Se suele hablar de riesgo como si se tratara de algo común, entendido por todos. Sin embargo, el término riesgo no tiene una definición única sino que su significado depende de la situación en que es empleado.
Ejemplo 1. Puesto que los activos de una cartera de un fondo de inversión están sujetos a las fluctuaciones que experimenta su cotización, el valor total de la cartera del fondo sufrirá incrementos o pérdidas, en función de su composición. Es obvio que un partícipe de un fondo de inversión se enfrenta al riesgo de que su inversión disminuya de valor.
Ejemplo 2. Imaginemos la venta de una pintura de Jasper Johns, valorado en US$ 80.000.000 y que lleva por título False Start (ocupa el 8º puesto en el ranking de los cuadros más caros del mundo) dicha obra fue vendida por David Geffen, con intermediación de Richard Gary, a un comprador anónimo. Dicho coleccionista de obras de arte podría encontrarse, en un momento determinado en serias dificultades para realizar su venta. Esto no significa que el cuadro haya perdido valor sino tal vez lo contrario: el cuadro es demasiado valioso como para encontrar fácilmente un comprador.
En nuestro primer ejemplo hemos utilizado el término riesgo para referirnos a la pérdida de valor de una determinada inversión, mientras que en el segundo, a la imposibilidad de deshacernos de manera inmediata de un activo de gran valor.
Con esta explicación y con los ejemplos expuestos ya podemos hacernos una idea de que tipo de riesgo nos podríamos referir en una situación particular. Ahora bien, debemos saber que cada riesgo implica determinadas consecuencias y se deben utilizar determinados instrumentos o medidas para reducirlos o eliminarlos, pero podríamos encontrarnos que para otros riesgos esto no fuera posible.
Así el riesgo puede ser definido como el conjunto de factores que afectan a una operación de manera que el resultado de la misma no puede considerarse como cierto.
Tipos de riesgo
Riesgo de mercado: El que incurre un inversor como consecuencia de que los activos que posee experimenten cambios en su valor debido a alteraciones en las condiciones de mercado, tipos de cambio, interés y precios.
- Imaginemos una compra de acciones de una compañía cotizada, que sufre una depreciación en el valor de sus títulos debido a unos malos resultados anuales.
- Imaginemos el precio un bono que se deprecia debido al aumento de los tipos de interés vigentes en el mercado.
Riesgo de desfase: Surge a consecuencia de los diferentes plazos de maduración de los activos y pasivos patrimoniales que afectan al balance de un agente económico.
- Imaginemos una compañía que paga sus compras al contado mientras que sus ventas son satisfechas a un plazo de 100 días.
Riesgo de insolvencia: También conocido riesgo de crédito o de contrapartida, que consiste en la posibilidad de que una de las partes de una determinada transacción por ejemplo económica no cumpla con sus obligaciones en el momento estipulado.
- Todos los días vemos gente tanto en España como en el resto del mundo que tienen serias dificultades para afrontar sus créditos hipotecarios.
Riesgo de sistema: Debido al incumplimiento o mal funcionamiento de las labores de liquidación o compensación de los sujetos supervisores o intermediadores en mercados organizados.
- Durante el último año, hemos vivido grandes riesgos de sistema como por ejemplo el colapso de la banca.
- Imaginemos un mal funcionamiento del Sistema de Interconexión Bursátil Español (SIBE), que en un momento determinado ofrece una información de precios y volúmenes errónea en sus pantallas.
- O bien imaginemos que introducimos una orden de venta de activos y nuestro broker por un fallo en su sistema ejecute la orden en el mercado unos instantes después.
Riesgo país: Es la posible incapacidad de un país de atender a sus obligaciones contractuales en una operación financiera. Dicho riesgo emana de turbulencias políticas o económicas que afecten a la solvencia del país.
Pensemos en un inversor que adquiere bonos de un país con un rating bajo como por ejemplo Iraq, que en una situación se dé un riesgo de liquidez, al no poder ejecutar ese activo y un riesgo mercado al depreciarse la cotización del bono.