Si se dispone de 100.000 euros, se está dispuesto a correr riesgos, se saben controlar las emociones y, como dicen del póker, se es consciente de que no hay otra forma de aprender que perdiendo dinero, se puede vivir del trading. Si se cumplen estos requisitos, se puede triunfar en el mundo de las operaciones financieras. Y la mejor prueba, asegura el trader Roberto Pérez, está en Amsterdam, ciudad en la que reside y donde “hay miles de traders. Aquí es un trabajo más. Si te das una vuelta por la ciudad te encontrarás con un montón de carteles de empresas de este tipo. Muchísima gente se queda en su casa operando. Y como, además, no se pagan impuestos por el trading si se tiene otro trabajo, es común tener un empleo de media jornada y después dedicarse al trading”.
Sin embargo, que sea posible vivir de esto no implica que sea fácil.
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