Saludos Amandari:
Yo ya había leído la noticia que comentas y pienso que es verdad. Cuando una persona es feliz consigo misma, el bienestar suyo irradia a los demás. El problema es que nos lo han puesto muy difícil. No hay que olvidar que la auténtica felicidad es espiritual y no material. Y la verdad es que, salvo excepciones, pocos dedican algo de su tiempo a enriquecer su espíritu.
Ahora nos inculcan que comprando somos más felices. Yo a ésto le llamo pequeñas alegrías pasajeras. Los grandes almacenes abren los festivos para facilitarnos las compras, cuando deberíamos aprovechar estos días para estar con los amigos o familiares.
Ahora vienen unas fechas muy señaladas para pensar en ello, pero todo se traduce en comprar más que en pensar sobre el porqué de esa celebración.
Bien lo dejo porque se podría hacer muy largo. Una cosa es segura, la auténtica felicidad sólo se consigue ayudando y haciendo el bien a los demás. Si lo hacemos seremos más felices nosotros y los demás. Saludos