La opinión de Conthe parece que coincide
Como hubo muchas preguntas sobre el "caso Fórum-Afinsa" que no pude contestar el viernes pasado en el "Foro Digital" de Expansión, me parece útil hacer públicas las reflexiones que ya adelanté en noviembre a una asociación de afectados. Sé que son demasiado largas y densas para un blog, pero me ha parecido preferible no trocearlas.
Advertencias
Estas reflexiones:
- No las hago como ex-presidente de la CNMV: se basan en lo que he leído en los medios de comunicación, me han contado algunos afectados y periodistas y mi propia formación financiera me ha permitido deducir. Como efecto de la desgraciada Disposición Adicional Cuarta de la Ley de Instituciones de Inversión Colectiva (LIIC) -que entró en vigor a finales de 2003, casi un año antes de mi nombramiento como presidente de la CNMV-, durante mi etapa en la CNMV no tuve la más mínima intervención ni competencia, ni obtuve información confidencial alguna relacionada con el caso.
- Pueden ser inexactas o incompletas. Como siempre he hecho, rectificaré, de forma pública y rápida, cualquier error que contengan, si alguien me convence del eventual error.
- No persiguen ningún interés político u oculto. Las hago por el elevado número de afectados, por las muchas preguntas que me han hecho y por cierto sentido de justicia, vista la llamativa pasividad que han mostrado en este asunto no sólo las fuerzas parlamentarias, sino también los medios de comunicación.
En los años 20 en Estados Unidos, la célebre pirámide financiera, también basada en sellos, que organizó en Boston un inmigrante italiano llamado Charles Ponzi (en cuyo recuerdo la expresión española "pirámide financiera" se expresa allí como "Ponzi scheme") fue descubierta y denunciada por un periodista del "Boston Globe". En España, los medios de comunicación españoles no sólo no alertaron del escándalo Fórum-Afinsa antes de que las entidades fueran intervenidas judicialmente, sino que también silenciaron la detallada información que el Financial Times británico publicó en 2005, gracias a la meritoria investigación de su corresponsal en España.
Esa especie de "conspiración del silencio" no es propia de un país serio, especialmente teniendo en cuenta que se trata de un escándalo financiero cuya dimensión y número de afectados es infinitamente mayor que el de los casos AVA o Gescartera, sobre los que tanta tinta se vertió.
Reflexiones
1ª. Afinsa y Fórum incumplieron el artículo 28.2 b) de la Ley de Disciplina e Intervención de las Entidades de Crédito ("captación de fondos reembolsables"), al desarrollar sin autorización una actividad reservada a las entidades de crédito. Por eso, la responsabilidad patrimonial del Estado por omisión negligente me parece incuestionable.
Como expuse en dos Crónicas Mínimas (Historias de Mercaderes Parte I y Parte II), que el subyacente de la operación con pacto de recompra fueran sellos y no un activo financiero tiene poca relevancia: la existencia de un "pacto de recompra" a un precio pactado de antemano (es decir, la garantía absoluta de revalorización de los sellos vendidos) permite asimilar la operación a una operación de depósito o préstamo, como, con razón, dedujo la inspectora de la Agencia Tributaria que descubrió el fraude.
En otra crónica en junio de 2002 también describí como la empresa americana Enron había sido condenada por encubrir préstamos financieros como ventas al contado de gas natural con pacto de recompra a plazo (es decir, como "repos" de gas natural).
2ª. Aunque la principal negligencia fue del Banco de España, por pasividad, los responsables del Ministerio de Economía y Hacienda también tuvieron que estar al corriente de la situación irregular de Fórum y Afinsa. Cuestión distinta es que supieran, además, que dichas compañías tenían un grave desequilibrio patrimonial y funcionaban como "pirámides financieras", hec