En las entradas anteriores hemos visto como Aleksei Ivanovich de la novela El jugador de Fiódor Dostoyevski nos hace pensar que más que el jugador, el cuento debería haberse llamado El Perdedor.
No controlar sus emociones, no se plantea tener un sistema de inversión adecuado, y lo de la gestión del capital no va con él.
Sin embargo, él está convencido de que en la ruleta está la solución de sus problemas. El juego tiene esa característica, se puede ver como una fuente de ingresos súbito y sin esfuerzo. Fuente de ingresos que servirá para resolver los líos que podamos tener..
El hecho de que está imagen sea promocionada precisamente por los casinos, con poco interés en hacer millonarios a sus jugadors, nos hace pensar que la supuesta solución es realmente un problema es si misma.
La misma existencia de los casino pone en evidencia que quien juega con regularidad pierde. En caso contrario no serían un negocio tan bueno que necesita ser regulado.
Es algo evidente, la ruleta no puede verse como una fuente recurrente de dinero. Y lo mismo puede decirse de los mercado siempre y cuando no sigamos unas reglas estrictas para que nuestras compras y ventas en lugar de ser un juego sean inversiones.
Se puede pensar que sólo por haber comprado o vendido algo ya se es un especulador o un inversor. Pensar eso es lo mismo que alquilar un fórmula uno, dar una vuelta por el circuito y pensar que ya se es un piloto de carreras.
Aleksei nos ha servido de ejemplo negativo. Ni estaba en el sitio adecuado, ni estaba preparado mentalmente ni tenía un plan económico. Ni siquiera un golpe de suerte le podía librar del camino que, de forma no premeditada, había elegido.
Él buscaba una solución pero la supuesta salida sólo le metía más en el problema. Eso mismo puede ocurrir para quien entre en los mercado buscando soluciones sin estar suficientemente preparado. Buscando ganancias lo más probable es que se encuentre con pérdidas.
Y es que lo único fácil en bolsa es perder. Y prepararse para ganar llevar su tiempo y esfuerzo.
Mientras tanto lo mejor es no hacer como Aleksei y ver los toros desde la grada.
Hasta la próxima.