SU GOZO EN UN POZO
Es agradable conocer que hay en este foro otros foreros que coinciden con mis criterios respecto del problema de los expoliados de AFINSA. Sin duda los habrá también que difieran; es lo normal. Pero ni unos ni otros podemos pretender sentar cátedra, y, mucho menos, vilipendiar a otros por el simple y legítimo derecho de discrepar cuando defendemos nuestros intereses individuales. Cada cual (en esta cacareada pero sistemáticaamente vulnerada democracia) debe ser completamente libre para ejercer como mejor estime su defensa, sin que necesite totoría como si fuera menor de edad o incapacitado mental. ¡Estaría bueno!. Se infiere, pues, que es lícito discrepar; pero en absoluto lo es ofender y denigrar a nadie por ello, y menos en un foro de difusión pública. El derecho de libre expresión no puede extenderse nunca, creo yo, al insulto, la injuria, la calumnia o cualquiera de sus variantes ofensivas.
Esta será mi actitud en este medio, sin que haya de manifestarla un día si y otro también. Ya está expresada; como igualmente lo hago para dejar claro que ni halagos ni exabruptos variarán un ápice mi conducta, sin que ello sea óbice para aceptar ponderados razonamientos y reflexionar sobre soluciones de interés general.
Y a otra cosa: Según aparece hoy en este foro, post de Saavedra, el convenio de marras parece que no ha conseguido la "esperada puntuación" y ha sido inadmitido por el Juez. ¡Bendito sea Dios!. Seguro es que esta bíblica exclamación impacientará a más de uno; lo siento, pero me tenía sin sueño una posible admisión. ¿Que por qué?. Ya tenía manifestado a los líderes "pro-convenio" que me opondría categóricamente, incluso, si era posible, con comparecencia ante el Juez. Para mí, su posible admisión y posterior aprobación si se daban los requisitos para ello, no era tal convenio, sino un proyecto de continuación de AFINSA, sin conocimiento alguno de sus términos, que podía obligarme por decisión mayoritaria a seguir una relación con la empresa no deseada y que realmente se había extinguido ya por finalización de los contratos. Mi papel de inversor expoliado, fuera quien fuera el expoliador, no podian convertirlo ni el Sr Cano, ni nadie que lo apoyara, en accionista, partícipe, cooperante, etc. etc.
Jamás me oyó nadie expresar, ni creo que ningún expoliado lo hiciera, que AFINSA me había estafado; es cierto que cumplió escrupulosamente sus compromisos hasta el fatídico 9 de Mayo de 2006... Eso vaya por delante; y si la filatelia (que documentalmente enmascaraba consentidamente el carácter financiero de la operación) estaba abusivamente sobrevalorada, lo que no es extraño, no era cosa que preocupara en exceso, puesto que la "recompra" obligada devolvía la pelota. Ahora bien, esa honradez demostrada no desvirtuaba ni contradecía el carácter "piramidal" del negocio, circunstancia que se manifiesta con frecuencia, no caprochosamente... Ahí tenemos a un Bernard Madof, genio americano de las finanzas, con cien años de historia impoluta, que él mismo declaró su insolvencia para atender los pagos y voluntariamente se colocó "los grilletes"... ¡Quien lo iba a pensar de esa potencia financiera de la gran América!. Se sorprendieron hasta sus hijos, que estaban en la inopia.
Para no cansar demasiado, en otra ocasión tocaré otro tema estrechamente relacionado con el expolio. No obstante, me gustaría saber más del rechazo judicial del "¿convenio?" si es que así lo ha determinado Su Señoría... La liquidación tan "ultrajada" (por sabido se calla) es un mal sobrevenido; pero quizá preferente a quedarnos con el pompi al aire a merced de "vendedores de humo". ¡Me proveeré de buen impermeabale para el chaparrón!
Cordiales saludos