ING y sus "contraofertas"
Ya se ha hablado en este foro de la fuga constante de clientes de ING debido, en la mayoría de los casos, al contínuo estancamiento de sus ofertas y productos, en la manía que tienen de ofrecer ciertas ofertas a los "privilegiados" y negárselas al resto de los mortales, y en la soberbia y prepotencia que suelen tener cuando intentas negociar algún producto o intentar que te apliquen promociones que, por alguna misteriosa razón, le han ofrecido a tu vecino, pero a ti no.
Pues bien, lo que me pasó a mí el otro día con ellos es digno de una película de Berlanga. Harto de tener que estar detrás de ellos para que te den los famosos 50 € del plan amigo (que si no los reclamas, NI DE COÑA te los dan), ver cómo dan el 4,5% a los clientes nuevos, y a los de toda la vida un 3% roñoso, y ver cómo cuándo quieres sacar el dinero te ofrecen el dichoso depósito al 5% durante 3 meses (¿por qué diablos el mismo depósito "por las buenas" se remunera al 4,30%?), decidí dar una vuelta a mi dinerito a otra entidad.
Hablando con ellos para que me realizaran la transferencia, cuando vieron dónde me llevaba la pasta, me preguntaron qué me habían ofrecido ellos. Al responderle al gestor las condiciones, me dijo que ellos podían ofrecerme.... TACHAN... ¡un espectácular y fantástico depósito al 5% TAE durante 3 meses, sin comisiones de ningún tipo y bla, bla, bla... !, vamos, el mismo depósito que te ofrece la web y del que ya había pasado.
Lo gracioso es que te ofrecían un producto claramente peor, y se quedan tan anchos! Es más, pregunté que si eso era lo mejor que tenían para ofrecerme, y me aseguraron que sí. Entonces al explicarles que se habían quedado anquilosados con sus ofertas y productos, se pusieron a discutirme este hecho, hablándome de las bondades de ING, y se mostraban como ofendidos, ja ja ja, vamos, que a los señoritos no hay quien los tosa ni quien los critique, ¡y eso que fueron ellos los que preguntaron! (que la próxima vez, visto lo visto, les va a decir algo Rita la Cantaora).
En fin, una anécdota simpática que lo único que hace es corroborar que ING no es ni la sombra de lo fue un día. Que pena...
Saludos.