“No resulta aconsejable comprar una casa en Nueva York, Boston o Londres. Estas ciudades tienen precios inmobiliarios exagerados, y sus economías son demasiado dependientes de los mercados financieros, un mercado que no se ha comportado bien en las precedentes épocas alcistas de materias primas. Si quiere especular con inmobiliarias, compre una casa cerca de un lago en un estado agrícola (Iowa, por ejemplo, o Nebraska), o en un área con petróleo (Oklahoma), o en un estado minero (Montana o Colorado), cuyas comunidades se beneficiaran de los precios crecientes de los metales, la energía o los productos agropecuarios. Si ya compró una propiedad hace varios años en países ricos en materias primas (Canadá, Nueva Zelanda, Australia o Chile), debe haber doblado varias veces su capital. Previsiblemente, conforme los precios de las materias primas vayan subiendo, sus economías también lo harán. Los comercios, restaurantes, y cadenas de hoteles, de hecho cualquier negocio, funcionarán mejor en las naciones ricas en materias primas, que en las que carecen de ellas. Las divisas nacionales también se comportaran mejor en los países exportadores de materias primas, que en los que necesitan importarlas. El dólar canadiense valía 1,06 dólares en los años 70 con un mercado alcista. En el mercado bajista que siguió, descendió hasta los 0,60 $. Bonos y acciones de estos países tienen iguales posibilidades de prosperar, en tándem con sus economías. Tienen sin embargo estos países también algún problema, cualquier retroceso de Usa y China, grandes importadores haría daño a sus economías”. Era la doctrina de la casa, de Solomon, que curiosamente se enseñaba en el Empire (fíjate la paradoja). Supongo que ese texto del manual te hará pensar un poco, je, je…. Es de la década de los ochenta el texto. Hoy en dia, China ha superado a Usa, como primer importador mundial de materias primas y líder absoluto, por lo que la evolución de su economía marca a las empresas exportadoras y a los inmuebles de sus países. Un cordial saludo Imarlo