, ir al sitio y ver dónde se queda tu aportación. Por ello también somos de aportación en especie y no en efectivo.
Que un súper haga su Agosto con la generosidad de los demás... pues bueno. Yo no voy a poder evitarlo. Pero si pensaba aportar 50, aportaré 60 - o lo que se tercie y se lleve el super- y sé que lo que doy, llega. Ese intermediario vendedor es inevitable, según está montada la "adquisición de cestas de la compra". Otra solución también asequible, si tu aportación supera una cifra determinada, es la compra directa a proveedores y firmas. Ahí estamos hablando de cifras normalmente no aptas para el ciudadanito de a pie... Desde luego no para la V.
Si no quieres pasar por el súper, opción loable y entendible, se puede entregar una cantidad acorde a tu deseo a alguien de tu entera confianza para ese fin. Aunque muy probablemente, acabará también en un centro de venta de alimentos.
Desde luego no nos duelen prendas en pasar por el súper. Tampoco es cómodo buscar otras soluciones más asequibles. La cuestión es que llegue lo que quiero dar en condiciones y a las personas que pretendo ayudar. Con eso, me conformo. Me sale "un poco más caro" y alguno se lleva "la comisión", cierto es, pero se ayuda, que es a lo que estamos.
Un abrazón
¡Sed felices!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.