¿Cómo quieres que no sea peleona si ya partes de una premisa errónea? ¡Pues empezamos bien el post! ¿Cómo dices -copio pego de tu post- "el término "verdad" desde un tiempo a esta parte es relativo"?
Digamos que la verdad deja de ser verdad si no es absoluta, así que el concepto verdad relativa solo sirve para tratar de demostrar algo que no va a ser cierto, es decir, que va a faltar a la verdad que queremos demostrar.
Ya intenté exponer mi concepto de verdad científica para separarlo de la verdad filosófica, que es la más verdad de todas, ya que busca la explicación a todo y a todo lo quiere tratar, para encontrar la realidad intrínseca de la esencia y no las peculiaridades que cada sujeto la imprime en potencia, que más que verdades de fondo serías meras especulaciones de lo que es verdad e interpretaciones del concepto que tenga cada uno, que logicamente no van a definir nada más que lo que ven a través de su cristal. Así que no sirven como verdad aplastante.
Mientras que la verdad científica, como ya dije, es incompleta, es parcial, entiende la exactitud de sí misma en base a una demostración empírica en potencia de ser derrocada por próximos descubrimientos con metodología y técnicas más avanzados, parte de unos supuestos (personales del científico, relativos, interpretativos de cómo él ve la realidad a demostrar) y estudia cosas que se pueden comprobar, hasta esa fecha. Luego no es tan verdadera, por no ser tan definitiva, ni definitoria.
El concepto de verdad absoluta, podríamos valorar el interés de la discusión para otros términos como razón, justicia, ley, orden, ilegalidad, delito, amor, representación, interpretación, lógica... parece resultar muchas veces inaprehensible, como si se escapara a nuestro pensamiento. Pero la realidad es que la verdad se puede estudiar desde distintos puntos de vista:
* La revelación inmediata al ser humano, en forma de sensaciones, intuición, en fin, como fenómeno empirista, -que no siempre empírico- y como revelación de conocimiento excepcional de esencia de las cosas, su ser o su mismo principio o forma de verdad metafísica teológica. Aquí es dónde difiero de tu postulado como de churras a merinas, vamos.
* Por otro lado, Platón la definía como "el discurso que dice las cosas como son". En esta misma dirección comprensiva aparece en la Metafísica de Aristóteles: "Negar lo que es y afirmar lo que no es, es lo falso, en tanto que afirmar lo que es y negar lo que no es, es lo verdadero". Eludiendo una vez más, logicamente, las interpretaciones que solo son causa de error.
Unos filósofos como Platón -y como tú, :)- han intentado argüir que la verdad está en el pensamiento o en el lenguaje y no en la cosa o en el ser y otros -como Aristóteles o como yo, jajaaa- que la medida de la verdad es el ser o la cosa y no el pensamiento o el discurso.
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No me meto, por ahora, con San Agustín, porque aunque me quedaría muy a gustín -ay, si no lo digo, reviento-, estoy segura de que algun@ empezaría a arrojar tomates contra su monitor, jajaaaa. (Si no lo han hecho ya)
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* Los postkantianos van más allá y comienzan a buscar la definición de verdad como una intelección a la misma haciendo que la conformidad a la regla -o aceptación de la ley impuesta-, como criterio formal de la verdad se haga extensivo hasta determinarse como su única definición. Error craso donde los haya, desde mi punto de vista, como ya he expuesto varias veces.
* A mediados del siglo XIX con el idealismo se busca la coherencia en la verdad, una perfección apenas alcanzable, intangible, que lucha por no caer en la versatilidad que supondría el aceptar que sea lícito leer cada partitura con ritmos diferentes, haciendo de la misma otra realidad, lo que rompería el concepto de verdad, ya que o es una o no es verdad absoluta, sino una mera interpretación de la música. En el momento en que se permite una libre interpretación de la partitura se cambia el ritmo, la armonía, la sonoridad y la melodía. Dejaría de ser verdad. Si entramos en Vasconcelos, dimito, jajjaaaa
Pero yerran por dejar a un lado la moral, ya que sin ella, vano va a ser su esfuerzo idealista.
* Y por ir concluyendo, que la paella me llama, no para comerla ya, sino para ir pensando en hacerla, jajaaa, terminaré esta brevísima exposición de mi pensamiento, avalado por algunos autores, denostado por otros expertos profesionales de la Filosofía, y ya que parece que no quieres entrar en terrenos morales, porque sacuden de frente tus teorías, jejeje, -no soy tan mala como me pintan, ¿ves?, concluiré recordando a mi amado Nietzsche, me gusta intentar rebatirle, por eso me apasiona, pero muchas veces, dándole la vuelta incluso me llega a dar la razón, he he he. (Siempre me gustó y gracias a él encontré el amor, como ya os conté hace muuuuuucho).
Fede sostenía que “el intelecto, como medio de conservación, desarrolla sus fuerzas principales fingiendo, puesto que éste es el medio merced al cuál sobreviven los individuos débiles”. Es una traducción un pelín libre, a este autor hay que leerle en alemán. (Este fingir está referido al fingimiento sobre la verdad)
La verdad es -para él- una metáfora, una ilusión creada por los hombres a la sombra de sus relaciones y convenciones -volvemos a la implantación de la ley "legal"-. La verdad aparece aquí como una excusa para poder vivir gregariamente, es un tratado de paz, una mera invención. Por lo que veo, me da la razón. Si los conceptos dependen de lo que se invente la minoría -mayoritaria respecto a la posesión del poder-, dejan de ser veraces, legales, justos, razonables, etc.
Y como puedes observar, su definición me da la razón, creo que sin querer, ya que contribuye a la "gran mentira de la verdad", aquí de la critica de la verdad se desprende la crítica al basarse siempre en lo que me dice el diccionario, que siempre intento rebatir. La palabra es el resultado sonoro de un impulso nervioso o su fiel reflejo lingüístico, pero no es la cosa en si. De la palabra no se puede desprender el concepto. La veracidad de la verdad no nace del pensamiento, de la moda, de los convencionalismos, de la época, de la tradición o de quien la dicte e imagine. La verdad solo puede ser verdad en sí misma.
El problema radica en que con demasiada frecuencia confundimos el lenguaje creador y metafórico infiriéndole un carácter apodíctico; en esta confusión es dónde el pensamiento cree intuir esencias sin darse cuenta de que solo capta potencias del concepto a definir.
Un abrazo veraz, diga quien diga lo que diga.
¡Sed felices!