Pese a que no son los movimientos que más me gustan, Santander y BBVA tienen una pinta alcista importante en las últimas semanas. Los que aquí me seguís sabéis que mi estrategia favorita se basa en comprar las acciones fuertes y no las débiles pero el análisis técnico aporta herramientas para ver posibles movimientos obvios y en BBVA ya hicimos un planteamiento que ahora se puede extender a Santander.
Santander rompía una resistencia de 5,5 a finales de 2013 y eso le aportó un recorrido de un 40% prácticamente hasta que a mitad de 2014 se volviera a encontrar con otra resistencia esta vez sobre 7.5, nivel similar que ya frenó el precio tanto en 2007 como en 2009.
En este último recorrido alcista, desde 2013 a hoy, el banco ha experimentado muchos cambios. Su peso en el mundo ha crecido, su estabilidad ha mejorado y además la compañía ha ejecutado su relevo generacional por impositivo biológico. Unido a todo esto ha habido también un último coletazo promovido por su presidenta que suponía una ampliación de capital y reducción de su dividendo generando un gap que se ha ido cerrando.
Si en BBVA hablábamos de un movimiento alcista hasta llegar a su resistencia de más corto plazo (resistencia que por cierto ya está penetrando de forma fuerte) en Santander podemos hablar de un movimiento muy similar retrasado unos pocos días en el tiempo.
BBVA y Santander han ido de la mano en la mayoría de las veces y casi todos sabemos que tienen una correlación casi de 1 lo cual nos debe indicar que si BBVA ha podido romper su próxima resistencia, Santander como mínimo debe de poder acercarse a la suya para comenzar a librar la batalla por seguir su movimiento alcista.
La situación de su gráfico es la siguiente:
Como vemos, los niveles de 7.4-7.5 son la siguiente parada del ascensor que con toda probabilidad el precio debería llegar. En esta operación es complicado colocar un stoploss razonable. Por análisis técnico la zona más confortable estaría sobre 6.3 pero la relación beneficio/riesgo sería pequeño.
Colocar el stoploss en 6.7 sería agresivo asumiendo que hay riesgo de que en estos próximos días el movimiento pueda hacer una pequeña recuperación y sacarnos de la posición.
Por todo ello es probable que el stoploss más óptimo lo encontremos en 6.6, por debajo de las medias más importantes y lejos del último swing con el objetivo de beneficio marcado entre 7.4 y 7.5, movimiento que debería producirse en estas próximas semanas.