Como se me va la luz con cierta frecuencia, ire cargando el post conforme vaya elaborándolo.
En primer lugar, tienes toda la razón, hay gente para todo y aquí la mentalidad es muy diferente de la del norte de Europa. Aquí lo de llamar para entrometerse es de lo más normal. Donde más noté esa manera de ser fue en un viaje que realizamos mi mujer y yo a Sevilla.
Allí en San Juan del Alfarache, el chofer del autobús cogía la gente allá donde le pedían y los dejaba de igual manera sin atender a paradas ni tiempos. Luego fiaba a mucha gente el importe del billete, y algunos le regalaban parte de la compra. Mi mujer y yo alucinábamos. Pero más aun cuando nos tocó pagar el billete que costaba un eruro diez y nos cobró solo un euro por salaos, te lo puedes creer jajaja, a ver eso como se come.
La gente era demasiado cordial. En otro momento del viaje, preguntando la dirección de un museo, me mira el hombre al que se lo había consultado y me pasa el brazo por el hombro señalandome el camino con la otra mano. Increible, dado que no lo conocía de nada. Luego me comenta que la subida es dura, me recomienda un portal para descansar y concluye con la dirección en cuestión, vamos, como si fueramos amigos de toda la vida. Alucinante.
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En cuanto a las encuestas de satisfacción y los defensores del cliente o del usuario, deberían ser gente con conciencia del problema, no ex-empleados de la banca, que en el fondo lo que hacen es barrer hacia casa. Son pretextos inauditos.
Para que la respuesta sea rápida debes vivir en el centro de la ciudad, vamos xD. Es más, si se tratase de un cobro para el ayuntamiento, para hacienda o una multa, tranquila que llega rápidamente aunque vivas bajo una piedra en medio de la montaña, pues buenos son ellos.
Todos estos puntos se los toman bastante a pitorreo. A mi me ha pasado en múltiples ocasiones. Luego hablar del director del banco como de un coleguilla, que ya nos ha comentado su caso. Oiga¡¡¡¡ que el es el sinvergüenza, no el amiguito.
Es sorprendente, que cuando sale una ley nos obliguen a cumplirla a los usuarios, mientras que a los bancos todo se reduce a recomendaciones. Les recomendamos que no timen jajaja, que si hay que timar, bueno pues háganlo con delicadeza, que despues los usuarios se cabrean y protestan. Intenten no deshauciar, vamos si hay que hacerlo pues nada, pero es recomendable no hacerlo.
Inaudito. Pero lamentablemente cierto.
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En cuanto a los niños, yo creo que eres una educadora perfecta.
Para educar hacen falta siempre un poli bueno y un poli malo.
Mi mujer dicho sea de paso hace de poli bueno. Les compra chuches, les consiente. Yo hago de malo, si se porta mal amenaza con contarmelo. Hasta la niña la he visto en ocasiones amenazando a su madre con contarme pillerías que han hecho juntas. jajaja
Así, cuando yo me encargo del nene y ella de la nena y esta no quiere bañarse o hacerse un lavado nasal, me oigo en voz alta -Entonces no quieres tal cosa, seguro,- para que yo lo oiga, y la nena dice si, no hace falta que se entere el papi que ya voy jajaja.
A mi también me gusta consentirla y comprale chuches pero si hay que imponerse me impongo más que mi mujer. Yo pienso que esta complementariedad tu la tendras tambien con tu marido a la hora de tratar con BIM. Igual el es el duro, que se pone serio con el perro y tu la que lo consientes y le reconfortas. Ambas figuras son buenas y estoy convencido de que el animal os quiere y respeta por igual.
Lo mismo con tus sobrinitos. Incluso yo mismo necesito gente que me mime y gente que me imponga, no es malo. Es natural, con todas las garantias de equidad pero ambas figuras son importantes. Por ejemplo hacienda y los jueces imponen, mientras que el frutero nos consiente y nos regala un fresón o una fruta nueva para que la probemos, es lógico, cada uno tiene su papel.
Un fuerte abrazo y que pases un feliz día.
PD. Disculpa la forma de actualizar, pero es que se me ha ido la luz un par de veces y cada vez lo perdía todo.