No, no ha sido por salud personal.
Han sido una serie de sucesos en el trabajo, concretamente una compañera que se nos fué con solo un par de meses de aviso. Nos dejó desolados. Era joven, y no parecía grave en un principio, pero las cosas en ocasiones se complican. Eso siempre te hace pensar.
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Lo que dices es cierto, me reconforta leer tus líneas "son rachas que acontecen en la vida. Hay momentos buenos, regulares y malos y hay que pasar también por estos últimos porque nos dan experiencia y nos van haciendo fuertes", sin duda, sin duda. Pero te afectan, al menos a nosotros nos han afectado. Aprendes a valorar más lo que tienes, que siempre es bueno y piensas, sobre todo piensas.
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En cuanto al chaval, ya se lo decia yo a mi mujer. En su familia todo han sido niñas. En la mía, tres hijos y una chica, sabíamos lo que son los niños. No tienen miedo de nada, intrépidos corredores, bandoleros natos. Para que veas, la niña, cuando Papa Noel fue a la guarde, se puso a llorar. Con el niño ha sido diferente. Se subió al brazo, le estiró la barba, le cogió los caramelos, más no, porque no le dejamos pero lo intentó. El niño no le tiene miedo a nada. La virtud de la prudencia de que hacia gala la hermana no ha calado en él. Se ha hecho más quemaduras chichones y tumbos en un mes que la hermana en toda su vida. Y cuando le echas un ojo te lo ves subido a los muebles, y ni te imaginas como lo hace. ;D, Vamos, lo que viene a ser un chico de libro.
El pequeño no sabe decir yo no he sido, pero te dice no no no y mueve el dedito señalando que no.
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Me encanta, tienes toda la razón escribir cosas sobre ellos que voy guardando. Te hice caso, y espero que algún día cuando lo lean puedan ver que su padre, ese que tanto les reniega, les quería. Ójala esté para contarlo en persona, pero en caso contrario, que sepan que han sido deseados y queridos, pese a que en ocasiones den guerra o nos absorban en exceso. Creo que es lo que pensamos todos los que somos padres... y las madres más. Los embarazos siempre son duros, muy duros y los partos también. Admiro a todas las mujeres que han tenido a un hij@, y han sido capaces de retomar el timón e ir a por un segundo. Vale lo del instinto maternal, pero todo lo que entregan por los niños es muchísimo.
En cuanto a la inocentada, ufff, no, me ha parecido de lo más graciosa del mundo... y lo mejor imaginar la cara que pondría tu marido, debió de ser de cuadro jejeje, todo un 28 bien celebrado.
Un fuerte abrazo. Que seais muy felices los cuatro.